Un joven de entre 20 y 25 años ha muerto abatido por la policía local de Montornès del Vallès después de haber irrumpido en la comisaría con un cuchillo y con la intención de agredir a uno de los agentes.
El suceso se produjo este viernes a las 21.30 horas en la sede de la policía local. Los Mossos d’Esquadra se han hecho cargo de la investigación, descartan que detrás de la agresión haya una motivación terrorista y apuntan que el presunto agresor era una persona inestable.
El joven había increpado previamente a un agente
El hombre había protagonizado un incidente previo pocos minutos antes. Un agente de la policía local estaba cerrando el cementerio municipal cuando el joven empezó a increparlo desde el balcón de su casa. Poco después se presentó en la comisaría de Montornès blandiendo un cuchillo y amenazó al agente que estaba en la recepción. Las dependencias tienen dos accesos y, al parecer, entró por uno que no estaba vigilado. En ese momento, la patrulla con la que había tenido el incidente previo se personó en la comisaría y al ver la actitud agresiva del hombre lo neutralizó utilizando su arma de fuego y le provocó la muerte.
Durante los disparos, el agente de la recepción fue alcanzado por un tiro que salió rebotado y quedó herido de gravedad. Fue trasladado consciente por la ambulancia con un diagnóstico de neumotórax al hospital de Sant Pau de Barcelona. El área de investigación criminal de los Mossos se hizo cargo de las pesquisas y tendrá que determinar si los disparos cumplieron con los criterios de proporcionalidad, oportunidad y congruencia.
Un agente quedó herido grave por fuego amigo: recibió un disparo de un compañero y está grave
El Sindicato Independiente de la Policía Local (SIP-Fepol) defendió la actuación del agente que efectuó los disparos al considerar que actuó “con profesionalidad para proteger su vida y la de sus compañeros en una situación límite y de máxima tensión”. Al mismo tiempo, la organización sindical denuncia “la grave falta de medidas de seguridad en muchas comisarías de las policías locales”.
Por su parte, la Central Sindical Independiente de Funcionarios (CSIF) brindó su apoyo a los agentes de la policía local de Montornès, y en especial al agente herido, y afirmó que “el hombre que irrumpió armado tuvo que ser abatido para evitar males mayores”. “En los últimos tiempos –denuncian–, asistimos a una pérdida de respeto a los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado en Catalunya, acompañada de una degradación de las plantillas y de los medios para realizar su trabajo”.
El pasado 8 julio, otro hombre fue abatido por la policía en Calldetenes. En este caso, fueron los Mossos los que tomaron la decisión de neutralizar al sospechoso, que antes había matado a su hermano y retenía a su madre mientras la emprendía a tiros con la policía cada vez que intentaron negociar con él. En ese caso, el hombre estaba bajo el efecto de las drogas.
Un precedente en Cornellà en el 2018
El suceso de Montornès guarda algunas similitudes con un incidente que ocurrió en Cornellà en el 2018. A las 5.45 del lunes 20 de agosto del 2018, un hombre se presentó a las puertas de la comisaría de los Mossos en Cornellà llamando de forma insistente. Cuando la agente abrió la puerta de entrada, el hombre se abalanzó sobre ella al grito en árabe de “Alá es grande” y con intención de clavarle un cuchillo. La agente sacó su arma, disparó contra el atacante y le quitó la vida. Fue considerado un ataque terrorista aislado, si bien la motivación del atacante era suicidarse para redimirse de su homosexualidad, como explicó más tarde su mujer a la policía.
