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Jude Law y Jason Bateman: “Para bailar hacen falta dos”

Entrevista

Los dos actores protagonizan la serie 'Black Rabbit' de netflix, de la que también son productores ejecutivos

Los dos actores, durante la presentación de la serie

ANGELA WEISS / AFP

No hay mejor muestra de la importancia que hoy tienen las plataformas para los actores de primer nivel que “Black Rabbit”, la nueva serie que acaba de estrenarse en Netflix, y en la que Jude Law y Jason Bateman no son solo los protagonistas, sino también los productores del proyecto. Jason es también el director de 2 de los 8 episodios, mientras que su ex compañera de reparto en “Ozark”, Laura Linney, fue la responsable de otros dos. El nominado a dos Oscars por “El talento de Mr. Ripley” y “Cold Mountain” encarna a Jake, el dueño del exitoso restaurante que le da el nombre a la serie, cuya vida se trastoca cuando su hermano Vince (Bateman) regresa a Nueva York, en donde le esperan viejos asociados que esperan el pago de una deuda.

¿De qué manera trabajasteis la relación entre estos dos hermanos?

Jude Law: La verdad es que estaba todo en el texto. Tuvimos la suerte de involucrarnos desde un primer momento como productores, y también de haber estado trabajando con un equipo de guionistas que nos incluyeron desde el vamos. Tuvimos tiempo de compartir ideas y proponer cosas que detallaban esta relación. La dinámica entre ellos siempre fue el eje de la historia. Pero tengo que decir que a la hora de actuar, me sentí muy cómodo trabajando con Jason. Es que contábamos con un muy buen mapa, es decir un buen guion. Los dos disfrutamos la oportunidad de jugar con el texto y empujarnos entre nosotros. Y una vez que te acostumbras a eso y te sientes cómodo, ya no hay límites, porque todo se va dando de manera orgánica. Especialmente cuando hay un vínculo entre hermanos. Eso fue muy interesante. No es que sean grandes amigos o acaban de conocerse. Tienen una larga historia compartida, de toda la vida. Y esa es la razón por la que se toleran de la manera en que lo hacen.

Jason Bateman: Fue muy fácil estar con Jude todo el tiempo, independientemente del estado de ánimo que yo tuviera. Y eso ayudó mucho cuando nos tocaba hacer escenas en las que teníamos que gritarnos entre nosotros. Si tienes un poco de sensibilidad, gritarle a otra persona de una manera creíble inevitablemente te hace sentir mal. Pero si tienes una gran conexión con esa persona y sabes que te tiene paciencia, puedes mandarle al demonio todas las veces que sea necesario sin que te sientas culpable. Lo haces de la misma manera en que lo harías con tu hermano, con quien puedes pelearte todo lo que quieras, porque nunca te vas a distanciar por completo. Va a seguir siendo tu hermano. Y cuando nos tocó interpretar las escenas de conexión y empatía también fue fácil porque hay un afecto natural entre los dos, ya que no somos monstruos.

¿Qué fue lo que os ayudó a conectarse como hermanos, por más que en la ficción cada uno de los personajes tiene una manera muy distinta de encarar la vida?

JB: El trabajo mas pesado lo hicieron Zach Baylin y Kate Susman. Ellos tuvieron que llenar las páginas en blanco y decidir cuáles eran los puntos de conexión. Pero más allá de eso, para cualquier persona que escucha y observa, hay un momento en el que miras a la persona con la que estás hablando y te das cuenta si hay una conexión incuestionable o no, si hay un acuerdo para participar de esa conexión, y si vas a utilizar tu talento para comunicarte con la gente. Así es como se genera una dinámica que compartes, porque para bailar hacen falta dos. Jude es una persona muy generosa pero también muy talentoso y profesional como actor, y esa fue la base de una hermosa sociedad artistica.

JL: Hay que tener en cuenta que ellos comparten un trauma histórico, que se revela durante la serie. Y una vez que te enteras que algo así está en su pasado, vas a entenderlo todo. Por sobre todas las cosas, esa revelación sirve para entender por qué se protegen el uno al otro de la manera en que lo hacen.

¿Cómo describiríais el trabajo con Troy Kotsur?

JL: Fue una experiencia extroardinaria. Hay algo en el silencio en el cine que tiene un impacto increible. Y él tiene una presencia que se debe a su confianza en si mismo, que es muy fuerte. Y sin embargo, la primera vez que hicimos una escena juntos, me recibió con brazos abiertos y una sonrisa. Tiene una gran capacidad para pasar de la amabilidad a la confrontación.

JB: Jude tiene razón sobre lo del silencio. Hablé con Troy bastante antes del rodaje sobre cuál iba a ser su versión del personaje, y especificamente de qué manera se iba a vincular con la circunstancia poco habitual de un intérprete que no dispone del uso de su voz. Es que esa es una de las herramientas que usamos. Y le aseguré que no iba a necesitar compensar el hecho de que no hablara para darle el peso y la severidad que necesitaba el personaje. Se lo aseguré como director, como el que iba a elegir las tomas, su duración, los ángulos y cuánto tiempo se iba a quedar la cámara en él mientras hacía señas en relación al tiempo que le iba a tomar mientras estaba escuchando. Le expliqué que no iba a tener que hacer mucho porque yo me iba a asegurar que su severidad quedara intacta sin que él tuviese que ayudar a la audiencia. Eso le entusiasmó mucho, que pudiera trabajar en la relación con su hijo de la forma en la que cualquiera lo haría. No hace falta decir, actuar o hacer demasiado, porque tu hijo te conoce muy bien. Le prometí que íbamos a capturar precisamente eso, y preservarlo. Me parece que hizo una interpretación increíble.

¿Cuán importante es para vosotros en esta etapa de vuestra carrera no ser simplemente actores en una serie sino también productores ejecutivos?

JL: Es una experiencia maravillosa. En mi caso, es algo que he estado haciendo recientemente, mientras Jason lleva mucho mas tiempo. Me encanta la oportunidad de que se concrete algo en lo que tu crees, poder ayudar a guiarlo, apoyando a la gente precisa, y formando una familia para que lo logre. Liderar con un gran espíritu es tan importante como excluir a los idiotas desde un principio. En un plano mas personal, hacerlo de esta forma me permite involucrarme en proyectos o personajes que tal vez de otra forma no haría porque muchas veces cuando eres un actor al que simplemente contratan para un proyecto siempre te llaman para papeles que coinciden con la forma en que te perciben los demás. En cambio de esta manera, comienzas el proyecto y llevas las riendas con un poco mas de firmeza.

JB: Creo que a los dos nos atraen los proyectos que tienen algo más de desafío que otras cosas que tienen mucho éxito. Para acertarle a un objetivo mas pequeño con proyectos mas complejos en su tono tienes que lograr que cada departamento en tu equipo haga un trabajo excepcional y apunte hacia el mismo lado. Y si tienes el privilegio de sumarte a un proyecto asi en sus inicios, vas a poder participar en la contratación de cada parte del equipo, e incluso plantear de que forma se va a encarar el marketing, para que no se pierda a la hora de difundirlo lo que has tratado de hacer. Todas estas cosas importan cuando estás apuntando a un objetivo mas pequeño. Espero que lo hayamos logrado con “Black Rabbit”. Tuvimos la suerte de contratar a todos los que queríamos, un equipo de gente increíble.