La ciudad italiana de Agrigento, en la isla de Sicilia, fue escenario de una peculiar situación la semana pasada, cuando las prisas por dejar impecables las calles por las que transitaría el presidente de la República, Sergio Mattarella, derivaron en un costoso error.
Con motivo del inicio del año en que Agrigento es Capital Italiana de la Cultura, las autoridades locales se apresuraron a reasfaltar una vía clave, destinando un presupuesto de 510.000 euros a la obra.
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Aunque los trabajos se completaron antes de la llegada de Mattarella, el apresurado proyecto dejó un grave inconveniente: las alcantarillas de la carretera quedaron completamente enterradas bajo el nuevo asfalto, anulando el sistema de desagüe.
Una vez pasado el evento y con el foco mediático fuera de la ciudad, los mismos obreros que ejecutaron la obra tuvieron que volver al lugar para subsanar el problema. Equipados con detectores de metales, comenzaron la labor de localizar las alcantarillas ocultas bajo el asfalto, lo que generó la sorpresa de los vecinos.
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Muchos cuestionaron por qué no se habían señalado previamente las ubicaciones con pintura o marcadores antes de cubrirlas. Pese a las críticas, las alcantarillas fueron localizadas y desenterradas, devolviendo la funcionalidad y seguridad a la carretera tras días de trabajo adicional.
Acusados de negligencia
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Desde el Ayuntamiento de Agrigento se han defendido de las acusaciones de negligencia, asegurando que el proceso estaba planificado desde el inicio.
Según explicaron, el tiempo limitado para completar las obras obligó a priorizar el asfaltado continuo de la vía, dejando para después la labor de desenterrar y reacondicionar las alcantarillas.