La juez ordena el ingreso en prisión del anciano de 82 años que asesinó a su mujer en Puigpunyent (Mallorca) de un tiro por la espalda. El hombre ha pasado este viernes a disposición judicial tras haber pasado la noche detenido en las dependencias de la Guardia Civil. Allí fue trasladado tras recibir el alta hospitalaria de las heridas que se causó él mismo al dispararse en el abdomen. El hombre disparó primero a su mujer y después trató de quitarse la vida con una escopeta de caza.
El delegado del Gobierno en Baleares, Alfonso Rodríguez Badal, confirmó que el asesinato de Puigpunyent se trataba de un crimen machista, Confirmaba de esta manera que la principal línea de investigación de la Guardia Civil apuntaba a un asesinato premeditado por parte del hombre, que disparó a su mujer, de 79 años, por la espalda.
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En un primer momento se apuntó la posibilidad de que pudiera haberse tratado de un suicidio pactado. El hombre había realizado una llamada al 112 en la que avisaba de sus intenciones de suicidarse, pero para entonces ya había matado a su esposa. La confirmación de que era un asesinato machista llego después de que se comprobara que había disparado por la espalda y tras tomar declaración a familiares y conocidos del matrimonio, que descartaron en todo momento la hipótesis del acuerdo previo para suicidarse.
El hombre ha llegado este viernes a los juzgados de Palma esposado y vigilado por dos agentes de la Guardia Civil, que le han llevado ante el juez. Un juzgado de violencia de género se hizo cargo de las investigaciones en cuanto llegó la confirmación de que se trataba de un crimen machista. El hombre permanecerá por ahora en prisión provisional hasta que se celebre el juicio.
El hombre estuvo ingresado en un hospital por las heridas que se provocó él mismo
Las autoridades de las islas han guardado un minuto de silencio en recuerdo a la víctima, la primera mujer asesinada este año en Mallorca. La presidenta del Govern balear, Marga Prohens, ha mostrado su consternación por este asesinato, al igual que la presidenta del Congreso, Francina Armengol. El Govern balear no tenía constancia de que existieran denuncias previas por maltrato o violencia de género por parte de la mujer asesinada contra su agresor, según confirman los responsables del Institut Balear de la Dona.