Tras una emotiva velada en familia, los Whitaker se disponían a entrar en casa cuando un encapuchado les sorprendió con un arma. Primero, descerrajó un tiro en el pecho del menor de los hermanos. Acto seguido, un segundo disparo impactó en el abdomen de la madre, que cayó fulminada al suelo. Las detonaciones sorprendieron al padre, que también recibió un tiro en el hombro al tratar de socorrer a su mujer e hijo. Y, por último, el mayor de los hermanos forcejeó con el desconocido, aunque finalmente terminó herido de otro tiro en el brazo.
La tragedia parecía haberse cebado con esta familia. Pero, ¿por qué tanta violencia? ¿Quién estaba detrás de aquella cacería? Con el paso de las semanas, los investigadores descubrieron que aquel ataque en realidad había sido orquestado por alguien de dentro, por un lobo con piel de cordero que había traicionado a los que más quería. Era todo un complot para encubrir una gran mentira.
Caprichoso y delincuente
Thomas Bartlett “Bart” Whitaker nació el 31 de diciembre de 1979 en Houston (Texas), en el seno de una familia adinerada residente en Sugar Land. Sus padres, Kent y Tricia, colmaron de comodidades tanto a nuestro protagonista como a su hermano pequeño Kevin. Fueron enviados a los mejores colegios y universidades, les dieron todo tipo de caprichos y regalos y procuraron que siempre estuviesen contentos.
Pero ese exceso de atenciones materiales no hizo más que convertir al mayor de los Whitaker en un muchacho caprichoso e insatisfecho, que solo trataba de llamar la atención de sus padres. Su inconformidad se tornó en rebeldía cuando cruzó la línea delincuencial.

Bart Whitaker, de joven
A los 17 años, Bart fue detenido y condenado por siete robos planeados y cometidos meticulosamente junto a otros amigos. Por extraño que parezca, esta ola de asaltos también coincidió con uno de los mejores regalos que puede recibir un chaval de esa edad: un coche de lujo. De ahí que, cuando el joven fue arrestado, sus padres no entendiesen nada. Lo tenía absolutamente todo, no le faltaba de nada. Sin embargo, Bart siempre parecía querer más. Pero, ¿el qué?
Tras graduarse en el instituto, el joven comenzó a estudiar en la Universidad Estatal Sam Houston. O eso creían sus padres, porque, en verdad, Bart tan solo acudió el primer año a clase. A partir de ahí, ideó una retahíla de mentiras para que le financiaran unas supuestas actividades académicas que, por supuesto, jamás llevó a cabo. Incluso, le compraron una casa adosada junto al lago, en Willis.

Bart Whitaker junto a toda su familia
El engaño fue tan descomunal que Bart llegó a fingir su propia graduación universitaria. Kent y Tricia no podían sentirse más orgullosos de su hijo, quien finalmente había logrado enderezar su camino. Como recompensa, sus padres le regalaron un reloj de la marca Rolex, valorado en 4.000 dólares, y le insistieron en celebrarlo pronto. Era cuestión de días que destaparan su gran mentira.
Así fue cómo Bart ideó un macabro plan: asesinar a toda su familia. Para ello convenció a dos amigos, Chris Brashear y Steven Champagne. Les pidió que simulasen el asalto y robo de la casa familiar y, cuando sus padres y su hermano entraran por la puerta, tenían que dispararlos sin dilación. Además, él también debía de resultar herido para no levantar sospechas. El plan se ejecutó la noche del 10 de diciembre de 2003.
A tiros
Mientras los Whitaker se encontraban cenando en un restaurante para celebrar la supuesta graduación de Bart, Chris entró en la casa, se hizo con la pistola y la munición de Kent (previamente Bart le indicó dónde podía encontrarlo), revolvió la casa para simular el robo y esperó escondido tras la puerta principal a que regresaran. En el exterior, Steven lo esperaba dentro del coche para proceder a la huida.
Alrededor de las 20:20 horas, la familia aparcó el coche y se dirigió hacia la casa. Kevin, Tricia y Kent estaban a punto de entrar cuando Bart se quedó rezagado con la excusa de haberse dejado el móvil dentro del vehículo. Al instante, Chris inició el tiroteo.

