Museos y exposiciones que no salen en las guías
Artes
Recorremos algunos espacios que no forman parte del itinerario artístico habitual y que captan a menos visitantes, pero que por su singularidad merecen una visita
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En el Guitar Legends Hall se exponen unas 50 guitarras eléctricas
Barcelona dispone de una oferta museística envidiable. Instituciones como el Museu Nacional d’Art de Catalunya o el Museu Picasso atraen a miles de visitantes al año, pero hay otros espacios expositivos que, pese a no formar parte de la ruta artística habitual y captar a un público menos numeroso, no dejan de ser interesantes. Colecciones de objetos que van de las máquinas de coser a las guitarras eléctricas y los perfumes, o que se encuentran en los lugares más insospechados, desde prisiones hasta parques de atracciones. A continuación, mencionamos algunos de ellos.
Juan de Garay, 31
Museo Alien
Escribano, artífice del Museu Alien, sujetando una réplica de la cabeza del androide Ash
En Barcelona gusta lo clandestino. Uno se puede encontrar desde una coctelería tras la puerta de un supermercado a una nave espacial oculta en un discreto local de Sant Andreu. No es una invención. En el número 31 de la calle Juan Garray se halla el Museo Alien, un espacio que Luis Escribano tardó alrededor de cuatro años en construir y que es un oasis para los amantes de la saga de ciencia ficción creada por Ridley Scott. Desde el inicio del recorrido, el visitante es transportado a la nave Nostromo de la primera película, con la que puede interactuar a través de distintos interruptores que encienden luces o dejan al descubierto recovecos antes inexistentes. Pero las estrellas indiscutibles son los alienígenas que por allí se ocultan. “Tengo alrededor de una treintena”, asegura Escribano.
Fotografías de rodaje o partes del extraterrestre original son otros objetos que exhibe este coleccionista en sus visitas, que aliña explicando algunas curiosidades sobre la saga. ¿Sabían que los actores de Alien: el octavo pasajero están muriendo en el mismo orden que en la película? ¿O que el traje original del monstruo protagonista se diseñó con huesos reales?
Trafalgar, 34
Museo Banksy
En el Museo Banksy se exponen más de 150 reproducciones de las obras del artista de Bristol
Hace dos años que el Espai Trafalgar cambió su nombre por el de Museo Banksy como respuesta al gran el interés del público por la obra del famoso grafitero de Bristol. Desde entonces, miles de visitantes han paseado por sus distintas plantas, donde actualmente se exponen 150 creaciones que van del icónico graffiti Girl with balloon a Venecia en aceite, una crítica a la oleada de cruceros que visitan cada día la laguna de la ciudad italiana. Reproducciones a tamaño real de artistas de todo el mundo (las originales están en las calles) a las que recientemente se han sumado “nuevas obras que representan el trabajo de Banksy en Italia y Ucrania, así como una serie de láminas y pinturas al óleo que complementan la experiencia”, explican desde el museo.
Estos días, además, el espacio acogerá talleres para niños en que se crearán postales navideñas con el arte de Banksy como hilo conductor y que se enviarán a centros de mayores de la ciudad.
Mare de Déu del Port, 56
Museu de Carrosses Fúnebres
El Museu de Carrosses Fúnebres es una muestra única en Europa
Trece carrozas, cinco coches de acompañamiento y tres vehículos de motor completan la colección del Museo de Carrozas Fúnebres, “un espacio expositivo único en Europa”, afirma el historiador Adrià Terol. Incluye piezas tan interesantes como la carroza imperial, muy ostentosa, que se usó para el entierro del novelista Benito Pérez Galdós en 1920; o la carroza estufa, más sobria, que ha transportado los restos mortales de políticos de la talla de Enric Prat de la Riba o Santiago Rusiñol.
Estos vehículos, que cayeron en desuso a mitad del siglo XX, son una muestra de la evolución del ritual funerario, pero también conversan sobre otros temas como la desigualdad de género. “Los coches de respeto, por ejemplo, muestran muy bien cuál era el papel de la viuda y cómo la mujer de la época estaba sujeta a severas restricciones”, señala Terol.
La colección está abierta al público todos los fines de semana con visita guiada gratuita a las 12 horas. Cementeris de Barcelona, además, organiza el segundo y el cuarto domingo de cada mes unas visitas combinadas que arrancan en la muestra de carrozas e incluyen un recorrido por alrededor de cuarenta sepulturas del cementerio de Montjuïc.
Portaferrissa, 16
Guitar Legends Hall
En el Guitar Legends Hall se exponen guitarras que han pasado por las manos de Slash o Eric Clapton
La ciudad también cuenta desde el pasado junio con un museo de más de mil metros cuadrados dedicado a la guitarra eléctrica. Allí se exponen singulares ejemplares que han pasado por las manos de grandes músicos como Slash, Eric Clapton, Paul Stanley o Mark Knopfler, además de ediciones limitadas que ya no están en el mercado, pero que por su importancia han sido replicadas fielmente. Juan José Castellano está detrás de este proyecto que, más allá de una muestra instrumentos, pretende ser un viaje inmersivo por la historia del rock.
