* Los autores forman parte de la comunidad de lectores de Guyana Guardian
El día 30 de noviembre pasado, el municipio de Castellví de la Marca fue testigo de un evento singular: la conmemoración del centenario de su iglesia renovada.
Preparativos de la procesión del centenario a las nueve de la mañana.
La consagración de este templo tuvo lugar el 29 de noviembre de 1925. Para conmemorar esta ocasión, se organizó una marcha procesional desde el templo previo, erigido en el siglo XI, hasta la nueva edificación, que contaba con un siglo de antigüedad y se encontraba a más de dos mil metros de distancia. Dicha procesión atrajo a un considerable número de asistentes, provenientes tanto de la localidad como de las comunidades aledañas.
Organizando la procesión tras el camposanto y justo a la vera del antiguo templo de Sant Sadurní.
El evento ceremonial fue encabezado por el obispo Xabier Gómez García de Sant Feliu de Llobregat. La comitiva incluía una muestra comunitaria del ayuntamiento, tales como: Diables Els Petits Cremats, Petits Timbalers, Diables Els Cremats, Drac de la Múnia, Drac de Castellví, Gegants, Capgrossos, Ovella, Ball de Bastons, Ball de Picarols, Ball de Gitanes, Ball de Panderetes y Ball de Pastorets.
Los tres portadores de la cruz junto al obispo y el alcalde.
Tras esta conocida escenificación del pueblo, le seguían tres portadores de la cruz gótica parroquial, la cual data del siglo XVI, junto con el incensario y el hisopo, los monaguillos, el obispo y el párroco de la iglesia.
Comenzando el desfile de la procesión de la Mare de Deu del Castell, con gran entusiasmo por parte de las portadoras.
Tras la imagen de la Mare de Déu del Castell, que las mujeres del pueblo portaban sobre andas, avanzaba la figura de San Sadurní, igualmente transportada a hombros por los residentes locales.
El Obispo y el cura párroco en sus primeros pasos del recorrido.
Junto a la virgen y el santo, marchaban 60 devotos portando sus velas encendidas. Seguidamente, las autoridades del municipio y los políticos invitados se unieron a la comitiva, y cerrando el desfile, iba la banda de música Fanfarra de Torredembarra.
Los portantes del Santo también empiezan el recorrido con ilusión.
En resumen, se trató de una manifestación de devoción del pueblo, además de ser un instante de gran sentimiento al poder ser parte y festejar un evento de tal magnitud como la celebración del centenario de la nueva iglesia.
La primera parte del trayecto presentaba un descenso pronunciado y un paisaje de pinos espectacular.
El nuevo templo de la congregación de Sant Sadurní
La edificación de la nueva iglesia parroquial de Sant Sadurní se realizó en un estilo neogótico, con los diseños y la supervisión de la construcción a cargo del arquitecto Enric Sagnier, y posteriormente de su hijo, Josep M. Sagnier.
En todo momento la procesión estuvo marcada por los feligreses y sus cirios.
La mayor parte del esfuerzo provino de la contribución de la congregación cristiana en el pueblo de Castellví de la Marca; todos colaboraron durante cerca de tres años en su tiempo libre, lo que permitió su inauguración el 29 de noviembre de 1925. No obstante, la torre del campanario no se completó en ese periodo.
El Obispo y el párroco, acompañados por sus monaguillos, se encontraban entre quienes llevaban la cruz y las imágenes de los santos.
La procesión transcurría por el vello paisaje en medio del bosque.
Among the popular dances, the Picarols were present, and despite their young age, they completed the entire route.
Durante el estallido de la guerra civil, este lugar de culto parroquial fue despojado y objeto de serias profanaciones, además de padecer un incendio que calcinó una porción del edificio, no obstante, su armazón se mantuvo en condiciones razonablemente buenas.
Los bailes populares estuvieron muy animados durante todo el recorrido.
Durante el conflicto bélico, el edificio del templo se utilizó como almacén de suministros militares. La residencia del párroco permaneció intacta y fue asignada como alojamiento para los milicianos. La totalidad del registro parroquial fue aniquilada, con la excepción de una preciada cruz de plata del siglo XVI, la cual unos devotos ocultaron en un montón de heno durante los tres años del enfrentamiento civil.
Delante de la banda iban las autoridades.
Los fieles de mayor edad se unieron a la marcha en el trayecto intermedio.
Aquí se puede apreciar con más detalle la extraordinaria cruz del siglo XVI.
En el año 1950, bajo la dirección del párroco Mn. Jaume Benito, se emprendió la restauración y ornamentación del altar principal. La ejecución de la pintura central fue encomendada al reconocido artista y pintor Josep Maria Gual Barnadas, quien previamente se había formado en la prestigiosa Escola de Llotja de Barcelona y tuvo como mentores a Lluís Muntaner y Ernest Santasusagna.
La marcha avanza ahora en terreno llano, y a lo lejos se distingue el “castellot”, punto de partida del municipio.
Su producción artística comenzó dentro de las corrientes académicas, obteniendo gran fama durante su tiempo. En el año 1957, junto al párroco Mn. Joan Esteve, se completó el altar de la Mare de Déu del Castell, y las obras pictóricas fueron encomendadas a Agustí Ferré Pino.
