El tifón Co-May, que ha azotado el este de China, obligó este jueves al presidente de la Generalitat, Salvador Illa, a alterar la última etapa de su viaje oficial por el gigante asiático. La alerta por el fenómeno meteorológico, el octavo de la temporada y que este jueves amainó a tormenta tropical, hizo que Illa, en lugar de viajar con toda la comitiva en tren hacia Shanghai, tuviera que pasar la noche en Wuhu, ciudad en la visitó la factoría de la automovilística Chery y donde firmó el acuerdo para abrir en Cornellà de Llobregat un centro de investigación y desarrollo.
La delegación catalana tenía previsto este jueves viajar hasta Shanghai en el tren bala, pero a causa del Co-May la red ferroviaria sufrió graves restricciones que provocaron numerosas cancelaciones. Tampoco era posible viajar por carretera dado que quedaron cortadas por el efecto de estas intensas precipitaciones. De hecho, la megalópolis oriental china tuvo que evacuar a más de 280.000 personas de zonas vulnerables ante el paso del tifón, que provocó la cancelación de unos 640 vuelos con origen o destino a los dos aeropuertos de la ciudad, un tercio del total.
El presidente de la Generalitat, Salvador Illa durante su visita a la planta de Volkswagen en la localidad china de Hefei
La comitiva intentó buscar a última hora del martes alternativas para salir de Wuhu, donde no había previsión de pasar la noche. Primero se planteó hacer el traslado por carretera, aunque eso supusiera alargar el trayecto entre las dos ciudades chinas separados por unos 360 kilómetros, pero al final se encontró una opción mejor en tren. No era bala, pero al fin y al cabo era más rápido que viajar en autocar.
Sin embargo, al mediodía el traslado a Shanghai también se suspendió y la comitiva tuvo que resignarse a pasar la noche en Wuhu.
El problema fue que mientras Illa decidía si se quedaba en esa ciudad o no, las maletas de la delegación y las del propio president ya viajaban desde hacía horas con destino al hotel de Shanghai, donde según el programa tenía previsto pasar la noche. La delegación se quedó sin muda de recambio y al president se le complicó poder salir a correr a primera hora de la jornada, como está haciendo estos días durante su viaje institucional que hasta el momento le ha llevado a Pekín, Hefei y Wuhu. En Hefei hizo 10 kilómetros a lo largo de la ciudad en tiempo de 58,36 minutos –con un calor y humedad superlativas– acompañado de los Mossos que le sirven de guardaespaldas y de compañeros de carrera al mismo tiempo. Previsiblemente, este viernes descansan.
La delegación confía en poder viajar este viernes finalmente hacia Shanghai en un tren que parte de Wuhu a las ocho de la mañana, si el tiempo lo permite, ya que además de la entrada del tifón las autoridades del país emitieron otra alerta, en este caso amarilla, por el tsunami que provocó en el Pacífico el terremoto frente a las costas de la península rusa de Kamchatka. Aunque no se prevén afectaciones importantes en el litoral chino la emergencia se activó.
El Co-May no solo ha alterado los planes de traslado en el viaje institucional, también el programa previsto. La comitiva tenía planeado visitar el puerto de Shanghai y aunque el tifón ya tomó tierra y derivó en tormenta tropical, debido al retraso de la llegada de la delegación a la ciudad solo se visitarán las oficinas de las instalaciones portuarias.
Entre tanto, y por añadido, parte de la costa china está en alerta por los efectos del terremoto registrado en Rusia y que ha alterado el estado del océano Pacífico.
