Polémica en pintar el rey Baltasar de negro en Ceuta: “Lo han pintado mucho mejor que el año pasado”

Blackface

Mientras unos defienden la tradición a capa y espada, otros no entienden cómo, en pleno 2025, sigue habiendo cabalgatas con esta práctica

Las redes no han perdonado lo que ha sucedido en Ceuta con rey Baltasar

Las redes no han perdonado lo que ha sucedido en Ceuta con rey Baltasar

El debate se repite como cada año: los blancos pintados de negro. Por más que avancen los calendarios, las cabalgatas de Reyes Magos en España parecen quedarse atascadas en el pasado. Y no importa cuántas veces se denuncie o cuántas campañas se lancen, la práctica del blackface sigue apareciendo como un fantasma al que no se le encuentra solución. Lo peor es que siempre es el mismo protagonista: Baltasar.

Esta vez, el escenario ha sido Ceuta. El día 4 de enero, adelantándose al desfile oficial por temor a la lluvia, las carrozas recorrieron las calles de la ciudad con todo su esplendor. Pero no fue el brillo de los trajes ni la alegría de los niños lo que acaparó la atención, sino la elección de un Baltasar que, junto a sus pajes, llevaba la cara pintada de negro. “No puede ser más humillante y lamentable. Luego no hay racismo”, señalaba un usuario en X con evidente indignación.

¿Tradición o falta de sensibilidad?

La magia de Reyes eclipsada por el debate

Los comentarios no tardaron en multiplicarse. “Qué atraso”, decía otro mensaje. “Que en 2025 estén pintando a un tío de negro en capitales de provincia da alguna pista del problemita”, afirmaba un tercero. Este tipo de críticas ya no son novedad, y cada año parecen estar más presentes. 

Sin embargo, los organizadores parecen no tomar nota, recurriendo año tras año a excusas que van desde la falta de recursos económicos y logísticos hasta la defensa de una tradición mal entendida. Alegan que mantener el espíritu original de las cabalgatas es su prioridad, pero al mismo tiempo ignoran las críticas que señalan cómo estas prácticas perpetúan estereotipos dañinos y obsoletos. En lugar de buscar soluciones más inclusivas, se aferran a fórmulas desgastadas que generan más rechazo que aplausos.

Lo irónico del asunto es que Ceuta, una ciudad con una población diversa y rica en mezclas culturales, no debería tener problemas para encontrar a personas negras que representen al rey Baltasar de manera auténtica. “No les queda otra, porque claro, a ver de dónde sacas un negro en Ceuta”, ironizaba un comentario cargado de sarcasmo.

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