La cruz en primer termino y en el fondo, el “castellot”.
En 1955, el párroco Mn. Jaume Rafanell dio comienzo a los trabajos de renovación en la iglesia de Sant Sadurní, los cuales fueron encomendados al arquitecto Josep Maria Sagnier.
Delante de los Gigantes iba uno de los Dracs.
La edificación conservaba signos de deterioro de la guerra civil. En ese mismo período, se concluyó la construcción del campanario.
La Ovella afirma ser el único pueblo en Catalunya que cuenta con esta danza tradicional.
La pila bautismal de Sant Sadurní es de forma cuadrangular, con esquinas suavizadas y costados ondulados. Sus paredes ascienden rectas hasta unos 30 cm de su apertura, momento en el que comienza la sección cóncava de la base del recipiente. Probablemente, se apoyaba sobre un pedestal de unos 40-50 cm de altura. Esta configuración es bastante inusual y solo se encuentra en la región del Penedès, específicamente en la pila de Sant Jaume de Domenys.
Entre viñedos la procesión se va acercando a la nueva iglesia de Sant Sadurní.
Aunque hoy en día está en varias partes, se conservan del material original tres secciones que conforman la totalidad de la base y porciones de los lados, posibilitando su restauración. La abertura tiene un reborde que consiste en dos molduras adyacentes en su cara lisa y una tercera de 5 cm que la circunda en el costado.
Después de dos horas se llega a la puerta de la nueva iglesia centenaria.
A 30 cm from the opening, a 5 cm wide border is present, composed of numerous small pyramids with a 2.5 x 2.5 cm base. This structure originates from the former parish church of Castellví de la Marca, located adjacent to the cemetery. This site holds significant remnants of the original Romanesque sanctuary, also dedicated to Sant Sadurní, which was vacated in 1925.
Entrando al interior de la iglesia.
La histórica iglesia de la Parroquia de Sant Sadurní
La antigua iglesia de Sant Sadurní de la Marca recibió consagración el 29 de abril de 1101, dedicada a San Sadurní, y se documentó por primera vez en 1066 en relación con la resolución de un litigio.
Dos miembros de cada baile popular haciendo entrega del velón litúrgico.
La edificación se divide en dos fases fundamentales: la inicial, que comprendió la construcción de una única nave y data de los siglos XI-XII; y la subsiguiente, donde se incorporaron dos naves adicionales, llevada a cabo entre los siglos XIII y XIV.
Dos miembros de cada grupo popular del municipio después de la ofrenda.
Las tres capillas laterales y la torre del campanario datan de una época posterior. En 1679 se añadió un pórtico a la entrada. El arco se vino abajo en 2011. Tras una renovación en 1879 y quedar aislada en 1925, se decidió edificar un nuevo templo, quedando esta estructura clausurada y sufriendo daños en la década de 1930 debido a los sucesos revolucionarios.
Se trata de un templo de arquitectura románica situado en la base de la montaña del Castellot, junto al camposanto. Presenta tres naves, si bien en su origen solo contaba con una cubierta por bóveda de cañón y arcos fajones, y un ábside semicircular adornado con arcos ciegos, bandas lombardas y tres vanos de medio punto.
En el siglo XIII se incorporó una segunda nave cubierta con bóveda apuntada, y posteriormente, en el siglo XIV, se añadió otra de estilo gótico, la cual se conectaba al interior mediante arcos formeros de medio punto.
El tejado es a dos aguas, y el campanario, de base cuadrada, presenta un tejado a cuatro aguas y vanos de arco de medio punto. En el interior se encuentra una pila bautismal de forma cuadrangular con esquinas redondeadas y lados ondulados, que es singular desde una perspectiva tipológica, al ser la única junto con otra en la región del Penedès, concretamente en Sant Jaume dels Domenys.
Actualmente está dividida, con tres fragmentos que forman la totalidad de la base y secciones de los costados, permitiendo su restauración. La entrada, ubicada en el frente Sur, presenta un arco de medio punto con dovelas y cornisas.
Tras abandonar el templo, y como era de esperar, Els Petits Cremats, Diables Els Cremats, Drac de la Múnia, y Drac de Castellví, ofrecieron una exhibición pirotécnica.
La torre del campanario, erigida en una etapa posterior, presenta una base cuadrada y está coronada por un tejado a cuatro aguas desprovisto de cualquier adorno en sus paredes.
Desde el siglo XVII se llevaron a cabo numerosas modificaciones. En 1921, al verse separada de la población que se expandía en la zona más plana del municipio, se decidió construir una iglesia nueva, de modo que cuando la nueva iglesia se completó en 1925, la antigua dejó de albergar ceremonias religiosas.
En los años posteriores, la falta de mantenimiento provocó un gran deterioro, y durante la década de 1930, los eventos revolucionarios causaron daños en toda la estructura. Para observar su condición presente dejo el link, consulta el artículo que elaboré en 2021.
Todas estas festividades del centenario culminarán con la publicación del libro Del castell a la plana,, el cual detallará la historia de una parroquia con mil años de antigüedad, una de las edificaciones eclesiásticas más vetustas del Alt Penedès. Naturalmente, el capítulo postrero de esta obra recogerá la totalidad de los eventos conmemorativos del centenario de esta iglesia renovada.
' Del castell a la plana'.
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