Son las tres de la tarde y en el Palau Sant Jordi se respira expectación. En la pista de hielo, los patinadores ya están en movimiento, ejecutando ejercicios malabares y ensayando las primeras piruetas. El sonido de los patines con el hielo resuena en el recinto. El frío es notable, pero la energía en el ambiente lo compensa. Faltan cuatro horas para el estreno y todo está en marcha.
Mickey Mouse ha llegado a la ciudad. Y no está solo. A su lado, Minnie, el Pato Donald y Goofy encabezan una nueva edición de Disney on Ice, el espectáculo familiar que aterrizó este jueves en el Palau Sant Jordi y que permanecerá hasta el domingo. Durante el show, los fans del universo Disney se reencontrarán con la entrañable familia Madrigal de Encanto, que vive en una casita mágica en las montañas de Colombia. También aparecerán Dory, Nemo y Marlin, la pandilla de Toy Story, Moana y el semidiós Maui, y por supuesto, las hermanas Anna y Elsa de Frozen. Todo ello sobre hielo, en una producción de Feld Entertainment que lleva más de tres décadas recorriendo el mundo y conquistando generaciones.
El espectáculo aterrizó este jueves
en el Sant Jordi y permanecerá
hasta el domingo
El regreso de Disney on Ice a España ha sido arrollador. En apenas dos semanas, más de 40.000 personas han asistido a las funciones en Madrid. En Barcelona, se espera que cada una de las siete actuaciones reúna a unas 8.000 personas.
El éxito no es ninguna casualidad. Para muchos padres que hoy traen a sus hijos, este espectáculo es un viaje a su propia infancia, aunque el show ha evolucionado con el tiempo. Según Luciana Forte, directora de márketing de Proactiv Entertainment, cada edición se ajusta a los gustos del público, gracias a encuestas realizadas tras cada función. Sin embargo, la clave es otra: saber captar la atención de los niños. “En un mundo tan digitalizado, mantener su interés no es fácil”, admite Forte. “Disney es una marca que atrapa. Son personajes que los niños han visto en casa una y otra vez. La conexión es inmediata. Cuando llegan al Sant Jordi, que es tan grande, es un impacto tremendo”.
El espectáculo está diseñado para que siempre esté ocurriendo algo. El ritmo de las casi dos horas del espectáculo es trepidante y no deja margen al aburrimiento. Presentadores que dinamizan la función, interacción constante con el público, y un despliegue visual impresionante, con cambios de vestuario, luces y una pantalla gigante. “La gente siempre sale emocionada. El gran final es un momento especial: aparecen todos los personajes, incluso aquellos que no han participado en la función, como Blancanieves. Es un momento Disney puro, que toca el corazón”, declara Forte. Y añade una anécdota personal: “Recuerdo el estreno de La Bella y la Bestia. Ese instante en el que los ves aparecer juntos en escena… Me transportó a la butaca del cine cuando tenía unos cinco años. También la música juega un papel fundamental en esa emoción”.
El ritmo de las casi dos horas del espectáculo es trepidante y
no deja margen al aburrimiento

Los presentadores son los encargados de interactuar con el público
Los patinadores continúan calentando en la pista mientras conversan en inglés entre ellos. En total son unos 50, de muy diversas nacionalidades. Entre ellos, está la española Marta Caballero, que interpreta a Ariel. Para ella, este es su tercer año en Disney on Ice. “Podemos entrenar todos los días si lo necesitamos”, cuenta en La Vanguardia. Caballero lleva toda la vida sobre el hielo y ha competido a nivel profesional. Cuando decidió dejar la competición, encontró en el espectáculo una forma de seguir patinando. “Dar vida a personajes de Disney es un lujo”, afirma, “y trabajar con niños es muy gratificante. Sobre todo cuando vienen disfrazados de sus personajes favoritos, cantan sus canciones favoritas y se ponen de pie emocionados”. Caballero también destaca el momento que parece que más está entusiasmando al público español: el número de Encanto con el personaje de Bruno: “Se puede escuchar a todo el estadio cantando a pleno pulmón No se habla de Bruno”.
Pero Disney on Ice no es solo patinaje. Hay números de acrobacia aérea espectaculares que dejan boquiabiertos a niños y a adultos. Y es que los mayores también disfrutan del espectáculo, y no es un detalle menor; son ellos, al fin y al cabo, quienes pagan lógicamente la entrada y acompañan a sus hijos.
Uno de los testimonios más especiales del show es seguramente el del mexicano Alejandro García, uno de los presentadores. Él es quien mantiene la conexión entre el espectáculo y el público, interactuando en vivo y animando a los asistentes a participar. “El público español es muy entusiasta. Siempre quiere formar parte del show”, dice. No es exagerado decir que, para Alejandro, formar parte del espectáculo es un sueño hecho realidad. La primera vez que fue a ver Disney on Ice fue en la Ciudad de México: “Ahí nació mi pasión por el patinaje. Me dije: un día quiero ser parte de esto". Años después ahí está, recorriendo el mundo con la compañía.

Anna y Elsa, las hermanas de Frozen durante el espectáculo
Como los grandes artistas de nuestro tiempo, Disney on Ice ya tiene fechas confirmadas para volver el año que viene, antes incluso de haber comenzado la presente temporada. Es el éxito de un espectáculo que, año tras año, reúne a las familias que nunca se cansan de verlo y a los padres que por primera vez llevan a sus hijos a conocer el hielo.