Sanidad Exterior y del Área de Sanidad de la Delegación del Gobierno están investigando las condiciones sanitarias de una máquina de café del aeropuerto de Palma de Mallorca. Después de que una joven ingresara en el hospital con un shock anafiláctico tras beber un café repleto de insectos, el caso está siendo analizado. Así se desprende de la información publicada por Última Hora.
Informes de estos organismos públicos han considerado que las condiciones higiénico sanitarias de esta máquina de café sospechosa de provocar un grave shock anafiláctico a una empleada son “deficientes”. Sin embargo, las inspecciones consideran que la presencia de insectos ha sido “accidental”.
Informe
Sanidad Exterior y del Área de Sanidad de la Delegación del Gobierno consideran que la máquina tiene condiciones sanitarias “deficientes”
El citado medio ha tenido acceso a estos informes, que han sido aportados a la investigación que sigue el Juzgado de Instrucción 3 por la intoxicación de esta joven. De de 21 años de edad, estuvo más de un día ingresada en la UCI tras sufrir el shock el 22 de abril del año pasado.
El primero de los informes apunta a deficiencias en el mantenimiento y en el control de las máquinas por parte de la empresa concesionaria. Apuntan a que los registros de mantenimiento y limpieza no son correctos y que no se puede acreditar que las máquinas estuvieran adecuadamente mantenidas. También critican la falta de trazabilidad de los productos.
Según el informe de Sanidad Exterior “se deben intensificar los controles de higiene en las bandejas de recogida de las máquinas”. Los técnicos realizaron cuatro visitas a la máquina de la que salió el café y recabaron ayuda del catedrático de Zoología de la UIB, Miguel Ángel Miranda. Su informe señala que la máquina tiene fugas de productos que pueden atraer insectos a su interior.
También añade que “no se constata la presencia de insectos u otros grupos de artrópodos, así como de indicios de su actividad en la máquina expendedora de café que pudiesen contaminar los productos primarios”. También se han analizado muestras del café, té y leche que había en la máquina. No se encontró presencia de alérgenos en las mismas.


