El lehendakari imprime una marcha más

La legislatura vasca

El líder del Gobierno vasco endereza en su primer año algunas cuestiones de gestión, pero se la jugará en los grandes temas

Imanol Pradales Gil es un sociólogo, profesor universitario y político español del Partido Nacionalista Vasco, lendakari del Gobierno vasco desde mayo de 2024. Entrevista en el palacio de Ajuria Enea en Vitoria.

Imanol Pradales, lehendakari del Gobierno vasco, en el Palacio de Ajuria Enea

Manu Lozano

El Gobierno de Imanol Pradales echó a andar el pasado verano con la vitola de ser un Ejecutivo pensado para salir al choque de los problemas que encabezan la lista de preocupaciones de la sociedad vasca. Un Gobierno “de acción”, conformado por 10 consejeros del PNV y 5 del PSE, decidido a enderezar algunos problemas de gestión y a arriesgar para encauzar las manifestaciones locales de problemas de carácter global que mueven gobiernos en toda Europa.

Un año después, el lehendakari Pradales parece haber corregido algunos problemas de gestión que lastraron al último Ejecutivo de Iñigo Urkullu, aunque persisten las grandes preocupaciones que marcaron las elecciones del 21 de abril del año pasado, una igualadísima pugna que se saldó con un empate a 27 escaños entre el PNV y EH Bildu, con los jeltzales imponiéndose en votos.

Las discrepancias entre el PNV y el PSE, su socio de coalición, han ido a más durante el primer año de mandato

Se trata, según el último Sociómetro vasco, de cuestiones como la vivienda, que se sitúa por primera vez desde 2007 como primera preocupación; los problemas ligados al mercado de trabajo; la sanidad, que cae siete puntos; la inseguridad ciudadana; y, en quinto lugar, la inmigración.

Mikel Gómez, politólogo, experto en comunicación política y analista de la consultoría Silvan & Miracle, señala que “las temáticas no se diferencian mucho de las preocupaciones que vemos en toda Europa”, aunque aprecia diferencias significativas entre municipios: “La percepción de la inseguridad como el principal problema la vemos claramente en núcleos urbanos como Bilbao o Barakaldo, pero se diluye en municipios más pequeños. En Donostia y en Gipuzkoa, en cambio, el tema de la vivienda es el principal problema. A lo largo de este primer año, hemos visto claramente una perspectiva de corrección en ámbitos como la Sanidad y una necesidad de diferenciarse del anterior Ejecutivo. Aunque el Gobierno vasco tenía valoraciones positivas, especialmente en el caso del lehendakari Urkullu, la marca PNV había entrado en una crisis electoral”.

El catedrático de Historia Contemporánea de la Universidad del País Vasco (EHU), Ludger Mees, coincide en resaltar esa perspectiva de enmienda a la hora de abordar la gestión de algunas carteras. “En algunos ámbitos se ve cómo hay problemas que se solucionan o al menos se encauzan. Lo hemos visto en Salud, con un consejero que está aportando valor, y también en el conflicto interno de la Ertzaintza o con el convenio en la Educación vasca. El lehendakari también se ha mostrado resolutivo en relación con el Plan Industrial y la reacción rápida ante los aranceles de Trump. Asimismo, vemos avances en autogobierno, aunque hay resistencias”.

El catedrático de la EHU también señala como punto positivo “el estilo del Gobierno”. “Tanto el lehendakari como sus consejeros mantienen un estilo sosegado y huyen de polémicas baratas. El contraste con lo que llega de Madrid es enorme”. No obstante, Mees ve un punto negativo en “los recurrentes desacuerdos con el socio socialista”: “Aunque veo más luces que sombras, un Gobierno de coalición no debería permitir que afloren tantos desacuerdos. Lo hemos visto en infinidad de temas y hasta ahora no estábamos acostumbrados a este nivel de discrepancias. No sé si es por ganas de los socialistas de marcar perfil”.

Mikel Gómez incide en esta cuestión, apuntando a cálculos estratégicos del PSE. “Los socialistas tenían la perspectiva de que se habían diluido en el Gobierno vasco. Eneko Andueza ha buscado marcar perfil. Tras una mejora electoral suficiente, opta por no entrar en el Gobierno y busca proyectarse a través del conflicto público con el PNV, aunque se trata de un conflicto medido. Mientras, en el Ejecutivo vasco consejeros socialistas como Denis Itxaso, que gestiona Vivienda, aportan en un sentido colaborativo”.

En opinión de Ludger Mees, no obstante, el lehendakari “haría bien en cuidar la cohesión interna de su gobierno”. “Más allá de esta cuestión, se le va a juzgar por su gestión en cuestiones de carácter económico y por cómo gestiona ámbitos que han sido pilares del autogobierno. La preocupación por la inseguridad la veo muy localizada en algunos núcleos urbanos. La sanidad, en cambio, va a seguir siendo un tema central y creo que también lo será la educación, vinculada también a la integración de los inmigrantes, un punto en el que el euskera juega un papel muy importante. Un año es poco tiempo, y todo puede cambiar si hay un giro en Madrid”.

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