Este 30 de septiembre ha vencido el plazo que la Constitución impone al Gobierno para presentar unos nuevos presupuestos generales del Estado tres meses antes de que expiren los vigentes, que permanecen prorrogados desde el año 2023. Pedro Sánchez se comprometió a registrar unas nuevas cuentas públicas para el año que viene –que en caso de aprobarse serían las primeras de la actual legislatura-, pero en el Ejecutivo ya asumen que la falta de apoyos parlamentarios obliga a “alargar los plazos”, sin poner la mano en el fuego por ninguna fecha. Todo apunta así a que, salvo milagro o giro imprevisto de los acontecimientos, el 1 de enero del 2026 volverán a prorrogarse automáticamente los presupuestos en vigor, al menos en espera de que se puedan aprobar unas nuevas cuentas.
La portavoz del Gobierno, Pilar Alegría, este martes en la Moncloa tras el Consejo de Ministros
La reunión ordinaria del Consejo de Ministros de este martes, de hecho, ni siquiera ha aprobado una nueva propuesta de objetivos de estabilidad y techo de gasto, que son los que deben enmarcar el nuevo proyecto de presupuestos, pese a que la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, insiste en que los presentará a la mayor brevedad posible.
La portavoz del Gobierno, Pilar Alegría, ha vinculado este retraso en la tramitación presupuestaria a la “complejidad parlamentaria”, es decir, a la falta de apoyos de una mayoría suficiente en el Congreso para impulsar la iniciativa, singularmente por parte de Junts per Catalunya y de Podemos. “Esto te lleva a tener que alargar los plazos”, ha alegado Alegría. Con una mayoría absoluta, ha señalado, todo podría ir más rápido. Pero en la situación de minoría parlamentaria del Ejecutivo, ha admitido, “los plazos tienden a alargarse”.
La intención del Gobierno, no obstante, “sigue siendo la misma”, ha reiterado Alegría, en referencia al compromiso de Sánchez de presentar un primer proyecto de presupuestos en esta convulsa legislatura. Y, entre tanto, en la Moncloa recalcan que ya se están produciendo contactos con los grupos parlamentarios para preparar el terreno.