El Gobierno asegura que la reunión entre Illa y Puigdemont celebrada el martes en Bruselas “nada tiene que ver” con las negociaciones que puedan mantener para la tramitación o aprobación de leyes en el Congreso de los Diputados, como la de los próximos presupuestos generales. La foto de ambos dirigentes es la de un “reencuentro” y representa “un paso más en la normalización política, institucional y social de Catalunya”, según remarcaron ayer varios miembros del Gobierno.
Es algo que coincide con lo que ha transmitido hoy el presidente de Junts a la cúpula de su partido, según fuentes de la formación. El líder posconvergente ha reunido por la mañana al núcleo duro en Waterloo y, por la tarde, ha ampliado el encuentro –telemático– a toda la ejecutiva. Puigdemont ha negado que se hablara de presupuestos en España, pero ha apuntado que sí que avisó a Illa de los “incumplimientos” del PSOE y que las cosas “no van bien”. El expresident ha añadido ante los suyos que esta reunión ha permitido a JxCat “recuperar la iniciativa”.
Page y Barbón expresan sus reparos ante el encuentro y lamentan el papel del líder de Junts en la gobernabilidad
Por su parte, el ministro de Justicia, Félix Bolaños, ha desvinculado públicamente las relaciones del Ejecutivo central con Junts de la reunión de Illa con Puigdemont y ha insistido en las razones esgrimidas por el Govern cuando enmarcan la cita en la ronda de contactos del president con el resto de expresidentes de la Generalitat.
Sin embargo, Bolaños no ha ocultado que en algún momento podría celebrarse también un encuentro entre el presidente Sánchez y Puigdemont, dada la “voluntad” del primero “de reunirse con todos los actores políticos” y su apuesta por el “diálogo entre diferentes, acuerdos, negociación constante” y por “superar la tensión insoportable que protagonizó la realidad política en Catalunya durante muchos años”.
También otros ministros han valorado positivamente la reunión de Illa con el líder de Junts. Entre ellos, el de Exteriores, José Manuel Albares, que ha incidido en que esa cita dejó “la foto de un reencuentro” con la que están de acuerdo el 90% de los catalanes y el 80% de los españoles”.
Sin embargo, más críticos se han mostrado otros dirigentes de la familia socialista, como el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García Page, y el de Asturias, Adrián Barbón. El primero ha tachado la reunión de “críptica e indescifrable” hasta “en los gestos”, y ha vuelto a lamentar que Puigdemont tenga “el mando a distancia” de la gobernabilidad de España. Y Barbón ha asegurado que le gustó “poco” la imagen pero se mostró comprensivo ante el hecho de que la intención del president es “unir a Catalunya”.
Aún sobre Junts, la cumbre de la dirección –que estaba agendada desde julio– también ha servido para hacer balance del acuerdo con el PSOE, sobre el que este otoño se adoptará una decisión “estructural”. Así lo ha remarcado hoy Puigdemont ante la plana mayor de la dirección posconvergente.