Ultimátum a Sánchez

Pedro Sánchez ha sufrido estos días su particular semana de penitencia. Los socios de investidura han salido en procesión para dejarle claro que el crédito del Gobierno se está agotando y que tiene que ponerse las pilas o dejarán de darle apoyo en el Congreso. Una advertencia que puede complicar aun más la endemoniada aritmética parlamentaria y con la que alertan de que los compromisos pactados no se están ejecutando.

Así se lo avisan en Junts, quienes no tienen empacho en posicionarse con PP y Vox para presionar al PSOE. Al secretario general de los posconvergentes, Jordi Turull, se le está agotando la paciencia. Considera que el Gobierno no ha avanzado en el tema del catalán en Europa ni en la aplicación de la ley de Amnistía y amagan con darle un ultimátum a Sánchez. “No ponemos una fecha, pero lo que es evidente es que esto no es indefinido”, señaló hace unos días Turull para reclamar que se cumplan los compromisos de la mesa de negociación de Suiza. Los posconvergentes lamentan que mientras las conversaciones con el mediador internacional dan resultados, es difícil que los socialistas los acaben poniendo en práctica.

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El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante su comparecencia tras el Consejo de Ministros de este martes.

Javier Lizón / EFE

Los socios de investidura salen en procesión para advertir al Gobierno que el crédito se agota

Si a esto se le suma que Podemos, que se ha erigido como nueva oposición al PSOE para hacer valer sus cuatro diputados, ha anunciado su voto contrario al traspaso de competencias en inmigración para Catalunya, el enfado de los posconvergentes aumenta. Sin el sí de la formación morada es imposible que esta transferencia de la que Junts quiere sacar pecho tenga luz verde en la Cámara Baja.

Los jetzales también se han alzado contra de los incumplimientos del PSOE. El domingo en el Aberri Eguna el lehendakari Imanol Pradales advirtió que el calendario pactado “va muy lento” y que si no se acelera puede resultar problemático en el medio plazo. Y como no hay dos sin tres, ERC por boca de Oriol Junqueras reclamó el lunes de Pascua que si no hay financiación singular para el 30 de junio caerán los presupuestos del Estado de 2026 y también los de Catalunya.

En los primeros meses del año Sánchez solo ha podido sacar adelante cuatro reales decretos y una ley, la del desperdicio alimentario. Ayer anunció un ambicioso plan para aumentar el gasto en defensa hasta el 2% del PIB sin pasar por el Congreso y su socio de coalición, Sumar, ya ha levantado la mano para decir que no. Los próximos meses la situación en el Congreso puede ser aun más irrespirable y complicada para Sánchez que difícilmente puede dar el gusto a unos y a otros.

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