Perder el móvil es un fastidio. Que te lo roben, un problema aún mayor. No solo por el valor del dispositivo, sino por toda la información personal que contiene: fotos, cuentas bancarias, accesos a redes sociales y, en muchos casos, datos sensibles.
Lo primero que muchos hacen en esta situación es llamar o bloquear el teléfono de inmediato, pero eso no siempre es la mejor estrategia. Hay maneras más efectivas de aumentar las posibilidades de recuperarlo y, sobre todo, de impedir que los ladrones puedan usarlo a su favor.
En caso de robo
Guía rápida para tener más seguridad
Según explica la criminóloga María Aperador, los ladrones suelen actuar rápido: lo primero que hacen es desplegar el menú y poner el dispositivo en modo avión para evitar que se pueda localizar. Para impedirlo, hay que tomar ciertas precauciones con antelación.
Desde los ajustes del iPhone, en la sección de Face ID y código, se pueden desactivar funciones que pueden dar ventaja a los ladrones. Por ejemplo, bloquear el acceso al centro de control desde la pantalla bloqueada evita que puedan activar el modo avión sin necesidad de desbloquear el móvil.
Otra opción importante es desactivar la conexión con accesorios. De este modo, no podrán enlazar el teléfono con otros dispositivos que les permitan acceder a su contenido. Además, resulta fundamental impedir que la cartera digital siga operativa, eliminando así la posibilidad de que utilicen el móvil para realizar pagos.
En el mismo menú de seguridad, hay una herramienta llamada protección del dispositivo en caso de robo. Su función es registrar la ubicación habitual del móvil y, si detecta que se aleja de esa zona, activa restricciones adicionales para evitar cambios en contraseñas o accesos a información sensible.
También es recomendable activar una opción en privacidad y seguridad que impide que el teléfono pueda apagarse sin introducir un código. Así, aunque intenten apagarlo, seguirá emitiendo señal y podrá ser rastreado para poderlo recuperar con un poco de suerte.
Como demuestra la experta, proteger un móvil no se limita a poner una clave de desbloqueo. Con unos pocos ajustes y precaución, se pueden evitar muchos disgustos y, en el peor de los casos, dificultar el trabajo a quienes intenten aprovecharse de su robo.