Los Whitaker
Los disparos alcanzaron a toda la familia: Kent y Bart quedaron malheridos, mientras que Kevin y Tricia terminaron falleciendo. Ante las evidencias de aquella noche, la policía inició las pesquisas con la convicción de un robo que salió mal. Incluso empezaron a buscar a un hombre de raza negra como el tirador desconocido, un dato facilitado por el propio Bart como maniobra de despiste en los primeros instantes. No surtió efecto.
El estudio detallado del escenario del crimen llevó a los investigadores a concluir que se trataba de una puesta en escena: durante el robo no se llevaron nada de valor y, además, parecía que los cajones habían sido abiertos de forma ordenada. No tenía sentido. Por otro lado, tampoco cuadraba que el asaltante utilizase el arma del padre en vez de llevar una propia. ¿Cómo sabía el desconocido dónde estaba la pistola?

Chris Brashear, amigo de Bart Whitaker y asesino de su familia
La investigación continuó por realizar la denominada autopsia emocional de las víctimas, incluidas las que sobrevivieron, para entender los hechos. Así fue cómo descubrieron que Bart jamás se había graduado en la universidad y que ni siquiera acudía a clase. La vida del primogénito estaba basada en una gran mentira.
A esto se sumó la información facilitada por Adam Hipp, un viejo amigo de Bart. El joven explicó que Bart le propuso matar a su familia años atrás, aunque pensó que se trataba de una broma. Tras los fatales acontecimientos, Adam supo que su amigo hablaba en serio. De ahí su denuncia.
El perdón
Con estos nuevos datos, la policía empezó a investigar al círculo más próximo de Bart hasta llegar a Chris y a Steven. En cuanto Bart se enteró, decidió poner tierra de por medio. Era junio de 2004 cuando el joven desapareció sin dejar rastro: huyó a Cerralvo (México) tras pagar 3.000 dólares a un conocido, se cambió de nombre -ahora se llamaba Rudy Ríos- y fingió ser un antiguo combatiente de Afganistán para justificar su herida de bala en el hombro.
Un año después, en septiembre de 2005, Bart fue detenido gracias a un informante, el mismo conocido que lo ayudó a escapar. En esta ocasión, ayudó a la policía para poder cobrar la recompensa por la búsqueda y captura del fugitivo.

Bart Whitaker desde prisión
El juicio contra Bart Whitaker se inició en marzo de 2007 por los delitos de dos asesinatos, un intento de asesinato y la confabulación para planificar y ejecutar los hechos. Asimismo, la instrucción del caso puso sobre la mesa la cuestión económica como motivo de los crímenes. Bart no solo quería encubrir su gran mentira, sino heredar el millonario patrimonio familiar establecido en torno a 1,5 millones de dólares.
El jurado declaró a Bart culpable de todos los cargos y lo condenó a muerte. Tenía 27 años. Mientras que sus secuaces recibieron una cadena perpetua. Tras el veredicto, Kent se mostró piadoso con sus verdugos. “Te perdono por todo”, le dijo a Chris Brasher. Mientras que sobre Bart llegó a decir: “Lo amo. Es mi hijo. No quiero verlo ejecutado”.

Kent Whitaker visita a su hijo Bart en prisión
Aquel acto de clemencia se ha prolongado durante todos estos años: Kent, aparte de visitar asiduamente a su hijo en la cárcel y mantener una buena relación con él, se volcó en la lucha para que le conmutasen la pena de muerte por una cadena perpetua sin libertad condicional.
En febrero de 2018, apenas minutos antes de la ejecución de Bart, el padre logró su propósito. “Fue abrumador, me sentí muy agradecido”, declaró Kent. Y Bart no pudo sentirse más satisfecho “no por mí, sino por mi padre. Cualquier castigo que hubiera recibido o que vaya a recibir es justo, pero mi padre no hizo nada malo. El sistema funcionó para él hoy. Y haré todo lo posible para mantener mi papel en el sistema”.