‘Insania’ y ‘Repeat Bend Coincide’, las dos nuevas exposiciones que pueden verse en La Capella

Artes

El centro acoge las obras de Heidi Valda y Milena Rossignoli, los proyectos ganadores de Barcelona Producció

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17 - 07 - 2025 / Barcelona / Nuevas exposiciones de Milena Rossignoli i Heidi Valda en La Capella / Foto: Llibert Teixidó instalacion Milena Rossignoli

'Repeat Bend Coincide', de Milena Rossignoli, en la nave central de La Capella

Llibert Teixidó

La palabra insania es un sinónimo de locura, de demencia, de enajenación… “En realidad es esa delgada línea donde realidad y fantasía se difuminan, se quiebran”, señala Heidi Valda, artista boliviana (1986) que recuerda cómo en las tribus ancestrales “los que padecían insania y podían conectar con lugares ocultos de la mente y el espíritu no eran rechazados, sino que se les escuchaba, eran conside­rados videntes, sabios o seres que podían hablar idiomas no tan­gibles”. Y es justamente en ese espacio de quebranto, entre lo tangible y lo imaginado, donde se sitúa Insania , instalación viviente en la que una veintena de autómatas interconectados entre sí reaccionan, emitiendo diferentes frecuencias de luces y sonidos, a la presencia de los visitantes.

La instalación, que Valda define como “un monstruo analógico-digital errante”, ha sido comisariada por la artista electrónica y programadora creativa Mónica Rikić y es fruto del programa Barcelona Producció, del que también forma parte Repeat Bend Coincide (Repetir Curvar Coincidir) de Milena Rossignoli, y cuyo objetivo es incentivar la producción en el ámbito de las prácticas artísticas contemporáneas. El resultado de ambos proyectos puede contemplarse ahora en La Capella de la calle Hospital (hasta el 28 de septiembre).

“‘Insania’ es un rito de paso: una experiencia que lleva a transitar del ‘seny’ a la locura”, dice Mónica Rikić

Insania ocupa el Espai Rampa y, según Rikić, viene a ser como un “rito de paso: una experiencia que lleva al público a transitar, simbólicamente, del seny a la locura. De lo que uno puede esperar a la incertidumbre”. Una experiencia entre lo analógico y lo digital, la predicibilidad y el caos. En un espacio prácticamente a oscuras y suspendida en el aire, una misteriosa constelación de cuerpos tecnológicos creados de forma artesanal por la artista reaccionan a la presencia de los visitantes —en realidad a su sombra— emitiendo sonidos que a su vez retroalimentan la luz que los genera. “El encuentro de los dos lenguajes, el digital y el analógico, generan un nuevo lenguaje cuyo potencial creativo se sale de cualquier pensamiento o idea normalizada”.

Cerca de allí, en la nave central de La Capella, Milena Rossignoli (Quito, 1990) reflexiona sobre la caída, o mejor, sobre cómo aprender a caer, a través de una gran instalación compuesta de esculturas a ras de suelo o en forma de inscripciones en las paredes. Se titula Repeat Bend Coincide y el conjunto está muy influido por las artes marciales como el aikido, que ella practica, y que, antes de volar, enseña a caer. Lo cuenta la también artista Lia Estruch, que aquí ejerce labores de comisaria, de acompañante en todo el proceso.

La instalación interactiva lumínico-sonora INSANIA, de Heidi Valda

La instalación interactiva lumínico-sonora INSANIA, de Heidi Valda

La Capella

“Para saber caer es necesario caer muchas veces, hasta que el cuerpo sepa asumir el movimiento correcto sin tener que pensarlo antes; a veces me parece que el cuerpo aprende los movimientos antes que la mente. Si coincidir etimológicamente quiere decir caer dos veces en el mismo punto, entonces el lugar donde eso pasa es fundamental”, explica la artista, que ha trabajado teniendo en cuenta el espacio arquitectónico. Por su parte, Estruch señala: “No se trata solo de la caída, puede ser un gesto que deja un rastro en la tierra, algo pasajero, que está sucediendo o que no acaba de terminar, que queda enrollado a medio camino entre el cielo y la tierra”.

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