Lenny Fraser, el “animal” de Rockhampton y sus perversos trofeos

Las caras del mal

Con un amplio historial delictivo, el violador reincidente empezó a asesinar a sus víctimas tras su última etapa en prisión

Lenny Fraser, el “animal” de Rockhampton y sus perversos trofeos

Lenny Fraser, el “animal” de Rockhampton y sus perversos trofeos

LVD

El depredador sexual esperaba el momento oportuno entre las sombras para asaltar a su presa: una niña de nueve años que caminaba de vuelta a casa al salir de clase. Tras un golpe seco en la cabeza y un fuerte tirón, la pequeña cayó al suelo mientras su asaltante amortiguaba los gritos poniéndole la mano en la boca y arrastrándola a un callejón. Allí, la sometió y agredió sexualmente. Sin embargo, Keyra le había visto la cara. No podía dejarla libre.

Sin pensárselo dos veces, el agresor la degolló con un cuchillo, metió el cuerpo en el maletero de su coche y lo arrojó a una zona boscosa a las afueras de la ciudad. Un peligroso asesino en serie andaba suelto.

Antecedentes tempranos

Leonard John ‘Lenny’ Fraser nació el 27 de junio de 1951 en Ihgham, una pequeña localidad rural en Queensland (Australia), aunque desde los seis años residió junto a su familia en Sydney. Sobre su infancia poco más se sabe salvo su extenso historial delictivo que se remonta a entre 1966 y 1980: desde pequeños hurtos y robos con tan solo 15 años, pasando por agresiones y, principalmente, decenas de abusos y agresiones sexuales.

Sus numerosos antecedentes llevaron a Lenny a pisar tanto centros de menores en régimen cerrado como distintas cárceles. Tras su última condena por violación, el joven optó por regresar con sus padres. En esa época, septiembre de 1982, un soplo de aire fresco llegó a su vida, su futura mujer Pearl Rigby.

Lenny Fraser, de joven

Lenny Fraser, de joven

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Durante los siguientes tres años, Lenny quiso reformarse y cambiar: trabajaba a tiempo completo como vigilante, se casó con Pearl y fueron padres de una niña, Missy, y tenía un amplio círculo de amigos con los que salir de copas y divertirse. Fueron ellos quienes le apodaron el “animal” por el aguante que se gastaba.

Entonces, Lenny volvió a las andadas. Era junio de 1985. Sus depravadas pulsiones emergieron de nuevo y violó brutalmente a una mujer, Lisa, que pudo reconocerlo, denunciarlo, y que un tribunal lo condenara a once años de prisión.

Lenny Fraser junto a su familia

Lenny Fraser junto a su familia

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En 1997, Lenny salió en libertad, ya había cumplido con la ley y tenía derecho a pisar la calle, pese al evidente riesgo de reincidencia. Durante el siguiente año, el depredador violó a otras 16 mujeres más y empezó una nueva relación sentimental tras el divorcio de su mujer. La joven se llamaba Crissie Wraight, a la que maltrataba física, psicológica y sexualmente, y con la que se mudó a North Rockhamptom. A partir de ahí, comenzaron los crímenes.

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Cabe señalar que Lenny no era el típico asesino en serie, ya que su principal motivación criminal era la violación y no tanto el asesinato. Sin embargo, este depredador sexual optó por empezar a matar a sus víctimas para evitar ser descubierto. A esto se sumaba una perversa práctica: coleccionar trofeos. Lenny guardaba ropa interior femenina, así como cabello y coletas de mujeres diferentes.

Comienza la cacería

Los asesinatos se produjeron entre el 28 de diciembre de 1998 y el 22 de abril de 1999. Lenny mantuvo un patrón similar en cada crimen: asaltaba a niñas, jóvenes y adultas vulnerables, a las que someter sádica y sexualmente. Tras su ritual de abusos, el depredador las golpeaba y degollaba. Después continuaba con su vida como si nada. Las cuatro víctimas brutalmente asesinadas fueron Julie Dawn Turner, Beverly Doreen Leggo, Sylvia Maria Benedetti y Keyra Steinhardt.

