La portavoz de la Comisión de Participación y Seguimiento del Plan de Acción del Cribado de Cáncer de Mama y coordinadora de los referentes de unidad de mama hospitalaria de Andalucía, Mercedes Acebal, ha asegurado este sábado que la empresa contratada para el mantenimiento informático del sistema “no hace ningún seguimiento de casos” ni informa a los pacientes.
En un comunicado, la Consejería ha respondido a la información publicada por El País y la Cadena SER en la que indica que algunos altos cargos de la Junta de Andalucía dieron la orden en 2022 de no avisar más a esas mujeres afectadas por los cribados por teléfono o por carta, ya que se haría de manera automática por el nuevo sistema informático.
Además, la información asegura que, en paralelo, se desactivaron algunas comisiones de seguimiento donde los expertos compartían información relevante durante al menos dos décadas, y donde se podía haber dado la voz de alerta.
En 2022, Salud sacó a concurso el mantenimiento y gestión de la mayoría de aplicaciones de Diraya (el sistema que da soporte a las historias clínicas), y se lo adjudicó la empresa japonesa NTT Data después de que la española Indra, que lo gestionaba hasta entonces, interpusiera un recurso en la licitación, añade la información.
Sin embargo, según Acebal, esa empresa “solamente se dedica al mantenimiento de la aplicación” y “no tiene ninguna otra función”. Ha añadido que dentro del protocolo del programa detección precoz del cáncer de mama en Andalucía se ha optado por “la lectura independiente, no consensuada”, es decir, que hay dos radiólogos que “de forma independiente estudian y revisan las mamografías”.
“Con ello conseguimos un aumento en la detección del cáncer de mama de un 5% a un 15% y, además, al no ser consensuada, es decir, que ninguno de los radiólogos comentan ni consensúan el resultado de la mamografía, no existe el sesgo de influencia”, ha afirmado Acebal.
Posteriormente, si hay una lectura en la que los dos radiólogos consideran que la categoría de sospecha es diferente, el protocolo dice que “se debe de derivar al hospital aquella en la que exista mayor probabilidad de ser un cáncer”.
“Nuestro programa de cribado poblacional es un programa muy garantista que vela por la salud de las mujeres y los profesionales que estamos dedicados a la mamografía, al cribado y a la mamografía diagnóstica ponemos diariamente nuestro conocimiento, nuestra sensibilidad y nuestro compromiso en la detección precoz del cáncer de mama y en el cuidado de los pacientes”, ha concluido Acebal.
El PSOE andaluz pide a la Junta información sobre el contrato
Por su parte, el PSOE-A ha exigido a la Junta que ofrezca datos sobre la empresa con la que supuestamente privatizó el servicio de informar sobre el resultado de las mamografías y ha preguntado por qué nadie controló en tres años que cumpliera con sus funciones.
“Después de echarle la culpa a las mujeres, a un jefe de servicio, a María Jesús Montero, ahora parece ser que el responsable es una empresa con la que privatizaron el servicio y que debía informar a las mujeres de sus pruebas diagnósticas”, ha explicado la portavoz adjunta del PSOE-A en el Parlamento andaluz, Ángeles Férriz.
La socialista ha advertido de que detrás del “mayor escándalo” sanitario andaluz se esconden “decisiones políticas” que afectan a más de 2.300 mujeres y ha reiterado que el presidente de la Junta es el máximo responsable. Ha añadido que “tras un mes de mentiras” y un pleno monográfico del que Juanma Moreno se ausentó, hay un nuevo “capítulo de propaganda y uno menos de explicaciones”.
“¿Qué tenemos que pensar, que nadie en el Gobierno de Moreno Bonilla se ha preocupado en tres años de hacerle un seguimiento a una empresa que debía informar a las mujeres si tenían o no un cáncer de mama? Es tremendo”, ha espetado.
La parlamentaria ha exigido a la Junta información sobre el contrato, pero también y especialmente sobre el seguimiento a su trabajo. ”¿Es que en la Junta nadie vigila el cumplimiento de los contratos? ¿Nadie hace un seguimiento, una evaluación? No hablamos de un mes, ni dos, hablamos de tres años”, ha recalcado.


