La alimentación es un mundo lleno de curiosidades, misterios, descubrimientos y, sobre todo, platos deliciosos. Cada cultura tiene una forma distinta de comer, usando distintos ingredientes y métodos de elaboración. Esto también se traslada al negocio de la restauración y hostelería: cada local tiene una especialidad distinta, una carta diferente a pesar de tratar con los mismos alimentos, una forma distinta de actuar.
A menudo, pero, estas actuaciones chocan con los comensales y su punto de vista, momento en el cual las redes sociales salen a relucir. La denuncia de ofertas de empleo, comportamientos y precios fuera de lugar es cada vez más frecuente, en particular mediante plataformas como X (Twitter). La más reciente está protagonizada por un restaurante japonés en Eivissa, con un cargo que ha sorprendido a propios y extraños.
La camarera nos ofrece amablemente colocar nuestros bolsos en un ganchito en la mesa. Declinamos su oferta pero ante su insistencia aceptamos.
— laU (@LauraCunei) August 12, 2025
Nuestra sorpresa al ver la cuenta...
¿Es normal @soycamarero?
¿Es legal @consumidores @consumogob? @Diario_de_ibiza @EivissaIbiza pic.twitter.com/vsLNRsdQDN
“La camarera nos ofrece amablemente colocar nuestros bolsos en un ganchito en la mesa. Declinamos su oferta pero ante su insistencia aceptamos. Nuestra sorpresa al ver la cuenta... ¿Es legal?”, preguntaba la usuaria Laura Cunei a Soy Camarero, cuenta especializada en denuncias de hostelería; la OCU y la Secretaría General de Consumo. El papel en cuestión muestra un cargo de 12 euros por una unidad de “gancho bolsa”.
La imagen suma más de 560.000 visualizaciones en la plataforma estadounidense, con respuestas y comentarios procedentes de otras asociaciones, como FACUA. “Cuando vimos el ticket les dijimos que no nos parecía normal pagar eso porque no lo habíamos pedido. Nos dijeron que nos podíamos quedar el gancho si queríamos. Ante nuestra negativa y nuestras caras de incredulidad nos dieron un ticket nuevo sin el concepto”, replicó la autora.
Será que el gancho era para que te lo llevaras para la casa como souvenir? No hay otra explicación coherente, y claro, debe tener un baño en oro o algo así?
— Paola García (@garciatambien) August 13, 2025
Críticas por todas las esquinas
“Con prácticas como ésta cada día dan menos ganas de comer fuera. Un día te van a cobrar por la silla y por el aire acondicionado. Incluso por la servilleta”, “Esto de la hostelería se les ha ido de las manos. No suelo pisar estos sitios, que a saber cómo están las cocinas, pero al final morirán de éxito” o “Por ley, cualquier cosa que vayan a cobrar te lo tienen que notificar con antelación. Es como la costumbre que hay ahora, de entrar y ponerte una tapa o entrante a modo de invitación, y luego en la factura ves que te lo han cobrado” son algunas de las respuestas destacadas.
“Legal sería si se hubiera advertido de su coste o figurara en un tablón con los precios, como no es así, es reclamable su devolución”, sentenciaba otro usuario entre las más de 600 respuestas y mil republicaciones.