* La autora forma parte de la comunidad de lectores de La Vanguardia
Planificar un viaje a Países Bajos con mi marido y una buena pareja de amigos ha sido una idea genial. En nuestras escapadas (puede tratarse de seis o siete días) está siempre incluido el factor sorpresa, así que lo que en un principio iba a consistir en recordar algunas de las ciudades holandesas se convirtió en un viaje de mayor envergadura, incluyendo dos países más: Bélgica y Alemania.
Al calor sofocante que se preveía en muchas zonas de España, he de añadir que salir de nuestro país a tierras centroeuropeas iba a suponer un estímulo importante, ya que las temperaturas por allí suelen ser más suaves. Y aunque el final lo coronamos con más de 30 grados, se puede decir que el clima en los días anteriores fue muy soportable y nos permitió pasar gran parte del tiempo haciendo recorridos a pie en horas del mediodía y de la tarde.
1. Bélgica
Empezar el viaje explorando Bélgica, pese a que fijamos nuestra residencia en Breda (Holanda), fue todo un reto, ya que sus maravillosas construcciones hacen que otros destinos no se puedan comparar en belleza.

Estación de ferrocarril de Ostende (Bélgica).
Así fue como en un día visitamos cuatro de sus ciudades, las tres primeras más conocidas, Amberes, Gante, Brujas y Ostende, dejándonos sorprender por sus numerosos encantos. Sin embargo, fuimos muy conscientes en todo momento que esa arquitectura tan peculiar no nos iba a impedir apreciar otras joyas que presenciamos por Alemania y Países Bajos.
Como apuntaba antes, hablando de las temperaturas, suelen ser los meses de junio a septiembre los mejores para visitar el hermoso país de los molinos y canales, aunque supongo que ver la floración de los tulipanes entre marzo y mayo debe de ser todo un espectáculo.
2. Países Bajos
Me gustaría destacar que Holanda es un lugar donde la tranquilidad parece ser parte del aire que se respira. Otro detalle que pudimos comprobar es la amabilidad de sus habitantes y su gran disposición para ayudar a los extranjeros.

Ayuntamiento de la ciudad de Maastricht (Holanda).
Países Bajos es un lugar donde la tranquilidad es parte del aire que se respira
Una cosa que realmente nos sorprendió es ver a jóvenes y a adultos bien vestidos moviéndose en bicicleta para ir a sus trabajos. Leyendo acerca de los holandeses y sus hábitos, he descubierto que este país tiene más ciclovías que carreteras y que hasta el primer ministro va pedaleando por las calles.

Alkmaar (Holanda), ciudad donde cada viernes, de abril a septiembre, se celebra un mercado de quesos.
Nosotros tuvimos la percepción de que ser transeúnte no resulta tan cómodo, ya que hay que estar muy pendiente de ese gran número de bicis a la hora de pasear, principalmente, por zonas urbanas con una población importante.
Empezamos recorriendo Maastricht, una ciudad vibrante y que destaca por ser un importante centro económico; continuamos por Alkmaar, donde estuvimos en su famoso mercado de quesos de los viernes; seguimos por Volendam, una de las excursiones más populares para los millones de turistas que cada año visitan esta población.

Foto nocturna del Ayuntamiento de la ciudad de Breda (Holanda).
Acabamos con Utrecht, lugar donde encontramos rincones con encanto, y Hertogenbosch, con calles empedradas y la impresionante catedral de St. John. En una lista a parte figuran Dordrescht y Willemstad, dos ciudades que visitamos por primera vez y que a los cuatro nos gustaron mucho.

Órgano de la catedral de St. John en Hertogenbosch (Holanda).
La primera es la más antigua de Holanda, con bonitos canales y un encantador casco antiguo, y la segunda, de dimensiones más reducidas, destaca por su puerto y algunas terrazas donde sentarse y tomar algo, como así lo hicimos nosotros.
Alemania
Dejo para finalizar esta crónica la capital imperial de Aquisgrán, en Alemania, lugar que Carlomagno escogió como sede de su imperio. Hoy es una población universitaria con un pequeño casco histórico dominado por su impresionante catedral. Fue el primer monumento de este país incluido en la lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO en 1978.
Como siempre, viajar es más que un lujo; es una experiencia transformadora que nos enriquece, creando una mayor conexión con el resto del mundo. Y si se hace con amigos se disfruta aún más planeando el viaje, y se revive a la vuelta, cuando lo recordamos.

Aquisgrán (Alemania), parte trasera del Ayuntamiento.
Como en muchos de mis escritos, quiero sellar éste con una frase. En este caso se trata del famoso escritor y filósofo inglés Aldous Huxley:
“Europa está tan bien cuidada que parece una obra de arte, una teoría científica, un ordenado sistema metafísico. El hombre ha recreado Europa a su propia imagen”.
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