La ruta arranca en un bar de blues ambientado en los años 60 y termina con un gran concierto, pasando por una caravana hippie, una tienda de vinilos o un plató de la MTV. Pese a que el Guitar Legends Hall se encuentra en una de las zonas más turísticas de Barcelona, no es una propuesta dirigida únicamente a un público extranjero y busca poner al alcance de todo el mundo la cultura del rock, la guitarra y la música.
Premià, 44
El 'museo' de la máquina de coser
Bernabé Martínez, con las máquinas de coser que ha ido coleccionando en su local de Sants
Bernabé Martínez lleva medio siglo coleccionando máquinas de coser. Empezó a cultivar esta afición a raíz de que fue distribuidor de la prestigiosa marca japonesa Brother durante años y hoy acumula más de 200 de estos aparatos en un pequeño y abarrotado local del barrio de Sants. Tal hazaña ha hecho que muchos otorguen a su establecimiento la etiqueta de museo, pese a que ni siquiera tiene cartel en la entrada.
“Todo el mundo es bienvenido”, dice Martínez, quien insiste en que su colección nace de una pasión y que nunca ha pretendido lucrarse con ella, de aquí que no cobre entrada. Entre otras joyas, dispone de dos modelos Aurora, que Miquel Escuder fabricó en Barcelona en 1860. “Llevan el nombre de la mujer del fabricante. Son muy difíciles de conseguir”, revela el coleccionista, que en sus ratos libres también arregla alguna que otra cosedora de los vecinos del barrio.
Entença, 155
La Modelo
La Modelo acoge visitas guiadas que recorren el patio, las galerías y otros espacios de la prisión
Desde que la Modelo abrió sus puertas a la ciudadanía, acoge visitas guiadas gratuitas (se pueden reservar en la web) en que se recorren el patio, el espacio de paquetería, el polideportivo y las galerías mientras un guía repasa la historia de la prisión. En ellas se muestra cómo el contexto histórico del país ha tenido un gran peso en el uso que se le ha dado al espacio o se repasan los diferentes perfiles de personas que han habitado sus celdas.
Otra parte de la actividad se centra en los vis a vis, que en el caso de la Modelo se organizaban en la planta superior, equipada con ocho habitaciones con baño, cama, toallas y preservativos, aunque estos encuentros no se empezaron a realizar en la prisión hasta 1980. “Estas visitas están muy demandadas y es habitual que las plazas se agoten con bastante antelación”, explica Lluc Ohian Mas, del Institut de Cultura de Barcelona (ICUB), institución que se ocupa de la gestión del espacio junto al Ayuntamiento de Barcelona.
Pese a no ser un museo al uso, esta edificación centenaria permite conocer el pasado de la ciudad desde una interesante perspectiva. Además, suele albergar regularmente exposiciones, jornadas diversas, proyecciones de películas o documentales y obras de teatro, que se van publicando en la web. Ahora, por ejemplo, y hasta finales del mes de enero, acogen la exposición ‘Generacions TOP’, una denuncia a la represión franquista.
Tibidabo
Museu dels Autòmats
Las piezas que se exponen en el Museu dels Autòmats se construyeron entre los siglos XIX y XX
En el pico más alto de la sierra de Collserola se halla otro de los museos más curiosos de Barcelona. El Museu dels Autòmats del Tibidabo dispone de cuarenta piezas construidas entre los siglos XIX y XX que antes de que se inaugurara el espacio en 1982 se distribuían por todo el parque. El Payaso Mandolinista, que fecha de 1880, es el autómata más antiguo de la colección, y Los hermanos Gaüs o el equilibrio del mundo, del 2005, la última adquisición. “Lo fabriqué para la Exposición Universal de Japón y representa el equilibrio entre las fuerzas del bien y el mal”, cuenta Lluís Ribas, conservador del museo.
Para Ribas, la magia de los autómatas se halla en que, tras activarlos presionando un botón, obligan al espectador a parar hasta que cesa su movimiento. “Se rebelan contra la inmediatez que impera en estos tiempos”, asegura. Y destaca que las maquetas (van de una atalaya a una montaña rusa) son otras piezas únicas que pueden admirarse en este espacio.
Paseo de Gràcia, 39
Museu del Perfum
En sus vitrinas se exponen unos 5.000 recipientes
Aparentemente, se trata de una tienda más del barrio de Gràcia, pero dentro de la perfumería Regia también se oculta un museo dedicado al perfume. En sus vitrinas se exponen alrededor de 5.000 recipientes egipcios, griegos, romanos, árabes y de otras culturas antiguas, pasando por los esencieros, perfumadores y frascos para perfumes de todas las épocas, hasta las más modernas creaciones de los perfumistas de la actualidad.
Uno de los diseños más destacados que allí se pueden admirar es el frasco Le Roi Soleil, creado por Dalí. Las miniaturas, catálogos y material publicitario antiguo completan esta muestra tan peculiar como desconocida.