La expresión “un pavo” para referirse a un euro en España tiene una historia curiosa que se remonta a las década de los años 30. Según explica una divulgadora lingüística, este término comenzó como una referencia al precio de un pavo en aquellos años, que costaba exactamente cinco pesetas. Este animal pasó a simbolizar esa cantidad de dinero, y con el tiempo, la palabra “pavo” fue adoptada como sinónimo de moneda.
La traducción en el cine hizo el resto
Hace años, un pavo valía 5 pesetas
La tradición de llamar “pavo” a una cantidad de dinero ha perdurado, y, aunque en la actualidad se refiere al euro, su origen se remonta a la época de las pesetas. En los años 30, un pavo costaba cinco pesetas, por lo que el uso del término comenzó a popularizarse en ese contexto. Sin embargo, no fue hasta la llegada del cine estadounidense que el término adquirió una mayor notoriedad.
La divulgadora señala que este cambio se produjo a través del doblaje de las películas de Hollywood. “Un día a un traductor se le ocurrió que sería buena idea traducir la palabra 'buck', que se usaba constantemente para hacer referencia a los dólares, por la palabra pavo, que se usaba aquí para la peseta”, explica. De esta forma, la palabra “pavo” cruzó fronteras y se extendió por todo el país, convirtiéndose en un término comúnmente usado para referirse al dinero.
Es interesante que el término “buck” en inglés también tiene una raíz relacionada con los animales, ya que hace referencia a un ciervo macho cuya piel era utilizada para hacer ropa y que se usaba como medio de intercambio comercial en los primeros tiempos. Así, tanto en inglés como en español, los animales han jugado un papel clave en la historia del lenguaje monetario.
Este curioso vínculo entre los animales, pavos y ciervos en este caso, y el dinero muestra cómo las tradiciones lingüísticas de países diferentes se pueden entrelazar gracias a la cultura popular.