La ausencia de los Reyes en la ceremonia de reapertura de la catedral de Notre Dame, celebrada este sábado en Paris, de la que ni la Zarzuela, ni la Moncloa han ofrecido explicaciones, ha provocado la reacción del PP, cuyos máximos dirigentes, encabezados por su líder, Alberto Núñez Feijoo, han expresado su indignación. El Rey no puede decidir su presencia en un acto oficial que, tanto dentro como fuera de España, tiene que ser refrendada por el Gobierno.
Hace algunas semanas, el Elíseo cursó las invitaciones para la ceremonia que en el caso de España se recibieron en la Zarzuela y en el ministerio de Cultura con la condición de no delegables. El ministro Ernest Urtasun, adscrito a la coalición Sumar, declinó la invitación, por su agenda familiar, lo que condicionó la presencia de los Reyes. En la agenda del gobierno pone que Urtasun asistió a la función “Circlassica”, del circo mundial en el recinto Ifema de Madrid, a la misma hora que se celebraba la ceremonia en la catedral de París.

Los Reyes, en una foto de archivo, tomada en Madrid
En el funeral por Isabel II, los Reyes estuvieron acompañados por el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares.
Con la decisión de Urtasun, que es la del Gobierno, la Zarzuela se encontró con las manos atadas, aunque también es cierto que desde la Casa Real no se movió ficha a fin de reconducir la situación. La posible presencia de los Reyes en París nunca llegó a estar programada en su agenda, de lo que se deduce que la decisión de declinar la invitación se tomó, desde la Casa del Rey, antes de que el propio Rey tuviera conocimiento y/o teniendo en cuenta, además, los condicionantes de la propia agenda privada de los Reyes.

Los reyes Felipe y Matilde de Bálgica junto a Enrique y María Teresa, grandes duques de Luxemburgo, este sábado en la catedral de Notre Dame
En esta ocasión, la situación se agrava ante la falta de explicaciones del Gobierno a la ausencia de una representación de España en la ceremonia de Notre Dame (no fue ni tan siquiera el embajador) que lleva a pensar en algún desacuerdo importante y desconocido con el gobierno de Macron.
Sea como fuera, la decisión del Gobierno salpica al Rey. Desde la Zarzuela tampoco se ha ofrecido una justificación sobre la ausencia, alegando que únicamente la ofrecen cuando se anuncia la presencia y posteriormente se suspende.
En este caso a la decisión del Gobierno para no enviar una representación de España a la reapertura de Notre Dame se suman las razones no hechas públicas por la Zarzuela para que, el Rey, o quien lo hiciera en su nombre, declinara la invitación del Elíseo. La presencia de los actos importantes a los que el Rey es invitado se consensuan entre la Zarzuela y la Moncloa y, en ocasiones, se negocia
El líder del PP, Alberto Núñez Feijó, ha expresado su indignación a través de la red social X en un mensaje que dice “La ausencia de España en la reapertura de la Catedral de Notre Dame es una vergüenza para nuestro país. Una vez más, el Gobierno no está a la altura de la sociedad a la que debe servir”, en términos parecidos se han pronunciado la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Diaz-Ayuso, y el diputado Borja Sámper, entre otros políticos populares.
Tres casas reales católicas y vecinas estuvieron en la ceremonia
La presencia de representantes de tres de las cuatro casas reales católicas de Europa, cuyos países Bélgica, Luxemburgo y Mónaco, al igual que España son vecinos de Francia, resaltó la ausencia de los Reyes en la ceremonia. Además de Felipe y Matilde de Bélgica, Enrique y María Teresa de Luxemburgo y Alberto de Mónaco, en la ceremonia estuvieron presentes, además, el príncipe Guillermo de Gales (anglicano) y Mulay Rachid, hermano del rey de Marruecos (musulmán).

El príncipe Guillermo de Gales saluda la presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump este sábado en la catedral de Notre Dame
A la ceremonia, por invitación del presidente Emmanuel Macron, asistieron igualmente el presidente electo de Estados Unidos Donald Trump; la primera dama Jill Biden, esposa del presidente saliente de Estados Unidos Joe Biden, el presidente de Ucrania Volodímir Zelenski; el presidente de Italia, Sergio Mattarella, y la primera ministra, Giorgia Meloni, así como los presidentes de Alemania, Polonia, Croacia, Bulgaria, Estonia, Finlandia y Lituania, entre otros. También hubo una amplia representación de los países africanos francófonos.