Los mejores ‘esmorzars de forquilla’ se sirven en estas casas catalanas

El primer bocado

El popular ‘esmorzar de forquilla’ goza de muy buena salud a pesar de los estigmas que recaen sobre esta fórmula para empezar el día

Los guardianes de la excepcional despensa catalana

FORQUILLA Barra Perelló

Barra Perelló.Los mercados son fantásticos para un buen desayuno. En el Ninot, la Barra Perelló ofrece platos a base del excelente bacalao que venden en su puesto

Barra Perelló

El esmorzar de forquilla, el desayuno de cuchillo y tenedor, es cuando, en Catalunya, el primer bocado del día, se viste de fiesta. Comer de forma más o menos abundante a primera hora del día no es exclusivo de los catalanes. Ahí están el esmorzaret de València y los berenars baleares, para dar testimonio de, como mínimo, cierto gusto en el Mediterráneo español por empezar el día con alegría y con algo más que el café con leche y la consabida bollería. Pero no hay que olvidar el full english breakfast británico y la costumbre en los países del norte de Europa de empezar la jornada con un buen desayuno.

Esmorzar de forquilla remite al francés déjeuner à la fourchette , y el Gabelfrühstück alemán. Ambos, significan literalmente desayuno de tenedor. El primero fue un invento de madame Hardy, la propietaria del parisino Café Hardy, abierto en 1799 en pleno fulgor revolucionario, y donde en 1804 se empezó a ofrecer un ágape a base de distintos cortes de carne a voluntad del comensal que se cocinaban ensartados en una gran fourchette, tenedor en francés. La señora Hardy se dio cuenta de que a los diputados de la Asamblea Nacional —que fue abolida por Napoleón ese mismo año— se les alargaba mucho las sesiones parlamentarias y que necesitaban hacer un alto para comer algo a medio día.

Y es que el desayuno de tenedor está, en el fondo, mucho más emparentado con lo que hoy sería un segundo desayuno y la primera comida fuerte del día, que con el desayuno.

El recetario del ‘esmorzar de forquilla’ es el de la cocina tradicional catalana y popular

Actualmente, se disfruta sobre todo los fines de semana y está estrechamente relacionado con el tiempo de ocio. Es el premio que se dan los amigos que salen a hacer una ruta en bicicleta o en moto, los excursionistas o simplemente aquellos que hacen turismo interior. Mientras, los turistas y expats se entregan al brunch.

Sobre el desayuno de tenedor recaen varios estigmas. El primero es el dietético, pues persiste la idea de que comer mucho a primera hora de la mañana recuerda demasiado al pecado de la gula. La realidad es que un desayuno bien entendido no tiene por qué ser una bacanal, ya que se compone de un plato, una bebida —normalmente vino o cerveza—, un café o carajillo y quizás un chupito de orujo o ratafía. No hay postres, como mucho unos frutos secos con un porroncito de moscatel. Visto esto, quizás se bebe demasiado más que comer de más.

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El otro es que se trata de platos y recetas contundentes para tan temprana hora, con una gran presencia de la casquería —los menuts en catalán— de una cocina antigua y pasada de moda. El recetario del esmorzar de forquilla, aquello que lo distingue en realidad de otras formas de desayuno abundante, es el de la cocina tradicional catalana y popular. Las recetas que aparecieron en el siglo XVIII en las populares fondes de sisos. Es el reino del fricandó, del cap i pota, de las albóndigas, de las carnes a la brasa, de las manitas de cerdo, del bacallà a la llauna, por nombrar solo algunos de los más populares.

A continuación les proponemos diez lugares repartidos por toda Catalunya en los que degustar un buen desayuno de tenedor.

Paseo de la Zona Franca, 228, Barcelona

Granja Elena

Granja Elena, el Chef .

Borja Sierra Calvo, cocinero de Granja Elena

César Rangel / Propias

Los hermanos Borja (en la cocina) y Patrícia Sierra (a cargo de los vinos) recogieron el testigo de su padre, Abel Sierra, y de su abuela Paquita Molina, que habían abierto este local en 1974. Platos de cuchareo y clásicos del desayuno de tenedor como el cap i pota, cocinados con mucha mano y mucho fundamento, el de la cocina de fondo y guiso. Para rebañar pan sin parar. La oferta de vinos es de las mejores que se pueden encontrar para desayunar en Barcelona, un apartado en el que el esmorzar de forquilla más flojea en muchas ocasiones. Patricia Sierra tiene buenas referencias y recomienda siempre con acierto.

