Díaz insiste en reprochar a Junts que negociara la reducción de jornada “desde el chantaje”

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“Yo tengo límites y no voy a entregar mi país, no lo voy a hacer. Sé muy bien lo que represento”, recalca la vicepresidenta segunda

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Díaz siguió parte del debate en ausencia de varios ministros socialistas 

Dani Duch / Propias

Sumar ha amanecido este jueves con la resaca amarga de haber visto caer el proyecto para la reducción de la jornada laboral a 37,5 horas semanales. La derrota en el Congreso de su propuesta más emblemática de la legislatura ha supuesto un golpe duro para el espacio confederal y, en particular, para su líder en el Gobierno, Yolanda Díaz, quien va a tener que afrontar las consecuencias políticas de la primera gran embestida parlamentaria de este curso.

En su primera intervención pública tras el revés, en Onda Cero, la vicepresidenta segunda ha mantenido la línea combativa que mostró ayer en el hemiciclo. Ha insistido en que Junts se ha equivocado al sumarse al veto de PP, Vox y UPN y ha advertido de que “no se puede actuar en las negociaciones desde el chantaje”, defendiendo que las conversaciones deben regirse por el diálogo y no por la imposición de condiciones desde posiciones de fuerza. “Yo tengo límites y no voy a entregar mi país, no lo voy a hacer. Sé muy bien lo que represento”, ha recalcado, dejando claro que no todas las contrapartidas planteadas por los posconvergentes tenían que ver con la reducción de jornada.

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Díaz ha cargado concretamente contra los siete diputados de Junts, a quienes ha acusado de representar “a la patronal española en sus sectores más reaccionarios” y no a los trabajadores catalanes. Y ha recordado el impacto que tendrán los 178 votos favorables a las enmiendas a la totalidad presentadas por PP, Vox, UPN y Junts, que han enterrado el proyecto en su primer asalto. Preguntada por si los de Puigdemont han ejercido un “chantaje” en la negociación, ha precisado que se ha tratado de un error político, dado que el 72% de sus votantes comparte la reducción de jornada, según las encuestas.

La vicepresidenta ha querido extender su señalamiento también al PP, subrayando lo paradójico de que sus diputados no celebraran la derrota de la coalición en el Congreso. “No podían porque sabían que la ofensa a la gente de este país es muy gruesa”, ha afirmado, insistiendo en que el debate social en torno a la jornada ya está ganado en la calle y que la medida se hará tarde o temprano.

En el plano interno, Díaz ha rechazado sentirse sola por la ausencia de ministros socialistas en un debate que duró casi cuatro horas. Ha asegurado que vivió un “debate apasionante” y que se ha sentido acompañada por los miles de trabajadores que se han manifestado fuera del Congreso. A su juicio, la movilización sindical ha mostrado que la reducción de jornada cuenta con un respaldo social sólido, aunque siga bloqueada en las instituciones. Con ello, ha querido trasladar la idea de que, pese a este frenazo parlamentario, la batalla política por la jornada laboral no ha terminado.

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