Feijóo y Abascal, junto con sus más lenguaraces lacayos, no hacen política, la ultrajan; no hablan, insultan; no dialogan, difaman; no buscan la verdad, la inventan; no argumentan, injurian; no ayudan, estorban. Si el Parlamento es el lugar sagrado de la democracia, ellas y ellos lo profanan en cada sesión. Escuchándoles, parecen estar en una taberna repleta de gamberros blasfemos y trasnochados.
Si las derechas de este país de verdad quieren hacer algo a derechas, que cambien la bilis por la serenidad y bonhomía. Que cambien el enfrentamiento por la reconciliación; el ardor verbal por el diálogo y el consenso. Que cambien el ruido por las nueces. Que hagan de Robin Hood de los pobres y no de los ricos. En definitiva, que cambien sus diatribas por el pan nuestro de cada día, por el bienestar de la gente, que es para lo que debe servir la política a derechas.
Pedro Serrano
Antoñán del Valle