Sánchez mantiene la incógnita sobre el relevo del liderazgo del PSOE andaluz

El futuro del socialismo

El presidente busca recuperar poder territorial, siendo “competitivo” en las urnas

La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, en una rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, en el Palacio de la Moncloa, a 8 de noviembre de 2022 (Foto de archivo).

La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, en una rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros.

Eduardo Parra - Europa Press / Europa Press

“Van a ser los militantes del Partido Socialista en Andalucía quienes decidan su futuro”. Esto fue todo lo que Pedro Sánchez respondió, el pasado lunes en su comparecencia de fin de año en la Moncloa, cuando se le preguntó por la posibilidad de que María Jesús Montero opte a asumir las riendas del PSOE de Andalucía. El presidente del Gobierno, por tanto, ni confirmó ni descartó nada, mientras todo el PSOE se mantiene a la expectativa de una decisión que, en todo caso, es inminente.

Justo después de Reyes, a más tardar, tendrá que despejarse la incógnita porque entre el 7 y el 10 de enero está establecido el plazo para registrar las candidaturas para liderar la principal federación socialista, con más de 40.000 militantes al corriente de pago según el censo del último congreso federal en el que Sánchez revalidó el cargo de secretario general del PSOE, precisamente en Sevilla.

Con un PSC “fuerte” en Catalunya, el PSOE precisa recobrar pulso electoral en Madrid, Valencia y Andalucía

Ahora que el PSC está “muy fuerte” en Catalunya, con Salvador Illa en la presidencia de la Generalitat y Jaume Collboni en la alcaldía de Barcelona, Sánchez quiere recuperar el pulso, sin la presión de un calendario electoral inminente en todo el 2025, en otros territorios imprescindibles para que el PSOE pueda estar en condiciones de afrontar con mínimas garantías de éxito las elecciones generales del 2027, si el presidente logra, como pretende, agotar la legislatura. Y estos territorios clave son los que incluyen las circunscripciones más pobladas y aportan un mayor número de diputados al Congreso junto a Catalunya. Esto es: la Comunidad de Madrid, la Comunidad Valenciana y Andalucía.

Para las dos primeras, Sánchez ya tiene resueltos los nuevos liderazgos de estas federaciones socialistas y próximos candidatos electorales autonómicos: los ministros Óscar López y Diana Morant. Y ahora falta por despejar la incógnita de Andalucía, después de que otra ministra, la portavoz del Gobierno Pilar Alegría, formalizara el pasado sábado su candidatura a la secretaría general del PSOE de Aragón.

Una encrucijada ante la que muchos vuelven a apostar por quien siempre consideraron “la mejor opción”: la todopoderosa vicepresidenta primera del Gobierno, ministra de Hacienda, y vicesecretaria general del PSOE, María Jesús Montero.

Montero acumula un poder con Sánchez que algunos equiparan con el que tuvo Guerra con Felipe González

Hasta ahora, imperaba no obstante la impresión de que Sánchez no podía prescindir de Montero –pese a que ninguno de los ministros citados está previsto que salgan del Gobierno hasta que no se aproximen las elecciones autonómicas–, debido a que acumula un poder que algunos equiparan con el que en su día tuvo Alfonso Guerra con Felipe González. Pero lo que hasta ahora parecía imposible, vuelve a ser una opción, según reconocen en el PSOE.

El propio Sánchez resaltó recientemente la “lealtad” del actual líder de los socialistas andaluces, Juan Espadas –en el cargo desde que, en julio del 2021, sustituyó a Susana Díaz–, y defendió su labor de oposición al presidente de la Junta, Juan Manuel Moreno Bonilla, “en condiciones adversas” ante la mayoría absoluta de la que ya disfruta el PP. Pero también advirtió: “El partido tiene que prepararse para ser competitivo”. Si no hay adelanto electoral, la próxima cita con las urnas autonómicas en Andalucía está prevista para junio del 2026.

Y Montero, pese a que siempre evitó figurar en las quinielas y debates sobre el relevo en el liderazgo del PSOE andaluz, al haber dado por concluida su etapa en este territorio tras incorporarse al Gobierno central en el 2018 –ya fue consejera en los ejecutivos autonómicos de Manuel Chaves, José Antonio Griñán y Susana Díaz–, también asume: “Yo estoy donde el presidente me diga”.

Dirigentes de Ferraz y San Vicente coinciden en que, ante el congreso regional que el PSOE andaluz celebrará el 22 y 23 de febrero en Armilla (Granada), Espadas dará un paso al lado: “Se va, no seguirá”, aseguran. El propio Espadas dejó esta puerta abierta en el comité director de la federación, el pasado viernes en Jaén: “Comienza otra etapa, a partir de aquí esta dirección deja paso, y peso, a la militancia, a la renovación de este proyecto para hacerlo más fuerte”.

El otro nombre sobre la mesa es el de Juan Francisco Serrano, adjunto al secretario de organización de Ferraz, Santos Cerdán, quien para sus defensores representaría un verdadero relevo generacional para tratar de impulsar a la federación andaluza con nuevos bríos, pese a las horas bajas que atraviesa tras perder la presidencia de la Junta, por vez primera en democracia, en enero del 2019. Pero el tiempo apremia... y la decisión final es inminente.

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