La política exterior desplegada en estos siete años de mandato, a juicio de Pedro Sánchez, dota a España de una “voz propia” en el ámbito europeo y ante la comunidad internacional. Y esa voz “específica y singular” es la que el presidente quiere que resuene esta semana en Nueva York, con el triple objetivo de reforzar un orden internacional basado en reglas y en el derecho humanitario que se tambalea en Gaza y en Ucrania; defender la democracia frente al auge de la extrema derecha y el totalitarismo en todo el planeta, y apostar por un desarrollo económico enmarcado en principios ambientales y sociales mientras el crecimiento de España –con la prima de riesgo más baja en 19 años– “llama la atención” de los inversores internacionales.
Felipe VI será en esta ocasión el jefe de la delegación española que asiste a la semana de alto nivel de la asamblea general de Naciones Unidas, al que acompañan Pedro Sánchez y el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares.
Felipe VI intervendrá ante la cumbre de Naciones Unidas, por vez primera en los mandatos de Sánchez
El Rey, por vez primera en los mandatos de Sánchez, será así quien fijará la posición de España ante la asamblea de la ONU con el discurso que pronunciará el próximo miércoles. Y quien asistirá a la tradicional recepción ofrecida en un hotel neoyorkino por el presidente de Estados Unidos. Sánchez evitará así de nuevo un incómodo encuentro con Donald Trump tras su regreso a la Casa Blanca.
El argumento que esgrimen en la Moncloa es que la coincidencia del 80º aniversario de la creación de la ONU, junto al 70º cumpleaños del ingreso de España en la organización multilateral global –en 1955, lo que marcó el final del aislamiento internacional del franquismo–, invitaba a asistir a esta nueva edición de la cita con una representación institucional del “máximo nivel” posible, liderada por el jefe del Estado.
El Rey ya preparó el terreno y el tono de este importante discurso ante la asamblea de la ONU con las palabras que pronunció la semana pasada en su visita a Egipto, donde condenó el “brutal e inaceptable sufrimiento” en la franja de Gaza.
El presidente del Gobierno, no obstante, protagonizará hoy mismo dos intervenciones que en la Moncloa resaltan especialmente, en clave política, durante esta semana en Nueva York. La primera será el discurso que pronunciará ante los estudiantes de la Universidad de Columbia, donde plasmará su “respuesta progresista” a la crisis del orden internacional en un ámbito académico que ahora se ve amenazado por los recortes financieros y a la libertad de expresión por parte de Trump, en un clima convulso recrudecido tras el asesinato del activista trumpista Charlie Kirk.
La segunda será la intervención de Sánchez, a continuación, en la conferencia internacional para la resolución del polvorín de Oriente Medio con el reconocimiento de los dos estados, Palestina e Israel, en pleno “genocidio” en Gaza.
España ya reconoció al Estado palestino en mayo del 2024, lo que ayer mismo anunciaron el Reino Unido, Australia, Canadá y Portugal, y a la que está previsto que el francés Emmanuel Macron se sume durante esta conferencia que organiza junto a Arabia Saudí, para presionar a Beniamin Netanyahu.
Otro de los momentos estelares en la agenda política de Sánchez en Nueva York, frente a Trump y Netanyahu, llegará el miércoles con la nueva edición del foro en defensa de la democracia que lidera junto al brasileño Luiz Inácio Lula da Silva y el chileno Gabriel Boric.