El consumo de pomelo puede generar riesgos inesperados para quienes toman ciertos medicamentos. La farmacéutica Elena Monje explica que esta fruta contiene furanocumarinas, compuestos que interfieren en el metabolismo de numerosos fármacos, aumentando la posibilidad de que aparezcan sus efectos secundarios.
Monje detalla que estas furanocumarinas inhiben la enzima CYP3A4, encargada de metabolizar muchos fármacos en el organismo. Cuando esta enzima “está inhibida por el zumo de pomelo aumenta la concentración del fármaco y con ella los efectos secundarios de los medicamentos”, pudiendo llegar a ser tóxicos.
La inhibición de la enzima CYP3A4 no es solo un aumento leve de los fármacos en sangre. En algunos casos, esto puede provocar efectos graves como mareos, hipotensión, alteraciones digestivas o, incluso, toxicidad dependiendo del medicamento implicado y la dosis administrada.
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Los medicamentos más sensibles a esta interacción son los antihipertensivos, ansiolíticos como el diazepam, hipolipemiantes e inmunodepresores. Dichos fármacos pueden permanecer más tiempo en el organismo y aumentar su potencia.
El pomelo interacciona con muchos fármacos haciendo que aumenten peligrosamente sus efectos secundarios
En definitiva, aunque el pomelo es un alimento saludable, su consumo puede ser peligroso cuando se combina con ciertos medicamentos. En este caso, conocer las interacciones y consultar a un profesional puede evitar complicaciones serias para la salud.