El primer grupo de españoles detenidos por Israel en aguas internacionales cuando trataban de llevar ayuda humanitaria a Gaza –entre ellos la exalcaldesa de Barcelona Ada Colau, el concejal de ERC Jordi Coronas y el diputado de Compromís en Les Corts Valencianes Juan Bordera– ya está en España, después de pasar tres días en prisión. El avión comercial, procedente de Tel Aviv, ha aterrizado poco antes de las 20.30 horas en el madrileño aeropuerto de Barajas, donde los políticos han sido recibidos por delegaciones de sus partidos.
Tras aterrizar, los deportados de origen catalán tomarán un vuelo hacia Barcelona, donde se prevé su llegada a las 22.50 horas. La delegada del Govern en Madrid, Núria Marín, ha estado en la Terminal 1 para recibir a los miembros de la flotilla. La lista provisional de catalanes que han llegado en este primer grupo es, además de Colau y Coronas, de Guillem Esteban, Sofía Peris, Laia Rosell y Cèlia Vélez. El president de la Generalitat, Salvador Illa, que ha estado en contacto permanente con sus familias y entornos, ha coordinado junto a Exteriores su regreso poniendo a su disposición los medios necesarios para su regreso a Barcelona.
“Nos han humillado, nos han metido en jaulas”, denunciaron los miembros de la flotilla que llegaron a Madrid Barajas a los numerosos periodistas que se concentraron en el aeropuerto, donde se desplazó la ministra de Sanidad, Mónica García, y la secretaria general de Podemos, Ione Belarra, junto a varias decenas de personas, muchas de ellas envueltas en banderas de Palestina.
Se vivieron unos instantes de tensión cuando los primeros pasajeros del vuelo procedente de Tel Aviv, identificados aparentemente como israelíes, fueron abucheados al grito de “vosotros sionistas sois terroristas”. Una hora más tarde, entre lemas como “No es una guerra, es un genocidio” o “Desde el río hasta el mar, Palestina vencerá” y recados al Gobierno como “Dónde están no se ven las sanciones a Israel”, salió el grueso de los activistas liberados para fundirse en abrazos con los familiares, acompañados con la ministra de Juventud e Infancia, Sira Rego, y la titular de Sanidad, Sira Rego.
Aunque pidieron antes que nada poner el foco en la violencia que está sufriendo la población gazatí, Rafael Barroso, uno de los miembros de la flotilla que actuó como portavoz, relató la secuencia de humillaciones que ha sufrido durante los días en los que han permanecido detenidos. Según el joven, la violencia se acentuó una vez que tocaron tierra firme en el puerto al que fueron trasladados: “Estuvimos siete horas maniatados, con las manos en la espalda, sentados en el asfalto”. Barroso ha relatado cómo antes de llevarlos a prisión les requisaron “prácticamente todos” los enseres personales. “Todo de una forma tremendamente humillante porque se reían en nuestra cara, nos trataban como si fuésemos menos que animales”.
Ya en la prisión, tal y como ha denunciado, los malos tratos físicos y psicológicos fueron repetidos: “Nos han golpeado, nos han arrastrado por los suelos, nos han vendado los ojos y nos han metido en jaulas”, ha recordado visiblemente afectado, con la voz quebrada.
La de hoy se trata de una primera tanda de 21 personas –de los 49 que fueron apresadas a bordo de la Global Sumud Flotilla– que ha sido deportada tras firmar un documento en el que aceptaron haber entrado ilegalmente en el país, pese a que defienden, tal y como captaron las cámaras de los barcos, que fueron llevados por las fuerzas israelíes al puerto de Ashdod, a unos 40 kilómetros al sur de Tel Aviv. Una deportación voluntaria sobre el papel, pese a que denuncian que es, a todas luces, involuntaria. Los otros 28 españoles, que se han negado a firmar la orden de extradición, siguen incomunicados a la espera de comparecer ante el juez, que deberá ratificar la salida forzosa del país. Tres de ellos han iniciado una huelga de hambre.
El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, aseguró al mediodía en TVE que el Gobierno había llegado “a un acuerdo” con Israel para que el primer grupo de españoles abandonase el país. También afirmó haber exigido a las autoridades israelíes que los parlamentarios españoles retenidos abandonasen el país de forma inmediata -pese a que los diputados italianos participantes de la flotilla, que han denunciado malos tratos y humillaciones, fueron liberados el viernes-.
Desde la defensa de la flotilla, en cambio, explican que ha sido la firma de un documento, en el que se indica el deseo de la “inmediata” deportación, lo que permitió la primera veintena de salidas. Algo que vino a confirmar, a su modo, el ministro de Exteriores israelí en su cuenta de X, quien tachó de “provocadores” a los deportados. “Como dijimos, Israel desea que todos los participantes de esta provocación sean deportados lo antes posible, pero algunos de ellos han optado deliberadamente por prologar el proceso legal de deportación, prefiriendo permanecer en Israel”. Fuentes de la defensa insistieron en que la deportación, a diferencia de cómo lo ha presentado Israel, no ha sido voluntaria: “los activistas son capturados y trasladados por la fuerza, y luego detenidos y deportados también forzosamente”.
El cónsul español en Tel Aviv visitó también este domingo a los 29 españoles que continúan en la prisión de Saharonim, en el desierto del Neguev. Albares le pidió que verificase que se les está previendo de agua y alimentos, además de que cerciorase de que se encuentran en buen estado de salud. Pese a que el ministro de Exteriores prefirió reservarse detalles sobre las condiciones en prisión hasta que el último español salga de ella, sí recalcó que el Gobierno está velando por su integridad física y el respeto a sus derechos.
Yolanda Díaz: “No vamos a parar hasta que liberen a los que faltan”
La vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ha dado la bienvenida a los 21 españoles de la Global Sumud Flotilla que han aterrizado este domingo en el aeropuerto de Adolfo Suárez Madrid-Barajas. “No vamos a parar hasta que liberen a los que faltan y vuelvan a casa”, ha advertido.
“Damos la bienvenida a los españoles y españolas que han dado ejemplo de dignidad y solidaridad en la flotilla”, ha trasladado a través de un mensaje en la red social 'BlueSky', recogido por Europa Press, alegando que “el Genocidio tiene que parar” puesto que “Palestina merece justicia y dignidad”.