Rodolfo José Lohrmann, alias El Ruso, y Mark Cameron Roscaleer, —los dos últimos fugados de la prisión lusa de Vale de Judeus que permanecían huidos hasta que ayer la Policía Nacional los detuvo— habían vuelto a las actividades delictivas en la costa del Mediterráneo, donde también habían encontrado un refugio en el que se sentían a salvo. Según fuentes policiales, El Ruso, un ciudadano argentino de 61 años con un extenso historial delictivo, era el cerebro del tándem de fugados, mientras que su compañero de prisión, un británico con antecedentes por torturas, contaba con una buenas relaciones en el Levante, anidado por numerosas organizaciones criminales internacionales.

Agentes de la Policía Nacional han detenido a Rodolfo Lohrmann y Mark Cameron en una gasolinera de Alicante. (Policía Nacional / EFE)
Pese a que la policía española y portuguesa les había colocado en la diana de los fugitivos más buscados, lejos de recluirse en alguna zona recóndita, los peligrosos delincuentes para subsistir habían comenzado en los últimos meses a las presuntas extorsiones y ajustes de cuentan, según analizan ahora los investigadores. De hecho, su posible vinculación con un atraco en Murcia ha sido la pieza clave que ha propiciado su caída.
El 7 de septiembre de 2024, cinco reclusos considerados altamente peligrosos escaparon de la prisión de Vale de Judeus, a unos 70 kilómetros de Lisboa, causando una gran conmoción en el país, al ponerse en entredicho la seguridad de sus centros penitenciarios. Cinco presos que contaban con una amplia carrera criminal con delitos como homicidios, secuestros, robos a mano armada o tráfico de drogas.

El Ruso Lorhmann, el prófugo más buscado de Argentina, cayó junto a otros delincuentes en Portugal
Durante estos cinco meses han ido cayendo uno a uno. El primero fue Fábio Loureiro, que fue atrapado en Tánger gracias a la colaboración de los gendarmes marroquíes. El segundo en ser detenido fue Fernando Ribeiro, localizado en el norte de Portugal y el tercero, Shergili Farjiani, fue arrestado en Italia. Solo quedaban El Ruso y Mark Cameron que, según los investigadores, cruzaron a España poco después de la sonada fuga que se llevó a cabo con ayuda externa, utilizando una escalera para escalar el muro de la prisión.
Tras la evasión, las autoridades portuguesas emitieron órdenes de detención europeas y solicitaron la colaboración de las Fuerzas de Seguridad de España, sospechando desde los primeros compases de la investigación que podrían haber cruzado la frontera. La Sección de Localización de Fugitivos de la Policía Nacional —que el pasado año llevó a cabo 460 detenciones de delincuentes y este 2025 ya ha efectuado otros 55 arrestos— intensificó las pesquisas el pasado martes 28 de enero, cuando se informó de la presencia de los dos fugados en la zona de Alicante. Esta información se confirmó días después con la comisión de un atraco que ahora se está investigando por el posible vínculo con los arrestados, según fuentes policiales. Los agentes acudieron al piso que habían convertido en su guarida, pero al llegar estaba vacío.

Rodolfo José “El Ruso” Lohrmann estaba detenido en Portugal desde febrero de 2013, acusado por el secuestro de Cristian Schaerer
Tras ello, se puso ayer en marcha un dispositivo de seguimiento del vehículo en el que escapaban El Ruso y su secuaz, a la espera de encontrar el momento más propicio para practicar las detenciones, tal y como han informado este viernes en rueda de prensa los responsables policiales. Entre ellos, el director general de la Policía Nacional, Francisco Pardo. Fue en una gasolinera de Alicante donde fueron arrestados, mostrando una gran resistencia, como esperaban los investigadores. Prueba de ello es que en la guantera del vehículo se les intervino una pistola y un revólver. Además, los dos delincuentes expertos en fugas también llevaban escondidos 50.000 euros en metálico, placas de matrículas dobladas y documentación falsa.