La vicepresidenta tercera del Gobierno, Sara Aagesen, protagonizó ayer la segunda de las cuatro comparecencias extraordinarias que el PP ha forzado esta semana en el Senado sobre la gestión de los incendios forestales que este verano están afectando a varias comunidades autónomas.
Al igual que la víspera hiciera la ministra de Defensa, Margarita Robles, Aagesen optó por dejar a un lado la confrontación política y reivindicar la transparencia de su gestión, basada en un “sólido dispositivo de refuerzo” cuya responsabilidad, enfatizó, “recae en las comunidades”. El PP, por su parte, mantuvo intacta su ofensiva y su secretario general, Miguel Tellado, tachó al Gobierno de “desalmado” por “dejar abandonados a los españoles” en plena emergencia.
La ministra detalló durante algo más de una hora que, desde el 1 de junio, el Ministerio había desplegado “56 medios aéreos, once brigadas helitransportadas con 600 bomberos forestales, cuatro equipos de prevención integral y siete unidades móviles de análisis y planificación”. En plena emergencia, añadió, ese dispositivo se reforzó con recursos “completamente extraordinarios y excepcionales”, entre ellos 40 bomberos de parques nacionales, autobombas y vehículos ligeros, hasta llegar a intervenir en un mismo día en “más de 20 incendios y diez provincias”.
Y, del mismo modo, contrapuso esa gestión a la de los gobiernos autonómicos del PP en los territorios más afectados, como Castilla y León, Galicia y Extremadura. “Los medios del Estado son más eficaces cuando del otro lado se implementan las partidas autonómicas para atender a la ciudadanía”, defendió antes de recalcar que las brigadas y aeronaves del Ministerio operan siempre en coordinación con los centros de las comunidades autónomas.
El Ejecutivo insiste: “Las brigadas forestales son de refuerzo para la gestión de las comunidades”
Aagesen también subrayó la necesidad de alcanzar un pacto de Estado para afrontar la emergencia climática incidiendo en la urgencia de elaborar “una estrategia que ponga el foco en lo rural y en la prestación de los servicios básicos de proximidad”.
Fuentes del Gobierno defendieron que la comparecencia había sido “un ejercicio de máxima transparencia” ya que la monitorización de los equipos es “en tiempo real como bien sabe el PP”. “Cada vez que se mueve una Brif, se comunica”, recordaron, al tiempo que apostillaron que las brigadas estatales son, “como su nombre indica, de refuerzo” a la gestión directa de las comunidades, que son quienes ostentan las competencias. “¿De verdad quieren darnos cuatro días para explicar una gestión impoluta? Se les van a hacer largas estas cuatro sesiones a los senadores del PP”, deslizaron.
El PP, por su parte, aprovechó la comparecencia para redoblar su ofensiva contra el Gobierno. Tras escuchar cómo su secretario general, Miguel Tellado, marcaba el rumbo acusando al Ejecutivo de haberse “puesto de perfil” y de “abandonar a los españoles a su suerte”, la portavoz popular en el Senado, Alicia García, reprochó a la ministra de Defensa, Margarita Robles, que aprovechara su comparecencia de la víspera para “sacar la navaja contra Feijóo y los presidentes autonómicos del PP” en un contexto de “gran tragedia”.
A esa línea se sumó el portavoz Francisco Javier Márquez, quien denunció ante el gesto de negación de Aagesen la “falta de medios” derivada, a su juicio, de la ausencia de Presupuestos Generales del Estado para 2025 y del retraso en la ejecución de fondos europeos. “¿Dónde está su liderazgo?”, interpeló directamente a la ministra, a quien acusó de ocultar carencias con reproches a las comunidades autónomas.
El PP acusa al Gobierno de “dejar a los españoles abandonados a su suerte”
El resto de grupos parlamentarios trataron de desmarcarse de la confrontación entre PP y PSOE, a la que responsabilizaron de envenenar un debate que consideraron debía centrarse en la emergencia. Vox, por boca de su portavoz Ángel Pelayo, negó que el cambio climático sea la raíz del problema y reprochó a los dos grandes partidos que cada vez que España atraviesa una catástrofe “empiece la guerra de competencias”. Y, desde Junts, Eduard Pujol fue aún más duro al acusar a socialistas y populares de haber llevado los incendios a un “ring de boxeo”. “Son unos grandísimos irresponsables, una máquina de desafección política”, lanzó.
En esa denuncia coincidieron varias formaciones que censuraron la deriva del debate en la Cámara. Mientras las llamas devoran miles de hectáreas, el fuego político amenaza con arrasar la posibilidad de un consenso estable frente a la emergencia climática.