Los integrantes del G-7, en su encuentro de Kananaskis, en Canadá, han exhibido un servilismo tristísimo a los delirios de grandeza de Trump, atentatorios contra la democracia y la paz mundiales, ahora alineándose al lado de Israel en la agresión a terceros países y sin tregua para los palestinos, cuyo genocidio no remite. Así han dado alas al ocupante de la Casa Blanca para secundar a Tel Aviv, en la agresión a Irán, desencadenando un conflicto de proporciones y resultados imprevisibles.
Marc Antoni Adell
València
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