¿Por qué decimos que estamos ‘sin blanca’ cuando no tenemos dinero? La respuesta nos lleva a una moneda medieval tan devaluada que, si no tenías ni una, estabas en la ruina absoluta. Seguro que alguna vez has dicho -o, por lo menos, has escuchado a alguien usar esta expresión. Puede que tus amigos, tu pareja o algún familiar te haya propuesto un plan divertido para hacer juntos, pero cuando te has informado de cuánto tienes que pagar para poder hacerlo, has pensado: “Uf, a este plan voy a tener que decir que no porque estoy sin blanca”.
Decir que estamos ‘sin blanca’ significa que no tenemos dinero. Es una forma de hablar que hoy en día todavía muchas personas utilizan como parte de su vocabulario. Sin embargo, ¿nos hemos parado alguna vez a pensar por qué usamos estas palabras concretas para expresar que tenemos poco dinero?
La moneda 'Blanca del Agnus Dei''
¿Qué tiene que ver blanca en todo esto? ¿Es 'Blanca' como el nombre de una persona o 'blanca' como el color? Pero, sea como sea, ¿qué tiene que ver este nombre o color con no tener dinero? Estas son algunas de las preguntas que pueden estar rondando por tu cabeza en estos momentos, pues, si has visto el titular y has decidido entrar a leer, tendrás curiosidad por saber cuál es el origen de esta expresión popular.
Las expresiones perduran, pero su historia se olvida
De hecho, puede que hasta hoy nunca te hubieras planteado estas preguntas; tal vez eres de los que usa esta expresión frecuentemente, pero nunca te hayas parado a pensar en la historia que hay detrás de ella. Y es que esto es algo que sucede con muchas expresiones populares españolas: su uso perdura durante años e incluso siglos en algunos casos, sin embargo, la historia de estas expresiones no se transmite junto a su uso.
Pero cada expresión tiene un origen; hubo un día que alguien la dijo por primera vez, y lo más probable es que eligiera estas palabras concretas por un motivo, no de forma aleatoria. Así que vamos a explicar qué tiene que ver 'blanca' con no tener demasiado dinero.
Un viaje a la España de la Edad Media
El origen de esta expresión se remonta a la Edad Media y se creó durante el reinado de Juan I de Castilla. Este duró 11 años; desde el 29 de mayo de 1379 hasta su muerte, el 9 de octubre de 1390. Este rey, el segundo de la dinastía Trastámara, acuñó durante su reinado una nueva moneda. Así se desprende del libro Ya está el listo que todo lo sabe: Una curiosidad para cada día del año de Alfred López.
A esta nueva moneda se le dio el nombre de ‘Blanca del Agnus Dei’. Aunque esta moneda era de plata y cobre, con el paso del tiempo se fue devaluando, hasta que pasó a ser solamente de cobre. Es decir que esta moneda no tenía apenas valor, pues con ella apenas se podía comprar cualquier cosa.
La devaluación de la moneda
El valor de la blanca era equivalente a medio maravedí; cuatro blancas eran un ochavo y ocho un cuarto. Al principio, seis blancas equivalían a un real de plata, pero las sucesivas reformas monetarias hicieron que se devaluase hasta que 34 maravedíes equivalían a un real.
La primera devaluación de la blanca fue por una reforma de Juan II de Castilla: durante su reinado, tres blancas equivalían a dos de las del anterior reinado. Pasando por los reinados de Enrique IV de Castilla y de Felipe II de España, las monedas cada vez contenían menos plata, hasta que se dejaron de emitir.
La 'Blanca' no tenía apenas valor, así que las personas popularizaron la expresión 'no tener ni blanca' para decir que no tenían apenas dinero. No tener ni una blanca era, en la Edad Media, el equivalente a la ruina total. Con el paso del tiempo, ha variado hasta decir que estamos 'sin blanca', en una expresión que todavía hace referencia a una moneda de siglos atrás.

