Si se mantienen las tendencias demográficas actuales, España verá un aumento significativo en el número de hogares, que crecerá un 19,1% hasta el 2039, llegando a 23 millones. Sin embargo, cada hogar tendrá menos miembros, con un descenso del tamaño medio de 2,50 a 2,32 personas. Los hogares unipersonales supondrán un 33,5% del total en el 2039.
No sorprende, por tanto, que aumenten los casos de personas fallecidas en su domicilio sin que nadie se percate durante días, semanas o incluso años (esto último es poco usual, pero ha ocurrido recientemente). En países de altos ingresos hay más hogares unipersonales, más personas mayores viviendo solas y procedimientos administrativos “automatizados” que permiten seguir figurando como activo pese a su ausencia.
La pandemia nos recordó algo que Aristóteles ya había señalado: somos animales sociales. Cuando todo va bien, parece que olvidamos que nos necesitamos, y no solo para teclear un me gusta en Instagram. Si el progreso es morir en soledad, que te coman las palomas y que descubran tu cadáver quince años después… pues vaya gracia.
Javier González Delgado
Terrassa