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Guerra de patos por tierra, mar y aire

Las Fotos de los Lectores

En el reducido espacio del pantano de Vallvidrera se ha desatado un conflicto entre dos machos y la hembra

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Persecución de patos.

Daniel García

* El autor forma parte de la comunidad de lectores de La Vanguardia

Los conflictos entre miembros de la misma especie, incluidos los humanos y sus ancestros, existen desde tiempos prehistóricos y son un fenómeno común en la evolución de los seres vivos. La lucha por recursos, territorio, poder y reproducción ha sido una constante en la historia de la vida.

  • 1. Conflictos en el reino animal

• En muchas especies, los individuos compiten por parejas, territorio o liderazgo dentro de un grupo.

• Los lobos, leones y primates tienen jerarquías y pueden pelear por el control de la manada.

• Algunos insectos, como las hormigas, tienen verdaderas guerras entre colonias.

  • 2. Conflictos en los primeros homínidos

• Las evidencias sugieren que nuestros ancestros, como el Australopithecus o el Homo habilis, ya podían enfrentarse por recursos o parejas.

• Fósiles con marcas de heridas, como las de la cueva de Sima de los Huesos (España, hace unos 430.000 años), indican que los Homo heidelbergensis pudieron haber cometido actos violentos contra su propia especie.

  • 3. Guerra y violencia en el Homo sapiens.

• Los primeros humanos cazadores-recolectores probablemente tenían enfrentamientos esporádicos por territorio.

• En el yacimiento de Jebel Sahaba (Sudán, hace unos 13.000 años), se encontraron esqueletos con heridas de armas primitivas, lo que podría ser evidencia de una de las primeras guerras conocidas.

• Con la llegada de la agricultura y los asentamientos, los conflictos crecieron porque había más riqueza que proteger.

  • 4. Conflictos organizados y guerras

• Con la aparición de las primeras civilizaciones, los conflictos dejaron de ser solo enfrentamientos pequeños y se convirtieron en guerras organizadas.

• Las primeras civilizaciones, como Sumeria (Mesopotamia), ya tenían ejércitos y guerras documentadas hace unos 5.000 años.

En resumen, los conflictos entre miembros de la misma especie han existido desde antes de que los humanos fueran humanos. Son parte de la evolución y la lucha por la supervivencia.

¿Qué hacemos los humanos cuando tenemos un enemigo al que debemos combatir en una guerra o conflicto organizado? Sencillamente enfrentarse a este enemigo en todos los escenarios geográficos posibles, por tierra, por mar y por aire. En situaciones extremas, la historia ha mostrado que algunos conflictos terminan con la eliminación total del enemigo, ya sea en la guerra o en luchas de poder absolutas.

Por tierra, mar y aire

La frase “Por tierra, por mar y por aire” tiene un origen militar y se ha utilizado en varios contextos a lo largo de la historia. Su significado hace referencia a la capacidad de combatir o movilizarse en los tres principales medios geográficos. No hemos evolucionado todavía para que nos enfrentemos en un cuarto escenario, el espacio.

Si bien no hay un único creador de la expresión, se popularizó en el siglo XX con el desarrollo de las fuerzas armadas modernas, especialmente con la aparición de la aviación militar en la Primera Guerra Mundial.

De todo lo expuesto hasta ahora aparentemente se tiene la sensación de que combatir al enemigo en los tres medios geográficos es una capacidad exclusiva del hombre, y no es así, en el reino animal también ocurre.

Recordarán los lectores que en mi anterior publicación sobre las ardillas rojas yo afirmé: “He ido a muchos lugares, pero en ninguno he visto tanta concentración de organismos diferentes en un espacio tan reducido como aquí”, haciendo referencia al pantano de Vallvidrera y su entorno.

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Daniel Garcia

Los nuevos visitantes, que han aparecido en este mes de febrero del 2025, son tres ejemplares de Anas platyrhynchos, ánade real, ánade azulón o pato de collar. Concretamente hay dos machos y una hembra.

Los patos en Vallvidrera

Parece poco probable que hayan sido introducidos por el hombre pues carece de sentido introducir dos ejemplares de un género y uno solo del otro, por lo que la opción más verosímil es que hayan venido por su cuenta del mismo modo que ha ocurrido con otras especies que he divisado, como el martín pescador o la garza real.

El 22 de abril del año 2019 voy al pantano de Vallvidrera por primera vez. En aquella fecha estaba completamente lleno, no como actualmente, y desde entonces hasta ahora lo he visitado en unas 130 ocasiones y nunca, nunca en esas 130 veces he visto la presencia de Anas platyrhynchos, lo que significa que se ha producido una situación paradójica; 

  • Por un lado el pato de collar es una especie más abundante que el martín pescador, no es muy esquivo y suele dejarse observar a corta distancia; 

  • Por otro lado, el Martín que es un ave pequeña, menos numerosa, muy rápida y difícil de seguir con la vista. 

La lógica indica que con estas premisas, en las 130 visitas al pantano deberían ser avistados antes los patos que los martines, y ha ocurrido lo contrario, lo que es más fácil de ver ha sido lo último en verse.

