España vaciada

Cada vez que se acercan elecciones, los partidos desempolvan el discurso sobre “la España vaciada”. Visitan pueblos, prometen inversiones, hablan de futuro. Pero una vez pasan los comicios, todo vuelve a la normalidad: estaciones cerradas, médicos itinerantes y conexiones a internet que parecen del siglo pasado. Los pueblos no necesitan palabras, necesitan trenes. Necesitan médicos que no estén de paso, profesores que no cambien cada trimestre y fibra óptica que no se caiga cada dos días. Muchos jóvenes estaríamos dispuestos a vivir fuera de las grandes ciudades si tuviésemos garantizados servicios básicos. Menos promesas, más acción. Porque sin inversión no hay repoblación.

José Antonio Castro Polo

Roquetas de Mar

Etiquetas
Mostrar comentarios
Cargando siguiente contenido...