¿Unas fuerzas más amadas que armadas?

El debate sobre el gasto militar

El Ejército es la segunda institución mejor valorada aunque los españoles siguen resistiéndose a invertir más en Defensa

Varios militares desfilan durante el desfile militar con motivo del día de las fuerzas armadas, a 25 de mayo de 2024, en Oviedo, Asturias (España). El Principado de Asturias acoge hoy la celebración del Día de las Fuerzas Armadas (DIFAS) 2024 con un acto central en Oviedo presidido por Sus Majestades los Reyes. El acto consiste en un homenaje a la bandera y a los caídos en un desfile terrestre. Desfilan seis agrupaciones: Guardia Real, Batallón de Marina, Escuadrón del Aire, Agrupación de la UME y la Guardia Civil, Agrupación del Regimiento Príncipe, Zapadores de Montaña y Paracaidistas y Agrupación de la Legión y Regulares, cierra la caballería de la Guardia Real y el Escuadrón de Sables de la Guardia Civil.

Una imagen de efectivos militares durante el desfile con motivo del día de las Fuerzas Armadas.

Imanol Rimada - Europa Press / Europa Press

En 1935, el militar más condecorado en la historia de los Estados Unidos, el general Smedley Butler, escribió que “La guerra es una estafa” que solo beneficia a los fabricantes de armamento y destruye las vidas de millones de personas. Años después, otro general estadounidense, Dwight Eisenhower, alertó contra la “influencia injustificada” y hasta “desastrosa” del “complejo industrial-militar”. Los españoles, enemigos del entonces teniente Butler durante la guerra de Cuba de 1898, parecen compartir hoy los recelos de ambos militares ante un aumento excesivo del gasto en Defensa. Eso sí, en medio de una paradoja: el Ejército español se ha convertido en una de las instituciones en las que más confían los ciudadanos.

Actualmente, casi un 80% de los consultados por el CIS expresa mucha o alguna confianza en las Fuerzas Armadas y solo dos de cada diez desconfían de ellas. Sin registros anteriores a 1994, los distintos indicadores dan a entender que la buena imagen del Ejército se ha fraguado sobre todo en las dos últimas décadas. Anteriormente, el recuerdo de la Guerra Civil y la intentona golpista del 23-F alimentaban los recelos hacia la institución militar. Luego, la proyección internacional, primero, y la profesionalización del Ejército, después, han contribuido a esa mejora reputacional. Y la creación de la Unidad Militar de Emergencias, hace justamente 20 años, ha actuado como un potente catalizador de la percepción positiva de la ciudadanía.

La creación de la UME y la proyección internacional o la profesionalización de las Fuerzas Armadas han contribuido a mejorar su imagen

La confianza en el Ejército marca récords en la actualidad, ya que casi un 80% dice confiar en las Fuerzas Armadas

Las series son inequívocas. Hace más de 30 años, el Ejército cosechaba un aprobado justito en la escala de confianza: un 5,2. A día de hoy, la nota (6,8) se acerca al notable. Y si la confianza se refleja en términos explícitos, la inversión es espectacular: en 1998, el porcentaje de ciudadanos que desconfiaban de la institución militar (49%) superaba la cifra de quienes confiaban en ella (46%). Más de 25 años después, la tasa de confianza ha crecido hasta 30 puntos (al 77,3%) y la desconfianza se ha desplomado en un grado similar.

De hecho, el Ejército mantiene una apretada pugna con las fuerzas de seguridad por el primer puesto en los índices de confianza: apenas tres puntos menos en el porcentaje de ciudadanos que confían en la institución militar, aunque es probable que, actualmente, en una puntuación de 0 a 10 las Fuerzas Armadas se sitúen ya a la par o por delante de la Policía o la Guardia Civil. La comparativa con otras instituciones deja también un saldo muy favorable al Ejército: en tres décadas, las FAS han mejorado en más de un punto y medio su valoración. En cambio, organismos y entidades como el Gobierno central (un punto menos), la Iglesia católica (dos puntos menos) o la Justicia se han hundido o estancado en el terreno del suspenso.

El 60% ve suficiente o excesivo el gasto en defensa, pero casi un 40%, 32 puntos más que en 1985, cree que es poco

Es más: en confianza declarada por los consultados, la Iglesia ha pasado del 53%, en 1995, al 38%, ahora, y el Gobierno, del 45% al 32%. Por el contrario, las Fuerzas Armadas tenían la confianza de algo más del 50% de los ciudadanos hace tres décadas, y de casi el 80%, ahora. Ciertamente, en paralelo persisten las resistencias a gastar más en defensa, pero la buena imagen del Ejército viene ejerciendo una influencia positiva sobre la disposición de los españoles a dedicar más recursos al gasto militar.

Los últimos acontecimientos geopolíticos han convencido a muchos ciudadanos de que, a veces, la guerra es inevitable y los monstruos no se combaten poniendo la otra mejilla. De ahí que, mientras hace 40 años alrededor de la mitad de los españoles pensaba que se dedicaban demasiados recursos a la defensa del país, ahora esa tasa ha caído hasta el 20%. Y, paralelamente, mientras hace cuatro décadas solo uno de cada 20 ciudadanos juzgaba insuficiente el presupuesto militar, hoy son cuatro de cada diez .

Polarización partidista: hasta el 50% de los votantes del PP opina que se gasta lo suficiente en Defensa pero un 70% cree que Sánchez debería acatar el 5% de Trump

Ahora bien, incluso en este tema, la polarización partidista distorsiona las posiciones de los electores. Por ejemplo, un 70% de los votantes del PP cree que el Gobierno de Pedro Sánchez debería aceptar las exigencias de Donald Trump de elevar el gasto en defensa hasta el 5% del PIB. Lo curioso del caso es que hasta un 50% de los electores populares opina que España ya gasta lo suficiente o incluso demasiado en Defensa.

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