La dirección del viento

Cuaderno de Madrid

La dirección del viento
Adjunto al director

Gaza moviliza pero no hace ganar elecciones. La región italiana de Las Marcas, bañada por el mar Adriático, nos dice algo al respecto. Las Marcas, 1,4 millones de habitantes, capital Ancona, antiguo territorio de frontera de los Estados Pontificios, con la señoría de Urbino al frente, había formado parte de la constelación roja del centro de Italia, más comunalista que comunista. Varias empresas de gran arraigo entraron en crisis hace unos años y ganó el partido de Giorgia Meloni . Fue la primera región conquistada por los Hermanos de Italia. El pasado domingo, el Partido Democrático quiso recuperar Las Marcas con la bandera palestina y se estrelló. Pero inmediatamente después pasaron cosas...

Tras conocerse el asalto israelí a la flotilla que pretendía llegar a Gaza, en la que viajaban unos cuarenta ciudadanos italianos, ha habido gigantescas manifestaciones que no se veían desde hace años en Italia. Francesco Olivo lo ha contado muy bien en La Vanguardia. Meloni se ha enfurecido. Calibró mal la magnitud de la protesta y les llamó “hijos de papá”. Meloni es una política de raza, pero también es muy susceptible. Su verdadera familia fue el partido en el que ingresó a los 15 años, el MSI (Movimiento Social Italiano), fundado en 1946 por antiguos oficiales de la República de Salò, nostálgicos de Mussolini.

Gaza ha formado una corriente de aire caliente favorable al PSOE, pero ese aire no soplará siempre

Gaza no hará que el PSOE gane las elecciones generales en España pero ha permitido que los socialistas hayan comenzado el curso tomando la iniciativa. El gabinete de Pedro Sánchez trabajó durante el mes de agosto. El PSOE estuvo a punto de estrellarse durante la extraordinaria secuencia de acontecimientos que se produjeron entre el escandaloso apagón eléctrico de finales de abril y la ruidosa aparición del cráter Cerdán a finales de junio. Hubo movimientos telúricos en algunas grandes empresas, algunos sumarios se aceleraron, e incluso el presidente del episcopado español, Luis Argüello, creyó llegado el momento de pedir elecciones anticipadas. En agosto, una entidad católica de Madrid pidió a Salvador Illa celebrar en septiembre un coloquio público con Argüello para pacificar las aguas. Illa aceptó. La política es muchas veces pendular, y la vida es ondulante, como repetía tantas veces Josep Pla .

La coalición PSOE-Sumar estuvo a punto de caer noqueada y en septiembre el globo aerostático socialista se ha visto empujado hacia arriba por una corriente de aire caliente proveniente del Mediterráneo Oriental. La escena inicial de la gran novela de Julio Verne titulada La isla misteriosa nos puede servir de inspiración. En julio estaban a punto de tirarlo todo por la borda para ganar altura. Sánchez, en el papel del imperturbable ingeniero Ciro Smith, pedía calma. De manera inopinada se ha formado una columna de aire caliente que puede trasladar al Gobierno a un islote habitable con agua dulce y vituallas para llegar al 2027. Yolanda Díaz navega peligrosamente colgada de la barquilla del globo e Ione Belarra se agarra con fuerza a sus tobillos, con intenciones que Verne no calificaría de amicales. Algunas encuestas dicen que el islote ya está a la vista.

BARCELONA, 04/10/2025.- Una de las participantes a la manifestación convocada por más de 600 entidades y sindicatos en apoyo a Palestina y contra el

Una participante en la manifestación que tuvo lugar ayer en Barcelona

Enric Fontcuberta / EFE

El PSOE estaría recuperando a parte del electorado que perdió durante el verano. No se dispara hacia arriba. Está recomponiendo fuerzas. El drama de Gaza está movilizando mucho a las mujeres por razones que no son difíciles de entender. Las mujeres tienen un mejor sistema inmunológico frente al nihilismo.

El viento de la época sopla contra la piedad humana. Los nuevos gobernantes norteamericanos lo han querido justificar con san Agustín y santo Tomás de Aquino. El amor al prójimo debería organizarse en círculos concéntricos: primero me ocupo de los míos y después ya veremos si tengo tiempo para los demás. El Ordo Amoris (el orden del amor) fue objeto de una gran polémica teológica el invierno pasado. El papa Francisco y el cardenal norteamericano Robert F. Prevost replicaron que el amor al prójimo debe tener una dimensión universal. Catolicismo es universalidad. Francisco y León XIV parece que están ganando la discusión en el sur de Europa. La conmoción finalmente ha perforado las gruesas capas de la indiferencia.

Estamos en un momento católico, como ocurrió en 2003 con Irak. Las clases medias europeas interpretaron las guerras de Bush como una grave amenaza para la tranquilidad adquirida después de la caída del muro de Berlín. El mundo feliz de Barcelona 92 podía venirse abajo. Y se vino abajo.

Vivimos otro ‘momento católico’, como el que se registró en 2003 ante la guerra de Irak

La matanza de Gaza transporta un mensaje más siniestro: la tranquilidad ya no existe y estamos inaugurando un mundo en el que los que molestan pueden ser liquidados, física o civilmente, al margen de las leyes, así en Oriente Medio como en Chicago y Nueva York. Un día un misil derriba tu casa. Un día desapareces y acabas en el gulag de El Salvador. “El enemigo es interior,” acaban de declarar Donald Trump y su ministro de la Guerra.

Muchos jóvenes han empezado a captar la radiación de fondo. Unos votarán a la extrema derecha para vengarse del feminismo y otros están sospechando cuál es el nuevo juego: la represión selectiva, sin contemplaciones. Quieren que Gaza sea un ensayo futurista: ruinas, mano de obra barata, playas y alta tecnología, una zona franca dirigida por un consulado imperial. Se va dibujando una nueva morfología del mundo basada en enclaves especiales, gulags y potentes áreas metropolitanas cada vez más desconectadas de sus respectivos marcos nacionales.

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Con Gaza no se ganarán elecciones en España, pero hay una vibración en el aire. Barcelona, Madrid y otras ciudades vivieron ayer el momento católico –alguien se irritará al leer esto, pero es lo que pienso–. En Barcelona, muchas familias con sus hijos, todos los matices de la izquierda y catalanistas que no han olvidado lo sustancia democristiana de Jordi Pujol. Católicos sociales, izquierdistas de piedra picada, y jóvenes magrebíes de segunda generación en busca de su lugar en la Ciudad. Esa mescolanza es también una respuesta a Aliança Catalana.

El Partido Popular no entendió el momento católico del 2003 y lo pagó en el 2004. Acuciado ahora por el crecimiento de Vox -la hipótesis de un 20% para Vox es creíble–, Alberto Núñez Feijóo sólo espera que se disuelva pronto la columna de aire caliente y que el PSOE sucumba en el frente judicial. Será juzgado muy pronto el Fiscal General del Estado. Será juzgada, dos veces, Begoña Gómez, esposa del presidente del Gobierno. Será juzgada la plana mayor del antiguo Ministerio del Interior, con Jorge Fernández Díaz al frente, por el caso Kitchen. Será juzgado muy probablemente José Luis Ábalos, y ya veremos qué pasa con Santos Cerdán. En Madrid hay novenas a la UCO. El juez Manuel Marchena observa impávido la escena.

Gaza no decidirá elecciones pero ha modificado la dirección del viento.

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