Pedro Sánchez celebró anoche que “la voz de España ha sonado con fuerza” estos días en Nueva York, con motivo de la reunión de la Asamblea General de las Naciones Unidas, al haber “condenado con firmeza el genocidio que sufre el pueblo palestino” en la franja de Gaza.
Y el presidente del Gobierno aprovechó su comparecencia final para anunciar que hoy mismo zarpará desde el puerto de Cartagena un buque de acción marítima equipado con todos los medios, “por si fuese necesario asistir a la flotilla” con ayuda humanitaria que se dirige a Gaza bajo el acoso del Estado hebreo, y “realizar algún rescate”.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante su comparecencia ayer en Nueva York
“El Gobierno de España exige que se cumpla la ley internacional y que se respete el derecho de nuestros ciudadanos a navegar por el Mediterráneo en condiciones de seguridad”, alegó Sánchez. La exalcaldesa de Barcelona Ada Colau, embarcada en esta flotilla humanitaria, había reclamado al Gobierno “medidas concretas inmediatas” para proteger a estas naves de los ataques con drones que vienen denunciando.
Preguntado por las instrucciones que llevará este buque español, incluso si alguna de ellas sería responder a un posible ataques de drones por parte de Israel, Sánchez resaltó que en esta “flotilla de la paz” están representados 45 países, que se dirigen a “trasladar alimentos a la población gazatí y a expresar la solidaridad de una amplia mayoría de naciones en el mundo para con el sufrimiento que están padeciendo los gazatíes”.
El presidente reclama a Israel que cumpla la ley internacional y respete la seguridad de los activistas en el mar
Según recordó, el Ministerio de Asuntos Exteriores de España, junto a los de una veintena de países, emitió recientemente una declaración conjunta en la que trasladaron a Beniamin Netanyahu su disposición a “proteger diplomáticamente a nuestros conciudadanos, como no puede ser de otra manera”. “Por lo tanto, vamos a protegerlos desde el punto de vista político”, afirmó.
“Este buque trata de que, en caso de que haya alguna dificultad, puedan ser rescatados los nacionales y también los integrantes de la flotilla de la paz”, explicó. “Esperamos que no suceda”, confió.
“Hay otros países que ya han tomado esta decisión, por ejemplo Italia, y nosotros vamos a proveer de esa salvaguarda, de esa seguridad a nuestros conciudadanos, que están expresando la solidaridad de millones de personas en el mundo”, alegó. Así se vio en la Asamblea General de la ONU, recalcó, “donde hay una mayoría de países, y por tanto de sociedades, que no aceptan la situación que está viviendo la población gazatí”.
La ministra de Defensa, Margarita Robles, tras aterrizar de vuelta de su visita al contingente español en Lituania, recibió desde Presidencia el encargo de comprobar la disponibilidad de algún buque de la Armada en el Mediterráneo. Según fuentes militares, el único disponible actualmente es el patrullero de altura Furor P-46, un buque de acción marítima de la Armada que se encuentra realizando labores de adiestramiento de manera individual.
El buque, el sexto de su clase, fue botado el 8 de septiembre del 2017. Según anunció Sánchez, la embarcación que zarpará desde Cartagena está equipada con todos los medios para auxiliar a la Flotilla en caso de rescate.
La dotación del Furor está compuesta por un total de 52 hombres y mujeres, altamente especializados y preparados para manejar el buque, que cuenta con 93,2 metros de eslora.
Fue el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, la primera voz del Gobierno que tachó como “totalmente inaceptables” los ataques a la flotilla humanitaria, “cuyo único objetivo es el de entregar elementos básicos” a la población de Gaza, que deberían poder entrar por vía terrestre si Israel no estuviese sometiendo a la franja a este bloqueo. El jefe de la diplomacia española también explicó que 17 países, a iniciativa de España, firmaron un comunicado en el que se deja “bien claro” que se hará responsable a aquel que ataque a la Flotilla, teniendo que responder ante los tribunales internacionales.
El Gobierno italiano de Giorgia Meloni, que hace equilibrios para mantener su apoyo a Tel Aviv, también autorizó ayer el envío de una fragata de la Marina y, según su ministro de Defensa, Guido Crosetto, se ha enviado un segundo barco “preparado para cualquier eventualidad”. Crosseto señaló que “ante el ataque sufrido en las últimas horas por los buques de la flotilla, que también incluye a ciudadanos italianos, y perpetrado con drones por autores aún no identificados, solo podemos expresar la más enérgica condena”.