La avería que ha sufrido este jueves el avión Falcon 900B que transportaba al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a París y que obligó a la aeronave a girar 180 grados y volver a aterrizar no es un hecho puntual. Ya son varios los problemas técnicos que en los últimos años han forzado a los pilotos del 45 Grupo de la Fuerza Aérea Española a cancelar la operación. Los aviones tienen más de cuarenta años de antigüedad, por encima de la de la aviación comercial, y en alguna ocasión se ha estudiado su sustitución. Sin embargo, se ha descartado por la impopularidad que supondría la decisión.
El uso del avión oficial por Sánchez y los ministros ha sido motivo de refriega política desde la moción de censura. El PP ha criticado el uso excesivo de la aeronave oficial e, incluso, Nuevas Generaciones llegó a crear una agencia de viajes ficticia llamada “Falcon Viajes” en las proximidades de la sede federal del PSOE en Ferraz. Pero lo que nunca se ha abordado en el debate público es la posibilidad de renovar los aparatos, algo que en algún momento se deberá producir debido a la avanzada edad de las aeronaves.
El Gobierno a nivel interno sí lo ha estudiado. El primero en hacerlo fue el gabinete de Mariano Rajoy. La Moncloa llegó a solicitar dos presupuestos a empresas privadas para estudiar la operación sobre los aviones oficiales. El entonces ministro de Defensa, Pedro Morenés, también reconoció en una entrevista que remitió a Rajoy un plan de renovación de los aparatos que ya acumulaban entonces treinta años de vida útil. Defensa lo consideró entonces una edad suficiente para abordar su sustitución.
Rajoy y sus ministros ya sufrieron en su etapa algunos problemas en sus desplazamientos por fallos técnicos de las aeronaves. Por ejemplo, el entonces presidente del Gobierno se vio afectado en marzo del 2014 por un problema cuando regresaba a España procedente de Irlanda a bordo de uno Falcon 900B oficial.
Ya en la etapa de Rajoy se descartó abordar la renovación de la flota aérea oficial
En esa etapa de Rajoy se descartó abordar la renovación de la flota aérea oficial por la impopularidad de la medida, indican fuentes conocedoras de los planes. Tras la moción de censura y la llegada de Sánchez a La Moncloa, la máxima se ha mantenido y el Ejecutivo socialista ha descartado su sustitución por la poblémica que provocaría la decisión. Al menos hasta ahora. Está por ver si en los próximos Presupuestos Generales del Estado que el Gobierno ha anunciado que presentará se incluye una partida para ir renovando estos aparatos.
El Gobierno y la Casa Real tienen a su disposición una flota oficial compuesta por cinco Falcon 900B y dos Airbus A310 para viajes de largo radio. En realidad son aparatos antiguos, pero las horas de vuelo de los mismos son menores a las de un aparato de una aerolínea comercial, que se utiliza de una forma más intensiva.
Las aeronaves que transportan a Sánchez, los ministros y los miembros de Zarzuela superan sus revisiones y mantenimiento, pero la edad que acumulan es, en efecto, elevada. Ya se compraron en su día de segunda mano. Los Falcon se fabricaron en 1984 y entraron en servicio en España en 1988. Los A310 se fabricaron en el 1988 y fueron adquiridos por el Estado en el 2003.
Los aviones de transporte del 45 Grupo de la Fuerza Aérea Española tiene como misión principal el transporte de autoridades, tanto de los dirigentes del Gobierno como de la Casa Real, en el ejercicio de su cargo. Los gastos se imputan al presupuesto del Ministerio de Defensa.