¿Y qué ocurre cuando en un espacio reducido como lo es el pantano de Vallvidrera hay dos machos y una hembra de la misma especie? Muy fácil: guerra, conflicto, enfrentamientos directos, no ha lugar a negociaciones de ningún tipo. Hay que aniquilar al enemigo, borrarlo del mapa y quedarse con el tesoro (la hembra).

La mayoría de fotografías que se realizan de fauna son imágenes de individuos solos, quietos o en leve movimiento. Lo realmente complicado es encontrar el instante en el que éstos interactúan entre ellos de forma muy rápida, y estas situaciones a mi parecer son las mejores de retratar. El resto sólo es paciencia y habilidad para hacer las fotografías.

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Yo he conseguido esto solamente en dos ocasiones; la primera fue hace unos años cuando dos ejemplares de gaviotas jóvenes competían entre sí por el alimento y la segunda, ahora.

Y de esto tratan las fotografías que hoy comparto en Las Fotos de los Lectores de La Vanguardia, de los enfrentamientos entre los dos machos, y de igual modo que hacemos los humanos, he podido plasmar en fotografías que ellos (los patos) también se enfrentan en los tres medios geográficos, tierra, mar (en este caso, en el agua del pantano) y aire.

De aquí en adelante me referiré al medio acuático como si fuese el mar aun siendo en realidad el agua de un pantano. La razón es que más adelante cuando se explique que los ánades “aterrizan” en el agua, la terminología correcta sería amerizar si fuese el mar, pero no existe un término específico para el agua de un pantano o de un lago. Algunas personas usan “lacuatizar” o “pantanizar” pero eso suena muy mal aun habiendo un término genérico “acuatizar”.

Uno de los dos machos ya es pareja de la hembra mientras que el otro actúa como satélite, siempre está próximo actuando de instigador lo que genera los constantes conflictos muy repetidos en cortos espacios de tiempo.

Esto parece cuadrar con lo que he podido leer en la wikipedia:

“Los ánades reales generalmente forman parejas (en octubre y noviembre en su área autóctona) solo hasta que las hembras ponen los huevos al principio de la primavera. En este periodo el macho la deja y se une a otros machos en espera de la época de muda estival que empieza en junio (en el hemisferio norte). Una vez adquiridas las plumas de contorno del plumaje de eclipse los machos pierden las plumas de vuelo quedando durante un mes aproximadamente sin capacidad de vuelo, por lo que permanecen escondidos entre la vegetación acuática. Las hembras no sufrirán este proceso hasta haber terminado de criar a su nidada. En el periodo previo a la muda los machos todavía están sexualmente activos y algunos permanecen a la espera para engendrar puestas de reposición, con aquellas hembras que han perdido o abandonado la anterior) o para aparearse por la fuerza con cualquier hembra de pato que aparezca aislada, sin importar su especie o si está criando una prole de patitos”.

Es bastante coherente pensar que la pareja ya se hubiese formado antes de llegar al pantano y ser seguida por el pato satélite, que va a seguir actuando como tal a la espera de que la hembra ponga los huevos a principio de la primavera y sea abandonada por su pareja. Aprovechar la ocasión de que la hembra quede libre para aparearse con ella, situación muy fácil ya que no hay otros competidores (recordemos que solamente hay 3 ejemplares en el pantano y se presupone que la actual pareja se irá de allí en el momento de dejarla).

Es bastante coherente pensar que la pareja ya se hubiese formado antes de llegar al pantano y ser seguida por el pato satélite

Ahora voy a comentar las fotografías. Son bastantes y es muy bonito poder ver las secuencias de enfrentamientos paralizadas en el tiempo. Observar la actitud de los ánades y sus poses naturales que adoptan en cada conflicto. El equipo empleado en las tomas es la Nikon D850 y un teleobjetivo Sigma 60-600 mm.

1. Presentación de los tres patos

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Los tres ejemplares juntos. Se aprecia perfectamente qué dos son la pareja y cuál es el pato satélite.

Daniel García
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La pareja de patos.

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Los tres ejemplares con medio cuerpo sumergido, alimentándose de lo que encuentran en el lecho del pantano.

Daniel García

2. Los conflictos entre los tres patos

Como ya he mencionado anteriormente el ánade real se enfrenta a su adversario por tierra, mar y aire. Las disputas siempre comienzan por mar o por tierra y terminan en el aire. No he observado que se inicien directamente desde el aire.

He podido comprobar que desde que se inicia un enfrentamiento hasta que finaliza transcurren, al menos, cuatro fases que yo las llamo así:

  • 1. Fase de aproximación.

  • 2. Fase de aceleración.

  • 3. Fase de despegue.

  • 4. Fase de persecución por aire y expulsión del adversario.

En ocasiones, si el “enemigo” está lo suficientemente cerca (de la hembra o de su pareja) la fase 1 no se realiza, se pasa directamente de la 2 a la 4.

