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'Miércoles', ¿un exitoso fracaso para Netflix?

Opinión

La segunda temporada está siendo muy vista pero no ha conseguido ser el fenómeno de la primera

Emma Myers y Jenna Ortega han tenido una amistad desaprovechada en pantalla.

Emma Myers y Jenna Ortega han tenido una amistad desaprovechada en pantalla.

BERNARD WALSH/NETFLIX

Este martes han salido las cifras de audiencia de Miércoles tras estrenar la segunda mitad de la segunda temporada: 28,2 millones de visionados a partir de 219,200 millones de horas vistas. Es la número uno indiscutible. Se trata de un éxito para la plataforma de contenidos, que encima ha utilizado la implicación de Lady Gaga como actriz y cantante para conseguir ruido tanto en los medios convencionales como en las redes sociales, sobre todo a partir del baile de Enid y Agnes en el último capítulo. Pero, al mismo tiempo, la irrelevancia del título en comparación con la primera temporada obliga a plantear otra hipótesis: ¿Miércoles es exitosa o un exitoso fracaso?

La posibilidad de que Miércoles tuviera menos éxito comercial con la segunda temporada era prácticamente inevitable. Los 252 millones de visionados en tres meses de la primera temporada, gracias a las 1.718 millones de horas vistas por los suscriptores, era casi una anomalía. Solo hay que ver que lidera el ranking histórico de series más vistas en lengua inglesa de Netflix a más de 100 millones de visionados de la segunda opción, Adolescencia (142,6 millones). Otro fenómeno similar como El juego del calamar, líder en la categoría de habla no-inglesa, también fue incapaz este año de revalidar las cifras astronómicas de la temporada inaugural.

Repetir las cifras de la primera temporada era casi imposible: 'El juego del calamar' también sufrió una bajada tras su ausencia

Antes del estreno de estos últimos capítulos, análisis de audiencia ya indicaron que el segundo curso de Miércoles Addams palidecía en comparación con el primero. En sus tres primeras semanas en el catálogo, solo 92,5 millones de suscriptores habían empezado la temporada mientras que la primera había atraído 150 millones en el mismo intervalo de tiempo. Al ver el rendimiento de la creación de Alfred Gough y Miles Millar con este último lanzamiento del 3 de septiembre, tampoco se indica una expectación desmedida.

Las 219,2 millones horas comunicadas este martes no representan una subida significativa con respecto a las 201,600 obtenidas a principios de agosto, sobre todo si se tiene en cuenta que una parte de este consumo son espectadores que todavía están viendo la primera mitad y que, por lo tanto, la audiencia podría haber sido inferior. Y es que Netflix, al facilitar los datos de consumo de sus títulos más vistos, no permite diferenciar qué audiencia exacta ha tenido cada tramo de episodios, incluso en los títulos estrenados en distintas tandas.

Jenna Ortega pidió que dejasen de lado el triángulo romántico.
Jenna Ortega pidió que dejasen de lado el triángulo romántico.TOMASZ LAZAR/NETFLIX

Sin embargo, en un criterio menos cuantificable, posiblemente la bajada más significativa de Miércoles ha sido en su impacto cultural y social: al estrenarse en noviembre de 2022 estuvo en boca de toda la industria y, al volver casi tres años más tarde, la capacidad de provocar conversación, memes y tendencias parece haberse reducido.

Los bailes y Lady Gaga posiblemente son los elementos más indicativos. Jenna Ortega en 2022 se creó su propio baile: era de la opinión que Miércoles era rara, no convencional como el baile que le habían diseñado coreógrafos profesionales. En una iniciativa del fandom, el público empezó a compartir esas imágenes o sus versiones de los bailes con Bloody Mary de Lady Gaga, en vez de Goo Goo Muck de The Cramps, el tema elegido por los supervisores musicales de la serie. Miércoles fue viral de una forma orgánica llevando el tema de Lady Gaga a las listas de ventas a pesar de haber sido publicado en 2011.

En cambio, con la segunda temporada, Lady Gaga directamente aparece en un papel anecdótico y desaprovechado, tras haber ayudado a promocionar la segunda temporada. También compuso una canción exclusiva para la serie, The Dead Dance, utilizada en uno de los clímax: el baile de Enid y Agnes, convencional a más no poder, que bien podría aparecer en cualquier serie o película de Disney. El objetivo era claro: repetir el momento viral de la primera temporada. Al intentarlo de una forma tan calculada, se percibe forzada tanto la maniobra como la canción de Stefani Germanotta.

Un elemento que habría podido impactar negativamente Miércoles fue una exigencia de Jenna Ortega, que pidió que el argumento abandonase los triángulos amorosos para centrarse en otras facetas de su personaje. Creía que, teniendo en cuenta que Miércoles Addams es una sociópata con problemas para entender la amistad, no tenía sentido que la trama se centrase en su supuesta tensión romántica con personajes como Tyler y Xavier. Pero, al eliminar estas tramas, se perdió un jugoso filón entre el público adolescente: la compartición de montajes con los protagonistas de líos amorosos. Que se lo digan a El verano en qué me enamoré, que le ha comido la tostada como fenómeno juvenil viral este verano.

Culpar a Jenna Ortega, que conste, no es justo. La ausencia de un triángulo amoroso no tiene por qué significar la pérdida de interés si hay otros elementos a los que parar atención. Pero, por ejemplo, la única trama romántica de la segunda temporada ha estado desdibujada: la de Enid con Bruno. El motor para el público juvenil, la amistad entre Miércoles y Enid, no se ha continuado desarrollando de forma atractiva hasta llegar al tramo final de la temporada. Incluso Evie Templeton como Agnes, una fantástica incorporación, ha sido desaprovechada mientras los familiares de Miércoles iban ganando metraje (y Luis Guzmán e Isaac Ordonez son dos errores de casting como Gomez y Pugsley).

Quizá el caso de Miércoles es tan sencillo como esto: se acabó el factor novedad y la ausencia durante casi tres años mató el buen momento de la producción. Cuando Jenna Ortega soltó las pirañas en la piscina, el público sintió curiosidad: estaba Tim Burton, un argumento para toda la familia y una premisa a priori rompedora por el perfil sociópata de la protagonista. Tras revelarse como una serie convencional, con unos personajes solo disruptivos a nivel superficial, la audiencia por fin la trata como lo que es: una adaptación de las series juveniles, ligeras y estructuradas de la televisión de siempre con su ración de aciertos en el diseño de producción y en la forma de dirigirla.

De hecho, Miércoles posiblemente es la serie más Netflix de Netflix desde que la plataforma decidió claramente usurpar a la televisión generalista el rol preferente de entretener a todos los públicos. Es fácil de ver, tiene millones y millones de espectadores, pero no tiene la capacidad de conversación y de impacto de títulos más minoritarios de plataformas rivales (como le sucedía a las series en abierto en comparación con las del cable o streaming). Es un éxito comercial pero ya no es un fenómeno cultural.

Pere Solà Gimferrer

Pere Solà Gimferrer

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