El dictamen tiene 41 páginas y podría cambiar por completo el destino del expediente abierto por el crimen de Nora Dalmasso (51), ocurrido en el country Villa Golf, de Rio Cuarto (Córdoba, Argentina) en noviembre de 2006. Lo ha firmado el fiscal Pablo Jávega y, aunque lleva fecha del 14 de marzo, ha trascendido este martes.
Dándole gran parte de la razón a los abogados querellantes, Gustavo Liebau y Mariángeles Mussolini, el fiscal Jávega se ha opuesto formalmente a la prescripción de la causa. El cierre definitivo había sido sido planteado en diciembre pasado por la defensa del acusado, Roberto Bárzola (45), un carpintero cuyo ADN se encontró tanto en el lazo de la bata de baño con la que ahorcaron a la víctima como en un vello púbico encontrado en el cuerpo.
Este tipo de pruebas, en cualquier caso, resultarían contundentes. Sin embargo, Pero Bárzola intenta hacer jugar a su favor los 18 años que han pasado ya desde el momento de los hechos. Su idea es quedar impune. Ante esto, se presentó una querella en febrero y ahora lo hace el fiscal, cuyo dictamen es un gran espaldarazo a la posición de Marcelo Macarrón y sus hijos.
Prescripción del delito
Aunque las pruebas de ADN le señalan como culpable, el presunto violador y asesino podría quedar libre sin cargos
Según ha explicado Jávega, Barzola no tiene otros procesos penales posteriores al crimen (lo que hubiera podido impedir la prescripción de forma automática). No los ha encontrado, pero aun así se ha opuesto a la prescripción. El argumento principal: que el tiempo debe contarse de manera no lineal porque hubo muchos años en los que Marcelo Macarrón y su hijo Facundo no pudieron actuar como querellantes por estar acusados en la causa.
A fines del año pasado, cuando el crimen de Nora Dalmasso era solo un caso a recordar en efemérides policiales, una bomba sacudió la causa judicial, que se mantenía agonizante: nuevos cotejos de ADN determinaron que un vello púbico encontrado en el cuerpo de la mujer pertenecía a Roberto Marcos Bárzola, quien estaba trabajando en la casa de la víctima, en Río Cuarto, en el momento de los hechos.
De pronto, ese crimen con tanta repercusión volvía a instalarse en la mente de todos de la mano de una prueba concluyente, pero también tardía. Y pronto surgió la pregunta: a 18 años del abuso sexual seguido de muerte de Dalmasso, ¿ha prescrito la causa?
Aunque las pruebas lo incriminan como culpable de un delito de agresión sexual y homicidio, el acusado podría quedarse sin pisar la cárcel
El planteamiento de esta opción no tardó en llegar. El 30 de diciembre de 2024, el abogado defensor de Bárzola pidió formalmente el sobreseimiento de su cliente. Su argumento: el simple paso del tiempo. Ni siquiera se molestó en argumentar su inocencia.
La cuestión puede parecer muy técnica, pero podría tener consecuencias legales tan prácticas como inéditas. Lo que dicen los Macarrón es lo que piensan muchos: que poner como límite los 15 años para dar por cerrada una investigación por un delito grave es injusto y vulnera los derechos de las víctimas a encontrar justicia.
En este caso, los perjudicados son Nora Dalmasso y también su familia, que fue perseguida por los fiscales durante años. Por otro lado, el beneficiario es el sospechoso de violarla y de matarla. Ahora, la querella del fiscal es un paso importantísimo para que el caso no quede impune.
El 5 de julio de 2022 finalizó el juicio que absolvió a Marcelo Macarrón, viudo de la víctima. Estaba imputado por el delito de “homicidio calificado por el vínculo, por alevosía y por precio o promesa remuneratoria en concurso ideal”. En ese momento, el tribunal técnico de la Cámara del Crimen de Río Cuarto y con jurados populares, había resuelto hacer lugar al pedido de la Fiscalía y dictar la absolución de todos los cargos.
“Con mi hijo, con mi cuñado, la familia Dalmasso, tenemos sensaciones encontradas porque estamos muy contentos con la absolución, pero nos queda ese sabor amargo que no sabemos quién es el asesino”, dijo Macarrón tras conocer el fallo. El cuerpo sin vida de Nora fue encontrado el 26 noviembre de 2006 en su vivienda de Villa del Golf, en la ciudad de Río Cuarto, y según las pericias murió asfixiada mediante estrangulamiento.
Durante la investigación, fueron imputados el pintor Gastón Zárate, el hijo de la víctima Facundo Macarrón, el abogado Rafael Magnasco, quienes progresivamente fueron sobreseídos de las acusaciones, y finalmente el viudo Macarrón, como el único que llegó como acusado al juicio en calidad de instigador del crimen, pero terminó absuelto. En el momento del crimen, el esposo se encontraba participando en un torneo de golf en Punta del Este (Uruguay), según se probó en el juicio.


