El Congreso de los Diputados finalmente votará hoy la convalidación o derogación del real decreto ley que impone un embargo de armas a Israel. Una decisión que debía haberse tomado ayer, pero que la junta de portavoces decidió retrasar 24 horas a solicitud del PP y Junts. Tanto los populares como los posconvergentes argumentaron la necesidad de evitar que la votación coincidiera con el segundo aniversario de los atentados perpetrados por Hamas, que causaron cerca de 1.200 muertos y el secuestro de más de 200 personas, algunas de las cuales continúan cautivas. Y el visto bueno del Gobierno permitió el aplazamiento apenas unas horas después de que la embajada de Israel en España calificara de “perverso, inhumano y aberrante” que la Cámara Baja fuese a pronunciarse sobre el decreto en esa fecha.
En un comunicado difundido el lunes, la legación diplomática consideró “cínica y condenable” la coincidencia del calendario parlamentario, que atribuyó a una supuesta “obsesión antiisraelí” del Gobierno español. La respuesta del Ejecutivo la firmó el propio presidente, Pedro Sánchez, quien aprovechó un mensaje en la red social X para reiterar “la rotunda condena del Gobierno al terrorismo en todas sus formas”, al tiempo que pidió “la liberación inmediata de los rehenes israelíes” y exigió al primer ministro israelí, Beniamin Netanyahu, “que detenga el genocidio del pueblo palestino y abra un corredor humanitario”.
Aunque la votación se celebrará hoy, el debate parlamentario sí tuvo lugar ayer, y el resultado continúa abierto. Buena parte de los socios de investidura, entre ellos ERC, Junts, PNV, EH Bildu y BNG, confirmaron su apoyo al decreto. Vox, por su parte, anunció que votará en contra, mientras que el PP, cuyo grupo declinó adelantar el sentido de su voto, no se espera que respalde la medida.
La presión, por lo tanto, se traslada a Podemos. Su secretaria general, Ione Belarra, arremetió con dureza contra el Ejecutivo e insistió en calificar el embargo de “fake” destinado únicamente a “darle un titular a Sánchez”, como, afirmó, ocurrió con el envío de la fragata que “dejó sin protección a la flotilla en el momento clave” de su travesía hacia Gaza. “Los embargos se hacen antes de que los crímenes se cometan, para evitarlos. Si se hacen dos años después, lo mínimo sería que sirvan para algo y no sean un coladero”, reprochó, mirando hacia la bancada azul del Gobierno.
