Aliança Catalana no tenía previsto que hubiera elecciones al Parlament en primavera. La formación había planeado centrarse durante el 2024 en la expansión territorial para afrontar los comicios catalanes que se esperaban para finales de año o principios del 2025 con garantías. La cita del 12 de mayo alteró el guion establecido.
La organización de Sílvia Orriols, que en el 2023 presentó solo tres candidaturas en las municipales –Ripoll, Manlleu y Ribera d’Ondara–, obtuvo dos diputados en la contienda autonómica sin estructura territorial, aunque pudo ubicar en la geografía catalana 162 puntos para recoger avales. Las proyecciones demoscópicas les dan ahora más diputados, entre seis y siete. Además, arrancan el nuevo año con cinco concejales más, independientes de Sant Antoni de Vilamajor y de Bellpuig se han sumado a su organización.
La formación de Sílvia Orriols asegura que ha logrado penetrar en el área metropolitana de Barcelona
Tras las elecciones catalanas, en julio, la formación de extrema derecha independentista celebró en Ripoll, su principal bastión y donde tienen la alcaldía desde el 2023, su primer congreso y recuperó el plan inicial. Este otoño Aliança se ha dedicado al despliegue territorial. Desde octubre se han constituido 17 direcciones comarcales, desde el Segrià hasta el Montsià y el Baix Ebre. Prevén mantener ese ritmo en los próximos meses.
A día de hoy Aliança, que se fundó en el 2020, cuenta con 714 militantes al corriente de pago, apuntan fuentes del partido que hacen gala de haber penetrado en el área metropolitana de Barcelona. “Hemos roto el techo de cristal”, dicen. Un objetivo que tenía siempre Convergència y que Junts ha heredado. Fuentes de la organización aseguran que donde más militantes tienen es en el Barcelonès, en el Vallès Occidental y en el Baix Llobregat, por ese orden. Con todo, admiten que es donde hay más población y que, por tanto, hay más probabilidad de que haya militantes en esa zona.
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Donde el partido se hace más fuerte, sin embargo, es en la Catalunya “interior y rural”, apuntan desde Aliança. Sobre todo en el eje que va desde Figueres, pasando por Olot y la Catalunya central, Vic y Manlleu, hasta Alcarràs.
En otro orden de cosas, desde la formación lamentan que en el Parlament se les aplica un cordón sanitario por parte de otras formaciones –aunque Junts se ha descolgado y se ha abstenido en algunas de sus propuestas– y que los medios les silencian. Pero en las redes se fortalecen. “Porque no hay censura”, apostillan fuentes de la dirección del partido.
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A pesar de esas quejas, las fuentes consultas del partido, que pone el foco en la inmigración de forma recurrente en sus discursos y que lanza duras críticas contra el resto de formaciones del arco parlamentario, conceden que la reforma del reglamento que impulsaron Esquerra y la CUP al inicio de la legislatura para que los anticapitalistas no coincidieran en el grupo mixto con Orriols les ha brindado más oportunidades.
Aunque los recursos económicos y humanos son los mismos que tenían en la casilla de salida, Orriols dispone de mucho más tiempo. Con dos diputados, puede preguntar en cada sesión de control al president Salvador Illa, tiene voz y voto en la junta de portavoces y cuando se abre un turno de intervención para los grupos dispone del mismo tiempo que el resto de formaciones toda vez que están solos en el grupo mixto.