Como antes he mencionado, al ser el escenario de convivencia un espacio tan reducido y haber solamente dos machos y una hembra, los enfrentamientos ocurren reiteradamente y son fáciles de fotografiar debido a que los ejemplares no se alejan excesivamente.

Con la cámara preparada para disparo en ráfaga he capturado bastantes secuencias de enfrentamientos, y unas pocas las comparto aquí.

  • Secuencia M (por el inicio del conflicto en Mar).

En estas cuatro fotografías se muestra la fase de aproximación. El ánade, digamos “propietario” de la hembra, inicia el proceso de defensa de sus intereses, se aproxima cautelosamente a su rival acortando las distancias y aumentando poco a poco la velocidad. Puede apreciarse que la ondulación del agua va aumentando gradualmente de la 1 a la 4.

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Empieza el conflicto de patos en el pantano de Vallvidrera.

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El pato con pareja se aproxima a su rival.

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El macho se acerca al otro.

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Persecución entre machos.

Daniel García

  • Fotografía M5. Fase de aceleración. 

La cámara que tengo dispara hasta 9 fotografías por segundo por lo que esta fase consta de más de una, pero solo muestro una de las tomas para plasmar esta parte del conflicto. El ánade perseguidor acelera repentinamente para dar caza a su adversario el cual inicia una maniobra evasiva acelerando su huida.

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El ánade perseguidor acelera repentinamente para dar caza a su adversario.

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  • Fotografía M6. Fase de despegue. 

La huida y la persecución alcanza un punto en el que resulta físicamente imposible continuarla en el agua. Ambos ejemplares alzan el vuelo donde la disputa continúa en el aire con más fluidez y velocidad.

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La huida y la persecución alcanza un punto en el que resulta físicamente imposible continuarla en el agua.

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  • Fotografías M7, M8 y M9. Fase de persecución por aire. 

Ambos ejemplares están ya en vuelo. El perseguidor atosigará al adversario hasta alejarlo de la hembra. 

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El perseguidor atosiga al adversario hasta alejarlo de la hembra.

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El perseguidor sigue al adversario.

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Persecución entre maños en el aire.

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Dado que el espacio es reducido, de todas las secuencias que he observado, la expulsión culmina cuando el ánade rival acaba posado en el muro del pantano (dos últimas fotos: M10 y M11).

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El ánade rival huye al muro del pantano.

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El ánade rival acaba posado en el muro del pantano.

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  • Secuencia T (por el inicio del conflicto en Tierra). Es idéntica a la secuencia M, existen las cuatro fases:

Aproximación donde el ánade perseguidor se acerca por tierra a su oponente (fotos T1, T2 y T3), 

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El ánade perseguidor se acerca por tierra a su oponente.

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El ánade perseguidor alcanza a su oponente.

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Los dos patos macho.

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Fase de aceleración (foto T4), 

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Fase de aceleración.

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Fase de despegue (fotos T5 y T6), 

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Fase de despegue.

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Los patos macho despegan.

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Fase de persecución y expulsión al muro (fotos T7, T8 y T9).

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Persecución entre los patos macho.

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Los patos macho, en disputa.

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Expulsión del pato.

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  • Secuencia AF1 (por ausencia de la fase 1).

Como ya se ha dicho, el ave expulsada o ánade satélite, seguirá actuando como tal a la espera que la pareja actual abandone a la hembra tras la puesta de huevos y, en ocasiones, en la reincidencia, comete el error de regresar a una posición muy cercana a la pareja, situación que provoca el inicio de un conflicto sin fase de aproximación. Se pasa directamente de la fase de aceleración, al despegue y nueva expulsión.

En estas cuatro fotografías (AF1, AF2, AF3 y AF4), no contento con ser expulsado al muro del pantano, el ánade satélite levanta el vuelo y no se le ocurre mejor cosa que amerizar extremadamente cerca de la hembra y de su rival.

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El pato satélite deja el muro.

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El pato se acerca a la pareja.

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El pato satélite ameriza demasiado cerca de la pareja.

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El pato satélite pone en alerta al otro macho.

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Fotografías AF5, AF6, AF7, AF8 y AF9. La pareja de la hembra reacciona de inmediato ante la intrusión iniciando instantáneamente la fase 2 obviando por completo la primera fase de aproximación.

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El macho se dirige hacia el macho intruso.

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El macho con pareja se acerca al intruso.

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El pato macho está a punto de alcanzar al otro.

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Persecución entre machos.

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La lucha está servida.

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- Fotografía AF10. Fase de despegue.

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Fase de despegue en plena lucha.

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- Fotografía AF11. Fase de persecución y nueva expulsión.

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La persecución y nueva expulsión.

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También he podido captar algunos instantes de otras persecuciones entre los patos en el pantano de Vallvidrera.

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Persecución entre patos macho en el pantano de Vallvidrea.

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Lucha de patos en el pantano de Vallvidrera.

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Persecución de patos.

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Persecución entre machos.

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Conflicto entre patos en el pantano de Vallvidrera.

Daniel García
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