El verano ya está aquí. Tras una primavera un tanto inusual con récord de tormentas y termómetros disparados, la estación más esperada del año está a punto de llegar. Este próximo sábado, 21 de junio, se producirá el llamado solsticio de verano, es decir, el momento en que el sol alcanzará su máxima altura, dando como resultado el día más largo del año. Y justo ese día dará comienzo el verano astronómico, una temporada estival que se extenderá hasta el próximo 22 de septiembre.
Y con la llegada del verano es normal que pasemos más horas expuestos al sol y pendientes de los termómetros, sobre todo de aquellos que marcan cifras récord en alguna ciudad de la península. Pero por mucho que esas escenas se repitan año tras años, la cifra que marcan los termómetros de la calle son muy poco fiables.

Un termómetro marca temperaturas cerca de 40º en la capital cordobesa
Así lo contaba este mismo viernes, 20 de junio, el meteorólogo Francisco Gacho en el plató de Zapeando. El experto visitaba hoy el programa de La Sexta presentado por Dani Mateo para hablar de la subida de temperaturas que viviremos este próximo fin de semana y para desmontar el mito de los termómetros callejeros. ''Hoy va a ser el día más caluroso del fin de semana. 13 comunidades tienen activado el aviso por calor'', avisaba.
En cuanto a los famosos termómetros de la calle, como uno en Zaragoza que marcaba este pasado jueves 52 grados, el experto era claro: ''No hay que fiarse de los termómetros de la calle porque están al sol y en muchas ocasiones son negros y el negro absorbe más la radiación solar y se calienta más. Y algunas veces estos termómetros están dentro de estructuras metálicas o cerca de paredes o edificios que absorben calor''.

El termómetro de una farmacia del centro de Vitoria
Pero no solo hay que tener cuidado con esos termómetros, los de las farmacias y los coches también pueden llegar a marcar absolutas barbaridades. ''La temperatura oficial no es esa. La que vemos en la AEMET o en el móvil se mide con termómetros que están en condiciones diferentes'', aclaraba.
Y es que es imprescindible que estos termómetros estén a la sombra y dentro de una garitas meteorológicas de madera y de color blanco. ''Están ventiladas y a un metro y medio del suelo y el suelo no es asfalto, es césped o tierra. Y claro estas temperaturas son mucho más menores que las que vemos en las marquesinas'', señalaba a la vez que desvelaba que la temperatura real de Zaragoza en la jornada del jueves fue 38 grados.