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Se acabó el juego (del calamar)

Estreno

Gi-hun se enfrenta a las últimas pruebas con el desafío de que los secundarios impliquen emocionalmente al espectador

Lee Jung-jae se llevó un Emmy al mejor actor por la primera temporada.

Lee Jung-jae se llevó un Emmy al mejor actor por la primera temporada.

Noh Ju-han / Netflix

Sobre el papel (promocional), Hwang Dong-hyuk había escrito dos nuevas temporadas para despedir El juego del calamar. Al ver el regreso en diciembre, no era difícil deducir que en realidad el creador había escrito solo una temporada, que la plataforma pidió partir por la mitad para no quemar el título. Así nos encontramos con una temporada interrumpida y frustrante en diciembre pero ahora entramos en un punto candente de la narración.

Gi-hun (Lee Jung-jae) invirtió los 29 millones de euros ganados para elaborar un meticuloso plan para entrar otra vez en el juego y dinamitarlo desde dentro. Convenció a unos cuantos para rebelarse junto a él.

Lee Byung-hun, el antagonista de la temporada como el Líder.
Lee Byung-hun, el antagonista de la temporada como el Líder.No Ju-han/Netflix

El líder (Lee Byung-hun), que se había infiltrado en el juego por su curiosidad por medirse con Gi-hun, desactivó la rebelión en el último momento. De paso, mató a Jung-bae (Lee Seo-hwan), amigo de toda la vida de Gi-hun. El protagonista, en shock por lo ocurrido, debe competir como un concursante más y sin plan B.

Al volver a mitad de la competición, El juego del calamar no tiene que sentar las bases, posiblemente el peaje más engorroso de la tensa serie. Pero Gi-hun tiene dos desafíos aparte de sobrevivir: que la defunción de los compañeros pueda implicar emocionalmente al espectador, algo que no sucedió en diciembre, y despedirse como un fenómeno.

Esta segunda edición televisada del juego, de momento, no ha atraído el público de la primera ni tampoco ha causado el mismo impacto mediático. Quizá 192 millones de visionados de la segunda temporada son el tercer mejor dato histórico de Netflix pero, aparte de quedar por debajo de los 265 millones de la primera temporada, no generaron la conversación y la fascinación de antaño. La espera de tres años, en este caso, se notó.

Pere Solà Gimferrer

Pere Solà Gimferrer

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