Fernando Grande-Marlaska ha comparecido este jueves en el Senado para dar explicaciones sobre la gestión de los incendios forestales en una cita marcada por la ofensiva parlamentaria del PP. Pero la intervención del ministro del Interior no ha sido tanto un ejercicio de rendición de cuentas como un nuevo episodio en la pugna política que los de Alberto Núñez Feijóo han trasladado a la Cámara Alta, forzando en apenas una semana la presencia de cuatro ministros. El objetivo de los populares es el de proyectar la imagen de un Ejecutivo lento y descoordinado en la gestión de las emergencias para intentar desviar el foco de las críticas que están recibiendo los gobiernos autonómicos populares de las regiones más devastadas por el fuego. Especialmente en Castilla y León.

El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska (i), en la comisión de Interior del Senado (Dani Duch)
“Dicen ustedes que se ha actuado tarde, cuando lo que hemos hecho es actuar con previsión. Dicen que el mecanismo nacional de respuesta en emergencias no existe, y resulta que ha estado funcionando perfectamente, tanto para medios estatales como autonómicos, sin que ninguna comunidad autónoma haya puesto objeciones al mismo. Su relato, por lo tanto, no se sostiene”, ha arrancado Marlaska desplegando datos y reproches desde el primer minuto.
Por todo ello, el titular de Interior ha denunciado el “uso partidista” que, a su juicio, está haciendo el PP del Senado como ariete contra el Ejecutivo, en una estrategia de “acoso y derribo basada en la manipulación y el ruido”. “Lo vimos con la dana y lo volvemos a ver ahora”, ha lanzado en alusión a las críticas previas de los populares sobre la respuesta a la gota fría.
“Los ciudadanos españoles no necesitan acusaciones sin fundamento, insultos ni negacionismo, tampoco medidas que se limiten a colocar pulseras telemáticas a los pirómanos, como si eso fuera a arreglar el problema de los incendios en nuestro país”, ha señalado tratando de desactivar de manera preventiva la posterior intervención de los populares.
El ministro también ha insistido en su primer turno de palabra en que la competencia directa en materia de incendios forestales recae en las comunidades autónomas. Y, a renglón seguido, ha hecho un sucinto repaso a la colaboración brindada desde el Gobierno central y la Unión Europea en el despliegue de medios aéreos, brigadas y recursos técnicos. “Todos los medios del Gobierno de España estuvieron a disposición de las autonomías. Eran entonces, y lo han sido durante todo este tiempo, las competentes en la gestión de la emergencia”, ha subrayado.
El portavoz del PP en la Cámara Alta, Luis Santamaría, ha respondido con dureza a Grande-Marlaska y ha acusado al Gobierno de “sacar pecho de una gestión que no se sostiene”. “Mire, poner los medios necesarios para extinguir los incendios era su deber y usted no lo cumplió”, ha reprochado antes de reivindicar que Alberto Núñez Feijóo “cumplió con su obligación” al exigir al Ejecutivo los recursos que, a su juicio, se “escamoteaban a los españoles”.
Durante su intervención, Santamaría ha tratado de reforzar sus críticas con datos que, asegura, desmontan el discurso del Gobierno. Ha denunciado que el Ejecutivo presumiera de disponer de 56 medios aéreos cuando “nunca fueron más de 45”, provocando que los aparatos del Estado carguen “un 40% menos de agua” que en años anteriores.
El portavoz del PP también ha denunciado que el ministro hubiera “descalificado a los presidentes autonómicos del PP, como Castilla y León y Galicia, que han tenido que tirar del carro mientras Sánchez se escondía en la Mareta”. Y en un tono mucho más áspero, ha arremetido contra el “sanchismo” al que califica como una “forma cutre de peronismo, nacido de las saunas”, acusándole de intentar sacar “rédito electoral de la desgracia” en lugar de atender con rapidez la emergencia.
El senador popular ha extendido también sus críticas a los grupos nacionalistas, que momentos antes habían cuestionado la gestión de los gobiernos autonómicos del PP. “Me sorprende el grado de superioridad moral con la que Junts, ERC y también el PNV nos tratan al resto de los españoles, como si tuviéramos la necesidad de que ellos nos tutelaran en el desarrollo de los servicios públicos”, se ha quejado Santamaría para subrayar acto seguido: “Somos españoles, somos iguales y convendría que se lo hicieran mirar”.