Cala en Brut, en la costa oeste de Menorca, es famosa por sus plataformas naturales desde las que muchos se lanzan al mar sin pensarlo dos veces. El lugar reúne a bañistas que esperan su turno para saltar y a curiosos que disfrutan observando las acrobacias y caídas.
La altura, que en algunos puntos supera varios metros, atrae tanto a quienes buscan adrenalina como a los que solo quieren sentir la experiencia de un salto limpio hacia el agua. Sin embargo, el vértigo que provoca asomarse al borde de la roca puede frenar incluso a quienes llegan decididos a intentarlo.
Indecisión
Laura acapara la atención de toda la cala
Ese fue el caso de Laura, protagonista involuntaria de un vídeo que se ha convertido en uno de los contenidos más vistos en TikTok este verano. La grabación, publicada por su amiga e influencer María Soriano, recoge la escena en la que la joven permanece de pie sobre una de las rocas, incapaz de lanzarse. Según explicó Soriano en la publicación, Laura estuvo “2 horas” en el mismo punto, mirando el agua y valorando el salto.
La espera llamó la atención de decenas de personas que se encontraban en la cala, que comenzaron a seguir aquel momento. El ambiente cambió de inmediato y, de pronto, el miedo de la chica dio paso a un coro que repetía su nombre. En el vídeo se escucha cómo un grupo corea “¡Laura!, ¡Laura!, ¡Laura!, ¡Laura!” mientras las cámaras de varios móviles la enfocaban.
La expectación creció hasta el punto de que la orilla quedó pendiente de su decisión. A pesar de los gritos de apoyo y los gestos de ánimo, Laura era incapaz de saltar. Cogía carrerilla pero se frenaba.
Un usuario escribió que “estoy de voluntariado en Uganda, si cojo el vuelo el viernes a Menorca, ¿llego para ver el salto de Laura?”. Otro aseguró que necesitaba saber si la joven terminaba venciendo al miedo: “Necesito saber si acaba saltando”. Y sí, lo hizo.
El vídeo sigue sumando interacciones y ha convertido a la protagonista en un rostro reconocido entre los visitantes de la isla. Mientras tanto, Cala en Brut continúa recibiendo a quienes se lanzan sin dudar y a otros que, como Laura, prefieren quedarse en la roca intentando reunir valor.