Alberto Núñez Feijóo volvió ayer a la carga contra el Gobierno y contra el PSOE y elevó el tono si cabe decidido a explotar los supuestos vínculos de miembros de esta formación con la prostitución para tratar de atraer voto de socialistas descontentos en Andalucía en unas eventuales elecciones generales.
Juanma Moreno llegó a la presidencia de la Junta de Andalucía en el 2019 tras una campaña electoral que inició con un acto a las puertas de un prostíbulo al que habían acudido altos cargos del PSOE andaluz con dinero público. Feijóo siguió el ejemplo aprovechando que la cuestión vuelve a cobrar actualidad por los escándalos del exministro de Transportes José Luis Ábalos y lo usó ayer mismo en el acto de arranque del curso político del PP andaluz junto a Moreno en Alhaurín el Grande (Málaga). “Del Ministerio de Transportes saldrán los puteros y los tuiteros”, espetó Feijóo, consciente del hartazgo y decepción que pueden tener votantes del PSOE andaluz con los escándalos de los socialistas y con el mal funcionamiento de la alta velocidad ferroviaria, que acumula incidentes y retrasos en la conexión entre el sur de España y Madrid.
El jefe de la oposición lanza cinco compromisos con los andaluces y alienta el “agravio” autonómico
Feijóo siempre ha mantenido buena relación con Moreno porque ambos han querido proyectar el mismo estilo y tono político: la moderación. Sin embargo, el líder del PP ahora no duda en elevar el tono ante la debilidad parlamentaria del Gobierno y la presión que ejerce el crecimiento electoral de Vox. De ahí que, ayer, Feijóo volviera a usar la carta de los “prostíbulos” para intentar desacreditar al PSOE y enumeró sus cinco compromisos con los andaluces para cuando, según espera, llegue a la Moncloa. En concreto, son recuperar la puntualidad del AVE; el cuidado de las infraestructuras generales con una visita cada tres meses del ministro de Fomento; la seguridad para frenar los riesgos que entraña el tráfico de drogas en la comunidad (volvió a reivindicar la inmigración legal frente a la irregular); la gestión de los recursos hídricos, importantes para la economía andaluza, con la promesa de un pacto nacional del agua; y defender la “igualdad” entre españoles para evitar que los “privilegios” de algunas autonomías vaya en detrimento de Andalucía.
Andalucía es un territorio capital para llegar a la Moncloa porque se reparten 61 de los 350 escaños del Congreso. El líder del PP sabe que en los últimos años ya ha habido un trasvase de voto socialista a su cesta, pero quiere más, consciente del revés de Pablo Casado en el 2019 al empatar con Vox en esa comunidad en porcentaje de voto (20%).
Moreno, que reivindicó ayer su gestión en Andalucía durante los últimos seis años, tiene prácticamente atada la victoria para las elecciones autonómicas previstas para el 2026, pero Feijóo va a tener que afrontar el crecimiento de Vox. Y para evitar cualquier susto con la formación de Santiago Abascal y tratar de rentabilizar el descontento con el PSOE de Sánchez, Feijóo no dudó en elevar ayer el tono en el acto en Málaga para tratar de convencer a los andaluces de que el PP es el voto útil.
Feijóo y Moreno también ahondaron en los “agravios” que sufre Andalucía desde que gobierna el PP en la Junta. “El Gobierno central no puede ser la peor oposición a Andalucía”, dijo Feijóo después de que el propio Moreno enumerara algunos de los “maltratos” que, a su parecer, sufre la comunidad, como la “reducida” inversión del Estado para red eléctrica en un territorio que está apostando mucho por la energía limpia. También reprocharon la quita de la deuda a las autonomías, ya que, a su juicio, “perjudica” a las que han bajado el gasto público, como Andalucía.