La desaparición de esta última, la niña de 9 años, fue noticia internacional mientras las autoridades la buscaban. En esas primeras horas, Lenny fue detenido como sospechoso número uno. Su historial le precedía. Sin embargo, la policía no logró una confesión. Simplemente les dijo: “No soy un pederasta”.

Keyra Steinhardt, asesinada por Lenny Fraser

Keyra Steinhardt, asesinada por Lenny Fraser

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Aun así, se procedió a registrar su coche en busca de pistas que lo incriminasen. Y lo consiguieron. En el interior, recabaron rastros de sangre y su análisis confirmó el peor de los presagios, era la sangre de la niña. Los investigadores confrontaron esta prueba irrefutable ante Lenny, que terminó por confesar el crimen y llevarlos ante el cuerpo de la niña. Habían transcurrido dos semanas.

Pese a dar con el autor de este asesinato, la policía sabía que Lenny era un asesino en serie y que había más víctimas. Pero no tenían cómo probarlo. Por consiguiente, el tribunal tan solo pudo declararlo culpable del asesinato de Keyra y sentenciarlo a cadena perpetua indefinida. Era noviembre de 2000.

Los crímenes de Lenny Fraser aparecen en la prensa

Los crímenes de Lenny Fraser aparecen en la prensa

TCM

Mientras tanto, cuatro casos más seguían sin resolverse, cuatro mujeres y niñas que se habían esfumado sin dejar rastro. Tres de ellas habían sido asesinadas por Lenny -aunque la policía todavía no lo sabía-. Se trataba de Sylvia Benedetti, Beverly Leggo y Julie Turner. La cuarta desaparecida era una adolescente, Natasha Ryan, de 14 años. Según los testigos, la menor desapareció cuando iba al cine.

Con Lenny en prisión, la única forma de obtener información sobre su pasado criminal y las posibles víctimas desaparecidas era con un informante. Ahí entró en juego Allan Quinn, el bautizado como el mayor estafador de Australia, que decidió ayudar a la policía para conseguir beneficios penitenciarios.

Natasha Ryan fue una niña desaparecida

Natasha Ryan fue una niña desaparecida

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Tras ganarse la confianza de su compañero de celda durante dos años y gracias a un equipo de grabación oculto proporcionado por los investigadores, Lenny admitió los asesinatos. El depredador reveló pormenorizadamente los detalles y, al verse descubierto, aceptó llevar a los agentes a las zonas donde había abandonado los cuerpos. Allan le prometió que se llegaría a un acuerdo con la Fiscalía.

Así fue cómo localizaron los restos de las tres mujeres asesinadas excepto los de la desaparecida Natasha. Al ser preguntado por la niña, Lenny dibujó varios mapas de dónde podría estar. Pero la búsqueda fue infructuosa. A pesar de todo, lo acusaron de los cuatro crímenes.

El giro

En mayo de 2003, Lenny volvió a un juzgado, esta vez al Tribunal Supremo de Bribane por cuatro asesinatos en primer grado. Durante el juicio y más concretamente en la duodécima sesión, hubo un giro brutal de los acontecimientos. 

Una llamada anónima reveló el paradero de la adolescente Natasha Ryan: no solo estaba viva, sino que la encontraron escondida en el armario de la casa de su novio en Rockhampton. La chica se había fugado voluntariamente y no quería volver a casa. Con esta resolución del caso, Lenny Fraser no podía ser acusado de ese cuarto crimen, pero sí del resto.

Lenny Fraser camino del tribunal

Lenny Fraser camino del tribunal

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Un mes después, el Supremo sentenció al acusado a otras tres cadenas perpetuas indefinidas. Es decir, Lenny pasó a cumplir cuatro condenas hasta su muerte el día de Año Nuevo de 2007. Según el informe de la autopsia, el asesino en serie sufrió un ataque cardíaco en su celda del Centro Correccional Wolston de Brisbane. Tras su muerte, los investigadores siguen creyendo que se llevó a la tumba el nombre de más mujeres desaparecidas. 

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