Anselm Clavé, 1, Granollers

Fonda Europa

2-1-2024. Granollers. Fonda Europa establecimiento con mas de 250 años de vida .© Foto: Cristóbal Castro

Fonda Europa, en Granollers

Cristobal Castro / Shooting / Colaboradores

El gran templo del desayuno en Catalunya es propiedad de la misma familia desde 1771. Los Parellada es una de las sagas de restauradores más importantes del país. La de la Fonda es la esencia de la cocina catalana, del sofrito y de la picada. Su cap i pota sigue siendo imbatible, tanto en su versión clásica como en tortilla. La salsa de tomate de las pencas de bacalao es exacta y precisa. Y todo en una sala cómoda y elegante con camareros uniformados, lo que echa para atrás a algunos habituales del desayuno. Craso error.

Pasg. Bitàcora, s/n, Blanes

Cala Bona

Cala Bona, en Blanes

Cala Bona, en Blanes

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También es posible empezar el día con todo lo que ofrece el mar, incluso con langosta. Esto es lo que ofrece este restaurante de Blanes. Cala Bona ofrece tres desayunos en formato menú a precio cerrado, una fórmula que gusta a muchos desayunadores. Al estar situado en la Costa Brava, en lo más crudo del invierno cierra, por lo que conviene asegurarse de que está abierto antes de ir.

Ctra. de Girona a Banyoles, Cornellà de Terri

Can Selvatà

Can Selvatà

Can Selvatà, en Cornellà de Terri

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Si pasan por delante un fin de semana, verán su amplio aparcamiento lleno a rebosar. Eso es siempre buena señal. Por cierto, es uno de los lugares preferidos para desayunar de Joan Roca (El Celler de Can Roca). Uno de los atractivos es que cada comensal se puede asar su propia carne a la brasa en una gran lumbre central.

La Plana de Gensana, 23, Lleida

Cal Benito

Cal Benito, a Lleida

Cal Benito, a Lleida

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Abrió en el 2019 de la mano de Benito Gili, un restaurador con larga expe­riencia en el Segrià, y en poco tiempo se ha convertido en el lugar de referencia de los desayunos en Lleida capital. Aquí la especialidad es el pescado de secano por excelencia, el bacalao (frito con tomate y guindilla) y, cómo no, los caracoles y las carnes a la brasa.

Ctra. de Andorra a Barcelona, s/n, Torà

Hostal Cal Jaumet

Hostal Cal Jaumet

Hostal Cal Jaumet, en Torà

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Otro establecimiento con más de un siglo de vida a sus espaldas. Concretamente 135, ya que abrió en 1890 y ha permanecido siempre en manos de la misma familia. Situado en la única carretera que en aquel entonces unía Barcelona y Andorra, era el típico hostal en el que hacían parada y fonda viajantes de comercio y tratantes de porcino. No hay que perderse las famosas perdices en vinagreta de la abuela Ramona.

Rebolledo, 27, Tarragona

El Cortijo

El Cortijo, en Tarragona

El Cortijo, en Tarragona

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Con más de 40 años de historia, este bar es una joya en el puerto de Tarragona. Como curiosidad, decir que ocupa el local de un antiguo prostíbulo. Al frente, los hermanos Luis y Santos Masegosa. No hay carta y hay que acercarse al mostrador a ver qué ha cocinado Santos ese día. Si hay romesco de lo que sea, no lo duden. A destacar su apuesta por los vinos de mínima intervención, pero de los bien hechos.

Pl. Sant Francesc, 2, Reus

La Manigua

La Manigua, en Reus

La Manigua, en Reus

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Otro local de tradición familiar y también de los que ofrece tres menús a precio cerrado y contenido de 10, 12 y 13 euros respectivamente. La manigua era el nombre del primer campo del RCD Espa­nyol en Les Corts. Y es que este local oficia como sede de la peña perica en el Baix Camp.

Mallorca, 135, Barcelona

Barra Perelló

Barra Perelló, en Barcelona

Barra Perelló, en el barcelonés Mercat del Ninot

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En los bares de los mercados se suele desayunar muy bien. Tienen acceso a buen producto y así todo es más fácil. Los Perelló son bacaladeros desde 1898 y con la última reforma del Mercat del Ninot decidieron ofrecer una barra donde comer, justo al lado de su puesto. La carta para desayunar es corta, pero su bacalao de Islandia es de los mejores de Barcelona.

Mercat Municipal de Tortosa

Bar Esther

Bar Esther, en Tortosa

Bar Esther, en Tortosa

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Otro bar de mercado y también relacionado con el bacalao. Abierto en 1985, los regentan, desde 1996, Esther Roca y su pareja, Lluís Duran, que es quien tiene el vínculo con el bacalao, que vuelve a ser el producto estrella de este bar. En el mercado no se puede cocinar porque está declarado bien cultural de interés local, así que Esther y Lluís lo traen cada día todo preparado de su casa. Una pequeña heroicidad.

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